De estas cosas que estás en Ecuador y te invitan, más bien te obligan, a acudir a una cena con todos tus compañeros de trabajo. La verdad es que en este última etapa he tenido excelentes compañeros a la par que compañeros completamente repudiables.
Esta cena de hermanamiento se hacía en honor a algún invitado y como pudimos fuimos en furgonetas amontonados. En uno de esos miles de desvíos que pueblan Ecuador y que atraviesan carreteras recién terminadas o pavimento de tierra (nunca sabrás qué te vas a encontrar) llegamos a unas casitas pequeñas y bastante bonitas. En uno de los desvíos nos dejaron en una enorme hacienda, donde parecía que solo podían habitarla los exploradores más avezados y los de ingentes ingresos.
Se comió bastante bien, la verdad. Hubo algo de música improvisada por compañeros guitarristas y juegos al estilo de Tabú donde tenías que explicar a alguien famoso pero sin mencionarlo. Un consejo, compitan contra japoneses, pues entre las risas y ademanes que se pegan pensando cómo hacer el tiempo se les agota.
Después, lo típico. La fiesta terminó y medio nos abandonaron. Ya es larga costumbre esto, así que armarse de valor e idear un plan de vuelta porque no tienes oportunidad de volver en grupo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Desgranando el pensamiento de Blas Infante (IV): el Ideal Andaluz y cómo implementarlo
Esta es la cuarta parte del famoso Ideal Andaluz de 1915. Previamente se había desarrollado la filosofía infantiana de mejora continua hast...
-
Pues sí, tanto el PP como el PSOE tienen un número inmenso de cadáveres en sus alacenas. Son partidos de bastantes años, bien engrasados, co...
-
Ya sea por la guerra entre Rusia y Ucrania o por el mero hecho especulativo los combustibles que utilizamos normalmente se han disparado a ...
-
Casi de nunca me ha gustado el cine negro. O la novela negra, ya que estamos. He visto algo de cine y me ha gustado y he leído algo al respe...
No hay comentarios:
Publicar un comentario