Aun con mucho tiempo entre un protagonista y otro no puedo terminar de forma inconclusa todo esto. Y más cuando están los pesos pesados. Hablemos ahora de otro integrante de Emiba, que no es otro que Robert. Sí, el Robert fanático de los Beatles que organiza una gran fiesta de cumpleaños en la que sucede todo lo que tiene que suceder. Y es que se convierte en un protagonista sin saberlo. Es elegido por Aaron para hacerse el héroe y lleva a todo el mundo. Incluso a Rachel, su cita, su ex y su primo. Evidentemente, todo saltará por los aires y a saber qué pasó para tantos viajes en el tiempo de refinado de la escena.
Por otro lado, Robert parece mimado, quiere que le respondan a todas las preguntas y no para de curiosear. Junto con Phillip son descartados rápidamente, pero tiene que ser de manera convincente para que no indaguen mucho. También ve beneficios en todos lados y promueve las tarjetas magnéticas junto con la posibilidad de patrocinio de Thomas Granger. Es muy concienzudo y no da nada al azar y tampoco le gusta que le ignoren en mitad de una conversación.
Y es que este personaje representa la obcecación infantil. El querer estar en todo y ser vital en todo. Curioso hasta agotar al otro y con un espíritu emprendedor que sería capaz de desarmar el mayor invento de todos por tal de conocerlo. Es inseparable de Phillip y actúa muchas veces como él, quizás como prueba de su carácter aún no forjado. También es el blanco del juego de los protagonistas, en el que nunca es invitado.
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