Finalizando la escuela primaria, tras vender decenas de participaciones en la lotería y cajas de roscos tocaba disfrutar de estos viajes. ¡Ah! Vino incluso mi padre. Pero nada, yo en esas épocas era bueno e inocente jeje.
No recuerdo muy bien Santander, no sé si porque estuvimos poco tiempo o porque empecé a mezclar recuerdos al quedar eclipsados por otros sitios de fuerte interés arquitectónico. Ni idea, sinceramente. Recuerdo pasear por las calles de la ciudad, todo normal, estilo ciudad nueva. ¿Un cobertizo moderno, quizás? Lo que sí recuerdo es pasear por la playa de El Sardinero. Al menos recuerdo el oleaje y tener muy cerca el estadio de fútbol. Y es que en esa época atraían más esas cosas que los detalles. De ir a la plaza principal a conocer el ayuntamiento como que no tengo memoria, sinceramente.
Sí me acuerdo bien de la visita en tren turístico (con ruedas, claro) por la península de La Magdalena, viendo el enorme palacio repleto de ventanas (creo que decían que había una por día del año que hay). Sus techos de pizarra en zigzag son bien característicos y nos explicaron que fue residencia de Alfonso XIII. Su torre de planta poligonal también es curiosa. No sé si también vimos los famosos galeones de exposición, pero seguramente sí.
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