Incluso yo soy hipócrita. No sé si la sociedad o nosotros mismos hacemos de la hipocresía algo connatural como el respirar. Ni idea, que lo estudien otros. Quizás sea una defensa para nosotros mismos. O una defensa para no hacer daño. Pero lo pésimo se da cuando con ella haces daño a todos los demás. Consciente o inconscientemente. Un doble discurso que hace daño a quien quieres (o crees que quieres) y que lo hace da tal manera que a cada minuto lo que dice es diferente y cambia de una persona a otra.
La mejor amiga de alguien muy especial estuvo luciendo de este epíteto. La dejó destrozada y esta amiga como si no hubiese pasado nada, como si no se enterase. ¿Fingía o no lo sabía realmente? No quiero saberlo, pero hizo mucho daño, incluso a mí, que quería mantener amistad y relación pero estar en medio traía más problemas que soluciones. Jugar a medias tintas para llevarse bien con todos a veces no funciona y haces más daño del debido. Así que tuve que hablar seriamente. Me jodió, pero había que poner las cosas claras. El futuro dirá si hice bien, pero hoy me siento bien conmigo mismo, que es el primer paso para ser feliz.
Ahora a todo el mundo, sin exclusión, le deseo una buena entrada en el año 2011 y que lo pase lo mejor que pueda. Felicitaciones a todos, lectores del blog asiduos, casuales y no lectores.
¡Salud y Corona!
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Publicado originalmente el 31-12-2010
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