Es cierto que algunos libros nos enganchan más que otros o algunos los recordamos con más cariño que otros. Esto me pasa con El Juego de Ender, escrito por Orson Scott Card. Si la definición de friki es hacer tu vida en función de algo irreal (manifiestamente creado y considerado irreal, mejor dicho, vaya que los que hagan su vida según el cristianismo se quejen) ahí tengo que decir que sí soy friki, intento adaptar a mi vida algunas de las acciones o sentencias de ese libro que llega a ser a veces sublime poesía. Pongámonos en antecedentes, que después relataré algo de la saga y sobre algunos conceptos. A mitad del siglo XXI la Tierra se ve invadida por una raza alienígena, los insectores, que en poco tiempo devastan la superficie y muy a duras penas son rechazados. De inmediato empiezan a fletarse naves espaciales por parte de EEUU y otras potencias, ya que se tiene la certeza que esta Primera Invasión sólo fue el reconocimiento para una Segunda Invasión más aplastante. En este segundo ataque, llevado a cabo alrededor de las lunas de Saturno la lucha es más encarnizada y desesperada si cabe, perdiendo muchas vidas. Afortunadamente, entre las tropas está el mayor estratega de la historia, un neozelandés de ascendencia maorí llamado Mazer Rackham, que gracias a sus tácticas pueden contra todo pronóstico sobreponerse a una aplastante mayoría insectora. Pasan las décadas y el mundo llega a recuperarse y avanzar como nunca (tanto que la población crece tanto que se crean leyes para que no haya más de dos hijos por familia). Mucho esfuerzo se lleva a cabo para dar origen a la Flota Internacional, para proteger a la Tierra de una supuesta Tercera Invasión, ya que es de esperar que los insectores tarden en enterarse de su brutal derrota y vuelvan para resarcirse. Para evitarlo se crea la Escuela de Batalla, una estación espacial donde van los mejores niños seleccionados de las diferentes Escuelas de entrenamiento de la Tierra. ¿Por qué entrenar a niños? Por el simple hecho que al sumar el tiempo en que tardarían en enterarse los insectores de su derrota y el tiempo que tardarían en llegar los jóvenes y adultos de hoy en día serían muy ancianos para poder hacerles frente. Sólo los mejores de la Escuela de Batalla pasarán a ser adiestrados en la Escuela de Mando y en Tácticas, situados en la misteriosa localización del cuartel general de la Flota Internacional. El tiempo apremia y a finales del siglo XXII los más altos cargos militares reclutan a Andrew "Ender" Wiggin, que se supone que es el niño más inteligente y mejor preparado para comandar a las tropas humanas. Como caso extraordinario es el tercer hijo de una familia, aceptado por las aptitudes genéticas de los padres y ya que sus dos hermanos mayores, Peter y Valentine destacan como cruel y como benévola, respectivamente, a pesar de tener las mismas capacidades e inteligencia que el pequeño Ender. También hay parte de la saga que gira en torno a Julian "Bean" Delphiki, un escuálido niño rescatado por la monja catalana Sor Carlotta de los barrios pobres de Rotterdam, de procedencia desconocida pero de gran inteligencia (ya que es el resultado de una manipulación genética para alcanzar gran inteligencia inhibiendo los genes que frenan el crecimiento). Éste será el niño más inteligente de la escuela, superando a Ender, aunque no logrará alcanzar la comprensión y empatía de aquél.
El autor creó dos sagas más bien separadas, una enfocada en Ender y otra en Bean. Los primeros libros de cada saga se superponen, ya que se ambientan en la Escuela de Batalla y mientras El Juego de Ender se centra bajo el punto de vista de Ender, La Sombra de Ender lo hace en Bean. Así que podemos ver cómo un libro complementa perfectamente al otro, aclarando ciertos aspectos del otro. Después, los libros enfocados en Ender, titulados La Voz de los Muertos, Ender el Xenocida e Hijos de la Mente se ambientan en una estética diferente: tres mil años después de la Tercera Invasión, con una humanidad extendida por cientos de colonias y planetas dependientes. Ender, arrepentido de lo que hizo y oculta su identidad por las repercusiones creadas por él mismo llega a Lusitania, un planeta colonizado por descendientes de brasileños en donde vive la segunda raza alienígena descubierta por el ser humano, los cerdis o pequeninos, de un grado de civilización inferior al de los humanos. En estos libros se intenta desvelar los misterios que ocultan estos seres y la frenética lucha contra un virus que existe en el planeta que puede llegar a extenderse al resto de colonias y provocar una horrenda plaga. Ender, convertido en portavoz de los muertos (una nueva religión laica basada en la descripción de los difuntos tal como fueron, con virtudes y defectos incluidos y sin ocultarlos, para consuelo de la familia y como recuerdo para la posteridad) intentará en todos los libros desentrañar los misterios que encierra Lusitania y la comprensión del origen y funcionamiento de la física de los filotes, ayudado por la entidad informática autoconsciente llamada Jane, originada poco tiempo después de los sucesos de la Tercera Invasión. Creo que Orson está redactando otro libro enfocado en la Escuela de Batalla y otro llamado Ender en el Exilio basado en los primeros años tras el abandono de Ender de la Tierra y colonización de los primeros planetas (o sea, no tan en el futuro como los tres de Lusitania). En el caso de Bean, tras el que sucede a la par que El Juego de Ender, titulados La Sombra del Hegemón, Marionetas en la Sombra y La Sombra del Gigante, tienen lugar años después de la Tercera Invasión, tiempo aún en el que Ender es considerado el mejor comandante de todos los tiempos. La Tierra ha vivido unida ante los insectores pero internamente ha estado separada en la Hegemonía (algo como una mezca de OTAN y ONU que es como un gobierno planetario a cargo del Hegemón) y el Nuevo Pacto de Varsovia. Junto al Hegemón están el Estategos (el líder supremo de las fuerzas armadas mundiales) y el Polemarca (el jefe de la Flota Internacional), por lo que existe un precario equilibrio aún después de la Tercera Invasión. Como los niños ya han terminado sus misiones vuelven a sus países, por lo que se convierten en el recurso más valioso de estos estados en caso de guerra. Con un Pacto de Varsovia disuelto y una Hegemonía testimonial los países llegan a atreverse a plantarse cara unos a otros, promovidos por Aquiles de Flandes un megalómano expulsado de la Escuela de Batalla y antiguo enemigo de Bean de las calles de Rotterdam. Aquiles manipulará a Rusia, India y China para que se hagan con la supremacía mundial y elimine a los niños militares, mientras Peter Wiggin, el hermano de Ender, abandona el camino de la crueldad para poder hacerse con la Hegemonía y unificar al mundo bajo su mando (que visto lo visto es la mejor opción para que halla paz, aunque no sea la opción ideal). Así que en estos libros se asiste a una conspiración por dominar el mundo por parte de varias potencias y las luchas intestinas en la misma Hegemonía, todo provocado por Aquiles de Flandes. El último libro narra los últimos pasos por parte de Peter por unificar el mundo, la búsqueda frenética de los hijos de Bean, a la sazón jefe militar de las fuerzas del Hegemón y las luchas entre el Califa Alai, el Emperador chino Han Tzu y la diosa hindú Virlomi, todos niños de la Escuela de Batalla (aunque Virlomi nunca fue parte de la tropa que dirigió Ender) y los intentos por parte de miembros del Ministerio de la Colonización (antiguos integrantes de la Flota Internacional) para detener las guerras, continuar la colonización (derogando entonces las restricciones de población) y proponer a la Hegemonía como gobierno único para alcanzar la paz definitiva en la Tierra. Parece ser que hay muchos relatos cortos y cuentos sobre los personajes que participan en esta saga de Bean, incluso un cuento de Navidad en la Escuela de Batalla. Además se está preparando Sombras en el Espacio, que narrará seguramente las aventuras de Bean en el espacio y las primeras colonias. ¿Existirá un encuentro entre Ender y Bean?
¿Que Ender tiene 3000 años pero aparenta 40? Sí, cosas de los efectos relativistas por viajar cerca de la velocidad de la luz. ¿Por qué es una saga tan aclamada? Es, creo, la primera novela de ciencia-ficción enfocada en niños y no se detiene mucho en descripciones de naves o inventos, sino más bien en lo que sienten los protagonistas, en lo que piensan, cómo sufren, cómo anhelan, como intuyen. Hay más emociones que naves. También se ve cómo para salvar a la humanidad el ejército es capaz de deshumanizar a niños de seis años, de tratarlos duramente a patadas hasta volverlos autómatas o medio locos para que den lo mejor de sí y se conviertan en máquinas perfectas. Es un buen libro sobre lo que es capaz de hacer el ser humano por tal de salvarse aunque ello conlleve destrozar vidas de niños que aún no han soñado con llegar a la pubertad. ¿Card da mensajes en sus libros? Sí, como buen mormón lo hace, pero creo que de manera somera (o no muy partidista, vamos) habla del amor como vínculo indispensable y gran don humano, sobre que hay actos que no se pueden sortear (el designio de salvar a la humanidad por ejemplo, o que un protagonista homosexual o el manipulado Bean mismo al final se vean obligados a casarse y tener descendencia, tal y como Dios ordena según su religión). Pero bueno, se le puede perdonar que se le escapen retazos de su religión en el libro. No creo que se seamos tan dogmáticos que al ver opiniones diferentes a las nuestras salgamos dando gritos y haciendo aspavientos: cada uno es libre de expresarse democráticamente y más si logra crear un libro de esta belleza. ¿Habla de España? En ciertos retazos sí (creo que anduvo un tiempo por Barcelona Orson), Cataluña es un estado independiente, se menciona a los Reyes Católicos como ejemplo de alianza matrimonial para conquistar el mundo y que nuestros reyes no han sido muy inteligentes a lo largo de la historia.
Me encanta esa filosofía que encierra Ender, ayuda a los demás con todas sus fuerzas sin importar lo que le suceda a uno, ya que uno está roto por dentro y pase lo que pase no puede reparase. No hay nadie ni nada que pueda remediarlo y por consiguiente mejor atender a los demás para que no lleguen a tu estado. Ender sabe que la felicidad es imposible, o que es posible pero conlleva mucho dolor y sufrimiento, por eso intenta huir de los sitios en los que se instala cuando lleva un tiempo largo y se ha adaptado y se siente entonces casi feliz. Quizás la felicidad eterna sea aburrida o que si es efímera duele más haberla probado y saber que no se volverá a alcanzar. Porque Ender es de todos sitios y ninguno. Cuando se habitúa a un lugar se siente extraño o que está usurpando territorio, que esto no puede ser hecho para él y por tanto debe recomenzar para ver si esta ocasión las cosas se dan como piensa, pero, cuando se instala y se habitúa vuelve a repetir el ciclo porque no se siente encajado y teme la felicidad. Como comandante, su inteligencia y empatía hacen que todos confíen en él y lo ame, conscientes de que son capaces de entregar su vida si él lo ve necesario, aunque la máxima de Ender es no causar bajas, ya que siente que todos sus efectivos son como parte de él mismo. ¿Su técnica? Sabe que es inferior y que tiene las de perder, por tanto es mejor atacar una única vez y sólo una, pero con un golpe tan certero y brutal que el enemigo quede destruido y no pueda contraatacar. Y esto se relaciona con las presiones y juegos sucios de la Flota Internacional que lo aislan hasta casi volverlo loco, ya que creen que sólo y sin sopesar ayudas de nadie verá que él mismo es la única solución y que sólo él puede encargarse de las cosas. Y la sublime manera de considerar al enemigo. No es lo típico de burlarse de él y mofarse, ya que sabe que eso trae una confianza desmesurada e inevitablemente lleva a despreciarlo e infravalorarlo, dándote después una desagradable sorpresa. La táctica de Ender es conocer al enemigo, comprenderlo, amarlo, saber cómo piensa, qué siente, cuáles son sus miedos y anhelos; llegar a amarlo tanto que te dé pena tener que luchar contra él, ya que amando y comprendiendo al enemigo sí se conocen las debilidades. Pero claro, esta empatía y amor es difícil de lograr ya que tiene que ser justo en el límite que un poco más de amor te lleve a la deserción.
Así que por tanto os recomiendo al menos la lectura de El Juego de Ender, no tiene desperdicio y gracias a mi amigo Juan que me lo recomendó he leido una de las mejores sagas de ciencia-ficción de la historia, galardonadas con los premios Hugo y Nébula dos veces. Parece ser que la película se abortó varias veces pero para que no sea fiel al libro mejor así. Entonces ya me voy despidiendo, por lo que ¡va por ti, comandante Ender Wiggin!
-
Publicado originalmente el 06-04-2010
domingo, 9 de octubre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Desgranando el pensamiento de Blas Infante (IV): el Ideal Andaluz y cómo implementarlo
Esta es la cuarta parte del famoso Ideal Andaluz de 1915. Previamente se había desarrollado la filosofía infantiana de mejora continua hast...
-
Pues sí, tanto el PP como el PSOE tienen un número inmenso de cadáveres en sus alacenas. Son partidos de bastantes años, bien engrasados, co...
-
Ya sea por la guerra entre Rusia y Ucrania o por el mero hecho especulativo los combustibles que utilizamos normalmente se han disparado a ...
-
Casi de nunca me ha gustado el cine negro. O la novela negra, ya que estamos. He visto algo de cine y me ha gustado y he leído algo al respe...
No hay comentarios:
Publicar un comentario