Por un lado siempre tuve ganas de visitar esta ciudad, que es una de las mayores de la provincia de Toledo. Aparte, es la puerta de la comarca de la Sagra, primer lugar viniendo desde Madrid se convierte en un punto de paso de interés. Eso sí, como está a mitad de camino de todo, el tráfico para entrar en Illescas, salir o incluso circunvalarla, es bastante complicado.
Tuve que parar por Illescas para una entrevista de trabajo, el cual terminó no dándose. Pero bueno, pude al menos visitar la Calle Real y darme un paseo hasta la pequeña, pero reseñable, Puerta de Ugena, mandada a construir como parte del recinto amurallado por Alfonso VI.
Eso sí, me pillaron unos días de lluvia, por lo que no puede recorrerla entera y, evidentemente, esperar al autobús tampoco ayuda a ir relajado. Pasé, eso sí, por el sobrio ayuntamiento de la localidad y en mis caminatas pude llegar hasta la iglesia de Santa María, con su preciosa torre mudéjar.
Con idas y vueltas en autobús pude ver la parte más nueva, no muy distinta a otras localidades de la zona. Eso sí, se nota su enorme crecimiento y, al igual que poblaciones cercanas, una plaza con una bandera de España gigante. Pasando por lo que llaman Señorío de Illescas, se puede ver la cantidad de negocios que hay, incluso creo recordar que hay un casino.
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