Días alegres

Creía que no iba a llegar este momento. Quizás a lo mejor iba a morir sin verlo, y aunque me ha pillado un poco lejos, por fin se va. Sí, el señor Chaves abandona la Junta, tras casi 20 años apoltronado. Y eso que no quería venir a Andalucía y se le veía muy bien en su ministerio de trabajo,porque si le hubiese gustado nos entierra a todos. Ni siquiera se le ocurrió modificar para que los mandatos no superasen los 8 años, ya ves lo mal que le sentaba ser Presidente. Ahora se convierte en Vicepresidente tercero del Gobierno a la vez que ministro de Cooperación Territorial, un bonito nombre para indicar que él va a ser el encargado de enfrentarse con las desorbitadas peticiones de José Montilla, Presidente de Cataluña.

Cierto que el percal que deja es de lo más desalentador. Un 20% de la población andaluza en el paro, niveles educativos y de sector terciario por los suelos, una camarilla acostumbrada a cobrar del paro a cambio de su voto, una tierra dominada por los latifundistas y señoritos... Ahora viene José Antonio Griñán, que era su Vicepresidente segundo (ya que el primero, Gaspar Zarrías también se va de la Junta para convertirse en consejero o secretario de Chaves). No conozco nada de él, sólo que ronda los sesenta años y seguidor de la corriente felipista, bien podría decir que puede estar cercano al círculo de pensamiento de Chaves. Seguramente el Presidente Griñán intentará mejorar en algo la imagen de su partido, ya que las encuestas indican un impresionante avance en la intención de voto hacia el partido del líder de la oposición, Javier Arenas. A ver cómo sigue Andalucía, si ya por fin arranca de la cola del país y se convierte en un sitio de algo de respeto y no sólo el receptor de turismo y emisor de trabajadores y de materias primas (que, como dijo un amigo mío hace varios años, Andalucía es las tetas de España).

Griñán ahora tiene en mente captar en sus filas a Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba por parte de IU. Esta señora parece que con los años ha ido calmando su ímpetu soberbio para convertirse en una política de gran nivel y aprovecha para dar el salto hacia el gobierno autonómico. No sé cómo ahora la capital califal se las arreglará pero el patético de Gaspar Llamazares ya puso el grito (y las lágrimas) en el cielo. Ya sabes amigo, como sembraste vientos recoges ahora tempestades.

Esperemos que estos nuevos cambios nos ayuden a salir de la crisis, cosa que veo difícil, ya que este Gobierno se empeña en maquillarla mientras que el líder de la oposición Mariano Rajoy se preocupa más por tener buena imagen y en ocultar sus casos de corrupción que en intentan ayudar al país. A pesar de las diferencias entre las naciones que componen España y sus ideales de independencia hoy más que nunca hay que apartar provisionalmente a un lado este proceso para unirnos y poder salir de este pozo que no tiene fondo, ya que hoy por hoy separados no somos nada.

También hay que analizar al nuevo Lehendakari vasco Patxi López para comprobar que un gobierno constitucionalista también es aplicable en Euskadi. Deseo que mejore las situaciones de esa bella región y no sea un calco de los despropósitos de Ibarretxe. Como primer punto ETA ya está asustada y amenaza con lo único que saber hacer: eliminar al gobierno democráticamente elegido.

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Publicado originalmente el 23-04-2009