Localidad costera de Málaga, aunque creo que aún sigue siendo parte de Vélez-Málaga a pesar de un fuerte movimiento que pide la segregación para ser un municipio independiente. Pues no recuerdo bien cuándo fue exactamente, pero sí que la primera vez que lo visité era en invierno, aunque he acudido a lo largo de los años varias veces más.
Mis tíos compraron un piso muy cercano a la playa, y entonces las visitas a ellos cuando andaban por allí aumentaron en gran manera. ¡Ay, cómo en el fondo la familia intenta aprovecharse! Lo malo de la costa malagueña, no me canso de decirlo, es la zona pedregosa que tiene, tierra volcánica que aún no se ha erosionado en la típica arena de playa. Bueno, la ciudad es grande y con algunos parques de interés (y una minúscula estación de autobuses que nunca cambia) pero todo el mundo, sobre todo cualquier cordobés con unos días libres, recorre a más no poder el paseo marítimo, bien largo, con su faro enfocando el mar y varios parquecitos y chiringuitos donde degustar pescados.
Si bien es un lugar con muchos bloques de edificios que esperan turistas, tiene unas vistas fantásticas, y más que el mar, me encantó la orografía montañosa que rodea la parte oriental de Torre del Mar. Y en las noches, la sinuosa costa se trufa de titilantes luces de faros de otras localidades. Este pueblo tiene el extraño honor de que fue el primer (y creo que único) lugar donde me hicieron una entrevista para un diario que quería publicar cómo se divertían los cordobeses en la provincia de Málaga. ¡Ahí es nada!
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