miércoles, 15 de febrero de 2017

Cuidado con las elecciones ecuatorianas

Aunque hay muchas versiones sobre cuándo puedo votar al menos queda claro que en estos comicios no me es posible. No solo se busca la fórmula presidencial, sino también asambleístas y, si no recuerdo mal, gobernación provincial y parlamentarios andinos. O sea, la traca. Y por eso las zalameras publicidades electorales te piden con canciones que votes en plancha. Como dice Wagensberg, el sistema político más racional (la democracia) se vuelve el más irracional en campaña electoral.

Porque esto ya es mundial, nadie quiere o puede pararse a leer los programas electorales de los candidatos ni de los partidos políticos o coaliciones varias. Quieren diez pildoritas y mucha fanfarria. Ya nadie se toma la democracia en serio. Pero bueno, en un clima político azotado por la crisis económica y el escándalo de Odebrecht con sus sobornos a miembros de Gobierno y de la oposición, pues está como para pedirles paciencia y mente fría a los votantes.

En un estudio reciente se menciona Ecuador como uno de los países de América Latina más corrupto. Ni la Revolución Ciudadana pudo erradicar esto, a pesar de tantas buenas cosas conseguidas para el país (infraestructuras, apertura a pueblos indígenas, agilización de la Administración, etc.) o puede que incluso este movimiento terminó más pronto que tarde enamorado de las suculentas palabras que tiene el desvío de fondos para beneficio propio y el nepotismo desaforado. No todo lo que reluce es oro. Desde fuera se ve todo muy maniqueo, pero años viviendo en un país te ayuda (si bien no definitivamente, en los aspectos generales) a ver las cosas más reales, más grises. El socialismo cristiano tiene sus fallas (ese apellido, por ejemplo), como todo sistema político en el mundo. Lo que hay que ver es si las partes positivas superan con creces a las partes negativas.

Entonces, ¿seguimos con Alianza País? Casi parece que sí. El gran personalismo de Correa ha podido apartarse para dar paso a Lenín, aunque sus ideas buenistas y alocadas (recordemos su gran conferencia sobre 'emprendimiento cuántico') no concretan nada. Teme participar en debates con otros candidatos para no perder el suelo de votos que ya tiene seguiro. Quizás la sombra del presidente le haga más daño que beneficio (alguien que usa medios públicos para atacar a activistas de redes sociales no es muy ético que digamos, y más si su abogado personal a día de hoy está defendiendo a una persona acusada de abusos sexuales a menores). ¿Hay alternativa entonces? No, ninguna. La oposición solo quiere que Alianza País caiga, pero sin propuestas serias de por medio.

El banquero Guillermo Lasso, tristemente famoso por su papel en el amargo Feriado Bancario ecuatoriano solo habla de crear un millón de empleos en su primer mandato. ¿Cómo? Nadie lo sabe.

'Dalo' Bucaram, hijo de un expresidente de mala fama, obcecado en hacer de Ecuador un Estado confesional donde aparezca la palabra Dios en el texto constitucional y se enseñe la Biblia en todas las escuelas.

Cynthia Viteri tiene las ideas claras, echar la culpa a las nuevas universidades de investigación del país por haber sido la punta de lanza correísta. También es clara a la hora de querer eliminar todo tipo de impuesto y a la vez construir los tan necesitados hospitales. Sin embargo, yo me pregunto, ¿con qué dinero va a construir los hospitales? ¿No sabe para qué existen los impuestos?

Paco Moncayo, Patricio Zuquilanda, Whasington Pesántez, Iván Espinel, el resto de candidatos. Se escuchan propuestas buenas y otras (no quiero echar mierda porque no recuerdo quién fue) hablan de volver a los antiguos tiempos de agricultura como eje principal del avance de una nación moderna y claras alusiones a cerrar fronteras contra la inmigración (menos mal que solo Trump pedía eso) y como medida preventiva, expulsar a todos los residentes extranjeros del país. ¿Yo? Pues si pasa eso hago la maleta y me largo de una, pero después que no se quejen que no tuvimos tiempo en crear reemplazos doctorales de buen nivel y en cantidad suficiente.

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...