martes, 7 de enero de 2020

Las decisiones europeas sobre Cataluña, polémica asegurada

Ya esto está alcanzando niveles grotescos, no resultaría extraño si fuese otra película rocambolesca de Berlanga. Me refiero a los tira y afloja que hay ahora con las sentencias del procés, la Junta Electoral Central y las diatribas de Puigdemont y Junqueras. Y todo aderezado con un PSOE que necesita desesperadamente socios para lograr la investidura de Pedro Sánchez.

Ya no sé si la justicia española peca de prepotente o si la justicia europea le importa un bledo lo que pasa en España o los países del sur hay que tomarlos con sorna (y, a veces, se les da motivos para que piensen así). Bélgica parece más un paraíso criminal que el país que alberga el corazón de la Unión. No es porque lleven la contraria con las euroórdenes o que den poco crédito a lo pedido por los jueces españoles, esto el lo último de tropelías como las que hicieron gala con los terroristas en el barrio de Molenbeek.

Supongo que en España los jueces han tenido por seguro ciertas cosas que en Europa (por eso han preguntado) lo lo veían tan claro. Pero en vez de suspender el fallo o discontinuar la prisión preventiva de Junqueras le dieron todo para delante y ahora hay una paradoja de película. No creo que se le anule la condena, pero la JEC ya ha salido a enmendar la plana de que con esa condena por cuestiones previas a su elección para el Parlamento Europeo le va a ser imposible salir de la cárcel.

Y la JEC, haciendo valer las leyes que ya están promulgadas y varias veces aplicadas a alcaldes, inhabilita a Torra por sus pancartas políticas en periodo electoral. Sí, han tardado bastante en dar dictamen y que un organismo de control tenga estos poderes es cuestionable, aunque sea legal. Ojo, si no gusta habría que revertir la ley que le da tal poder, pero no vale ser retroactivo.

Todo esto afecta la opinión de ERC, que tiene la clave de la elección de Sánchez. Quizás no sea el mejor aliado pero PP y Cs se han encargado de cumplir la profecía de un PSOE cercano a los independentistas: sus reiteradas negativas a dar confianza o pactar mientras decían que Sánchez iba con los independentistas han terminado como han terminado. Y se escandalizan los muy cobardes. Veremos en qué queda todo esto, pues parece de difícil entuerto, de las cosas que te obligan a aprenderte en las clases de Historia.

Entonces, ¿no se puede judicializar un acto político? Si no atenta contra la legalidad, el Poder Judicial no tiene nada que decir. ¿Esto se resuelve con diálogo? En parte sí, pero intentar (sea amago o no) separar ilegalmente una parte de un Estado no puede ser algo que quede impune. Decir como regañando 'no lo vuelvas a hacer' no es que sea muy disuasorio. ¿Qué se debió hacer? No tengo ni idea.

Por otro lado, si bien los Estados apoyaron la unidad de España estas resoluciones judiciales dan fuera a los movimientos independentistas, como que al final nada tiene consecuencias. Pero lo malo también está con el tema de que saltan ahora los euroescépticos y los militantes de Vox: esto es un agravio a la soberanía española y mejor salirse. Estas rabietas me dan miedo porque prenden fuego de manera rápida. No olvidemos lo que nos ha dado pertenecer a Europa. Y no puede ser que uno quiera ser europeo para unas cosas y no para otras. Eso es conveniencia infantil. La Unión trasciende todo esto.

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