viernes, 29 de diciembre de 2017

Puigdemont o la huidiza col de Bruselas

Sí, esas coles verdes y pequeñitas que si no las enfilas bien con el tenedor dan un salto y huyen rápido del plato. Con ese esperpento creo que hay una buena metáfora para el actual tema catalán. Mira que en varias ocasiones me he visto tentado a escribir una entrada en el blog pero cada dos o tres días aparecía algo nuevo que me frenaba para no hacer la entrada incompleta. Como la Historia se escribe día a día y lo que estamos viviendo es algo que en el futuro aparecerán en los textos a estudiar, siempre va a quedar incompleta. Pero bueno, ya en el futuro lo continuaré. O no.

El tema viene de largo y sobre todo en el impulso a ideas nacionalistas y regionalistas tras la Transición. Nada de malo tiene, los que me conocen pueden atestiguarlo, pero algunos usan ciertos derroteros para su beneficio propio, dejando el de los demás muy trastocado. Esos pactos a gobernar desde Moncloa dependiendo de CiU o como se llame ahora les dio gran protagonismo (y sus victorias autonómicas incontestables también) y con el nuevo Estatuto de 2006, donde se manejaba el término nación para Cataluña se creó un buen ambiente de nacionalismo. No tengo nada en contra de considerar a España como un Estado compuesto de varias naciones, pero parece que los tribunales no lo tuvieron tan claro y echaron para atrás partes del nuevo articulado. Eso creó una afrenta que se utilizó incluso para tapar los casos de corrupción en el antaño y honesto oasis catalán. Ay, cuánto se ha hablado del 3% en comisiones. Ay, Pujol, el político mejor considerado en Cataluña con toda la familia desfalcando y metiendo dinero a lo loco en Andorra.

Bueno, Artur Mas, el discípulo de Pujol, no pudo estar en mejor posición al alcanzar la Generalitat y empezar con una política de que el Estado les robaba. Buena parte de razón tenía al tener una pobre financiación y un cierto trato gélido hacia esta tierra por parte de Madrid. Lo importante era tapar corrupciones, acallar patéticas financiaciones en sanidad, gestiones deleznables... Agravios comparativos y hacerse las víctimas al principio funcionó, aunque a día de hoy cansa y no convence (y más siendo una de las regiones de Europa con mayor autonomía). Ahí se llegó al referéndum del 9-N en el año 2014 donde, a mi juicio, Rajoy jugó de una manera eficaz y elegante: dejó que todo se llevase a cabo para ver cómo votaban menores, gente no empadronada y en varias ocasiones. Pero bueno, esto no terminó de amedrentar al enfervorizado nacionalismo y siguieron como clérigos ensimismados. Las elecciones cada vez daban menos escaños a los soberanistas pero esto no los amedrentaba.

Para que Puigdemont llegase a la Generalitat casi se acaba con el plazo de búsqueda de candidatos. Mas, creyéndose desgastado, tomó un perfil bajo durante la campaña, aunque con fuerza quiso revalidar su presidencia. No se lo dejaron los socios de la CUP y en una jugada frenética, Puigdemont salió de la nada y se convirtió en el heraldo del independentismo. Habría otro referéndum y nada parecía evitarlo. Esta vez Rajoy, tras su tumultuosa reválida de su cargo, jugó diferente y, para mía, imperó más el interés partidista que el interés general. Dejó hacer y cuando vio que todo se le echaba encima, ya se estaba votando el 1-O de 2017. Había avisado que no pasaría nada, pero pasó. Participación amañada, claro, pero cuando vio que a nivel internacional la gente iba a alabar el proceso de independencia puso a actuar a las fuerzas de seguridad, actuando con una crudeza muy elevada. Imágenes desagradables que recibieron críticas internacionales.

Los políticos independentistas empezaron a abrazar con fuerza el reciente concepto de posverdad: actuar como si nada pasara, aludiendo a vagas referencias legitimadoras. No importaba que incumplieran todas y cada una de las leyes y que el Tribunal Constitucional vetase sus locas leyes. Actuaban como si estuviesen en una realidad paralela y no importaba qué ley había ni cuántas advertencias (incluso de los propios juristas del Parlament) se les hacían. Actuar de una manera hasta que por cansancio o reiteración se tornase en normal y aceptable. Cero autocrítica. Eso me ha mantenido sorprendido hasta hoy, como si fuesen sordos ante todo.

El mensaje del Rey fue duro, nunca se había pronunciado de manera tan contundente. No se preocupó por las cargas policiales y eso es criticable, pero actuó como un resorte. Los catalanes constitucionalistas (que, por cierto, no son un porcentaje desdeñable) empezaron a protestar y a parodiar la posverdad independentista. Las empresas empezaron a amenazar con marcharse de Cataluña (al menos su sede social). Los partidos políticos constitucionalistas abandonaban las votaciones del Parlament que podían ser sujeto de acción judicial. Eminencias políticas clamaban por manifestaciones multitudinarias y pacíficas. Ya nadie se acordaba de los temblorosos puentes tendidos desde Moncloa donde se sugería que si todo se detenía se lograría una Hacienda catalana propia, al estilo vasco. La gente dejó de tener miedo y empezó a ondear la bandera constitucional, tanto dentro como fuera de Cataluña. Y la senyera fue la que acalló la proliferación de esteladas.

He de confesar que viví estos días con suma tristeza. De ver cómo políticos que no escuchan al pueblo jugaban su terrible juego, de familias rotas por visiones polarizadas, de cómo la confianza internacional se reducía a la nada.

No importó que Puigdemont estuviese a punto de echarse para atrás. Sus socios de ERC y la CUP no se lo iban a perdonar y sus apariciones con horas de retraso ya eran costumbre. Demasiado miedo de tomar el camino sensato y con la única opción de seguir huyendo para delante. Lástima que la agonía se haya perpetuado tanto, porque este tema catalán se ha usado (y se está usando) como cortina de humo para tapar corruptelas (véase el PP en su máxima expresión). El 10 de octubre vivimos la independencia de Cataluña durante 8 segundos aproximadamente, expresada de manera ambigua y confusa, como si supiesen que esto no llegaría muy lejos y la Justicia atacaría con toda su fuerza. Por suerte, la Unión Europea apoyó sin ambages la unidad de España, así como muchos países del planeta. Ningún reconocimiento a la República Catalana, ni siquiera los esperados. Esto hizo mucho daño. Y más que los pocos apoyos vinieran de marginales partidos europeos de extrema derecha, haciendo ver que el nacionalismo no tiene aliados sanos.

El 27 de octubre, a pesar de las manipulaciones de los resultados electorales del 1-O, se votó (¡esperando una mayoría simple para tal decisión!) la Declaración Unilateral de Independencia. Pero el antaño fantasma del artículo 155 de la Constitución comenzó a tener más peso. Largos y lentos requerimientos, preguntas y respuestas vagas que pedían un diálogo (con la posverdad de que estar fuera de la ley te habilita a seguir dialogando en igualdad de condiciones), el Tribunal Constitucional tumbando todo y el Senado con debates agrios activaron el 155, el cual tampoco fue tan severo como vaticinaban algunos viejos periodistas. Con pasmosa facilidad se abortó todo, con sorpresa nadie arrió la bandera española de la fachada del Parlament. Con admiración vimos cómo acudían a declarar sin protestar y tras un tiempo en la cárcel, prometer humillantemente que lo que habían hecho no se volvería a dar y que acatarían la Carta Magna sí o sí (aunque ahora algunos perjuren).

Puigdemont aprovechó para huir, de manera algo cobarde. Junqueras al menos fue lo suficientemente estoico como para quedarse en el país e ir a la cárcel, con todas las consecuencias. En Bruselas, a pesar de las manifestaciones multitudinarias, pocos apoyos ha podido ganar. Los políticos de Bélgica no lo quieren cerca por sus consecuencias y el altavoz de las instituciones europeas tampoco le fue dado. Parece que ahora, por no tener oficio ni beneficio en Bélgica, ha de irse (ya sin la extraña euroorden) y puede que recale en Rumanía. ¿Quién sabe? Lo que sí se sabe es que si toca territorio español va a ir directamente a la cárcel. Las elecciones autonómicas de este mes de diciembre no han aclarado mucho el panorama, aunque el ascenso impresionante de C's puede que tenga consecuencias. Toda esta agonía y esperpento parece que se prolongará en el tiempo, generando un limbo donde ambos bandos ganen y pierdan a la vez. Quizás, la sarcástica propuesta de Tabarnia (una nueva comunidad autónoma formada por partes de las provincias de Barcelona y Tarragona), la cual se justifica con las mismas propuestas que el independentismo catalán (y estos contraargumentando como había hecho hasta ahora el unionismo, cruel ironía), termine por abortar toda esta locura con una sonrisa. Eso sí, la sociedad catalana está bien fracturada y eso va a tardar mucho en restañarse.

jueves, 28 de diciembre de 2017

Diario de Viaje: Zuheros (¿1994?)

Seguro que estaba en primaria, ya que la visita a Zuheros fue una excursión organizada por el colegio donde estudiaba. Tanteando en mi imperfecta memoria llego a esta fecha, pero no pondría la mano en el fuego por asegurar que fue ese año. ¡Y mucho menos adivinar el mes!

Si recuerdo la llegada y la salida a Zuheros con mis compañeros. Pueblo pequeño, casas blancas, enclavado en una zona de escarpadas montañas. También tengo recuerdos de las ruinas de la torre que coronan al pueblo, pero antes no era tan entusiasmado a la Historia y tampoco te dejaban patear los lugares con total libertad.

El destino era la afamada Cueva de los Murciélagos. Si no confundo cosas, creo que es la que un gran pedrusco cayó hace miles de años y la taponó, permitiendo conservar pinturas rupestres, las cuales fueron cubiertas en parte por graffitis de gamberros de hace multitud de décadas (para que digan que la generación nuestra es la perdida y que la anterior era la seria y trabajadora). Pasear y ver las estalactitas y estalagmitas merece mucho la pena, en verdad. Subir y bajar por esos corredores húmedos naturales te hacía imaginar cómo vivía la gente cavernícola, qué creencias tenía y cómo era su día a día.

La idea, a día de hoy, me sigue gustando. Hay que empapar de historia y cultura a las nuevas generaciones. No todo en Andalucía se puede resumir a Semana Santa, turismo, playa y flamenco.

lunes, 25 de diciembre de 2017

Diario de Viaje: San Ignacio (Junio de 2007)

Otra entrada más dando protagonismo a ciudades que visité de paso. Extracto de otra publicación.

"Primero vimos una misión jesuítica en Misiones, muy buena, así del siglo XVI y con una capilla sin techo y los barracones de los indios."

martes, 19 de diciembre de 2017

Diario de Viaje: Mollina (¿1989?)

Difícil recordar todo esto. Sí recuerdo que fue cuando estaba en el parvulario, no sé si en el mismo año de entrar a primaria o el año previo. Esto es lo malo de los cursos en el hemisferio norte, que no encaja curso con año.

Bueno, fue un viaje para ver la legendaria laguna de Fuente de Piedra y sus flamencos pero creo que esta vez estaba bastante seca y apenas vimos nada. En Mollina como mucho recuerdo plazas con setos y suelo de albero y una fuente que tenía varios chorros. Siento no poder ser más explícito, pero me pilla viejo tales remembranzas.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Diario de Viaje: Wanda (Junio de 2007)

De nuevo retomo los relatos de las ciudades intermedias.

"En la vuelta llegamos a Argentina y visitamos las minas de Wanda, una mina a cielo abierto donde se extraen geodas. Todas las mujeres flipando."

sábado, 16 de diciembre de 2017

El desquebrajado núcleo de la sociedad

Sí, la unidad más pequeña en la que se basa nuestra sociedad actual: la familia. Pero esta vez no me refiero a la familia tradicional o a las nuevas familias en concreto, sino el concepto en abstracto, la que viene por sangre o política matrimonial. Quiero poner aquí mis reflexiones porque esta vez no estoy gestionando bien los encuentros familiares. Se nota que llevo mucho tiempo fuera y he creado una manera de vivir con mi esposa que ya no encaja tan bien con mi familia, aunque durante mi infancia fuese el núcleo principal y disfrutara cada encuentro como el que más.

Y creo que ahí está el problema. Tú creces y vas formando una personalidad, unas características propias. Y los que te llevan décadas no son capaces de ver los cambios. Quizás si son parte de familia alejada o que llevas años y años sin verlos. Ahí como perfectos extraños. ¡Pero ojo! Si aparecen un día cualquiera debes tratarlos con sumo respeto y familiaridad, aunque te sea más cercano el vecino de dos casas más abajo de la tuya. Cordiales hay que ser siempre, pero esos mandatos que te impusieron de pequeño sobre que la felicidad del prójimo es más importante que la tuya a veces (casi todas las veces) chirría, lo mires por donde lo mires. Es humillante tragarse ideas, personalidad, solo porque estás delante de un familiar (al cual parece que nunca le impusieron tal mandato).

En familia siempre se ha tratado como que todos sus miembros son serios, inteligentes, preparados, conocedores de todo. Y no es así. Sin desmejorar a nadie, ninguno hemos tenido los mismos derroteros vitales y soluciones para unos pueden ser problemas para otros. Incluso aunque seamos de la misma familia. ¿Qué me dicen de la familia lejana? Primos segundos, tíos abuelos... esas etiquetas las he tenido siempre y cada vez que vuelvo la vista para atrás he visto con sorpresa que debía tratarlos como gente conocida. Y eso que solo han tenido trato con tus padres. ¡Pues que los saluden ellos! Un niño pequeño ha de poder decidir a quién quiere saludar, besos incluidos. Hijos de primos míos, ¿qué familiaridad les puedo ver si ni los conozco?

Como todo el mundo puede imaginar, los conflictos familiares existen y son comunes. Ninguno somos lumbreras y las genialidades que se le ocurren a uno pueden ser estupideces para otro. Algo que se entiende en el conjunto de la sociedad parece inexplicable dentro del seno familiar. Como si tuviese que ser un núcleo duro y monolítico. Es más, las peleas internas, por muy duras y marrulleras que sean, han de ocultarse. Los secretos familiares han de tratarse como si fuesen secretos de Estado. A los años parece que todo ha vuelto a la normalidad pero de pronto escuchas comentarios genéricos que en realidad tocan entre los que dialogan fuertes críticas a otra persona que no está presente para defenderse. ¡Ah! Pero si aparece hay que sonreír y actuar como si nunca hubiese pasado nada. Si eso no es hipocresía que venga alguna deidad y lo diga.

La primera decepción fue con un tío que ni me conocía, ni le sonaba mi existencia. Cierto que llevábamos casi décadas sin vernos cara a cara pero al menos ten referencia de los hijos de un hermano tuyo. Y querían que le perdonase tal derrape a un viejo gagá. Una mierda. Otra fue con una parte de la familia que solía visitar a menudo. En estos viajes relámpago de los últimos años por vacaciones no he podido ser muy habitual en las reuniones familiares pero siempre intento hacer visitas de cortesía. Ir a una casa y que te digan que están cansados y que vaya otro día sabiendo de mi agenda imposible de reconfigurar me parece una gran falta de respeto.

¡Ah! Y los padres, como que siempre eres un infante para ellos. Tu vida no es tu vida, sino una ilusa prolongación de la suya. Quieren que pienses de la manera que ellos creen que es el pensar óptimo, que te vistas como debería ser una persona de bien y que tu pelo y relaciones sean como ellos solicitan. Para eso que se compren un muñeco y lo decoren como quieran. Uno es como es y listo. Una cosa es un consejo, otra cosa son críticas siempre destructivas para minarte la moral y reiteraciones abrumadoras para que vivas una vida que no te pertenece, pero que creen que es la ideal. Nadie está libre de ello e incluso los psicólogos han escrito miles de libros sobre el asunto (a nadie le resultará raro el tema de adolescencia y enfrentamientos con los padres).

¿Mi consejo? Elige a la pareja que desees, si deseas vivir en pareja. Sean compatibles, no compitan y constrúyanse una vida juntos, reforzándose uno al otro. La familia política o de sangre va a ser la que te sea más afín, un nombre designado al azar hace tiempo no tiene que influirte ahora. Ten cerca a la gente que te haga bien sea familia o no, pero lejos los que te hagan mal, sea familia o no.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Diario de Viaje: Córdoba (Marzo de 2007)

No sé por qué en las entradas de Diario de Viaje he elegido algunas ciudades de referencia y por las que pasé de manera intermedia las dejé en el olvido. Quizás por ser tan ordenado que una debía ser la principal y el resto secundarias. Para subsanar esta idea sin fundamento copio todo lo referente a estas ciudades.

"Lo peor fue llegar a Córdoba para volver... En ferrocentral nos comentaron que las vías seguían hechas mierda y que nos devolvían el dinero. ¿Y el autobús de antes para suplir el aborto del transporte? Ah no, a la mierda, con unos 15$ teníamos que conseguir un milagro (el billete de autobús estaba a los 70$). Así que empezamos a manifestarnos a gritar e insultar (una vieja monja se reía de nosotros la muy bastarda) y Valeria sacó el demonio interior. Los "amables" de Ferrocentral llamaron a los anitidisturbios. ¡Sí! Oísteis bien. Nosotros tuvimos que atacar con lo nuestro. Llamamos a la televisión. Tengo que agradecer a un tipo que pasaba por allí y se unió a nosotros hasta que volvimos. Porque sí, volvimos. La encargada de Turismo de la provincia nos llamó y nos consiguió los pasajes. Una santa"

domingo, 10 de diciembre de 2017

Diario de Viaje: Fuente de Piedra (¿1992?)

Otro de esos viajes que hice hace mucho tiempo, tanto que apenas tengo recuerdos y me es difícil localizar en qué año fue. Recuerdo que era una excursión a la que iba a ir mi hermano, pero como era muy pequeño (en parvulario andaría), nos sumamos mi madre y yo.

El típico viaje cuando eres pequeño, canciones y poco reparar en los pueblos. La verdad que no me acuerdo de Fuente de Piedra en sí, pero sí de su famosa laguna. Enclavada entre lomas y olivares se extendía en gran manera. Creo que cuando yo sí estaba en parvulario también la visité pero había una fuerte sequía y estaba casi seca.

Puede que estuvieran construyendo el centro de interpretación, pues me acuerdo que había obras cerca de la orilla. Alguna explicación que otra y no sé si vimos flamencos. Creo que sí, pero a veces la memoria es más recreación que fotografía del pasado. Rosados, en grupos y con la cabeza gacha.

viernes, 8 de diciembre de 2017

Día Nacional

Poco a poco va teniendo más resonancia. De pasar casi desapercibido a tener más consciencia de la importancia de la fecha. El 4-D andaluz cumplía su aniversario número cuarenta y toca hacer un breve homenaje. La verdad que hasta hace poco yo desconocía la trascendencia de la fecha. Una manifestación que conllevó al 28-F de 1980, donde tuvo lugar un referéndum donde los andaluces pidieron autonomía por la vía rápida, autogobierno al mismo nivel que las afamadas regiones del norte. Incluso tratada de igual manera, como nacionalidad histórica. El hecho fue votar para que se llevara a cabo el proceso y eso lo sigo valorando en alta estima. Ni idea por qué para ensalzar una fecha hay que despreciar las demás. Por eso me echaba para atrás el 4-D al ser tenido como día de festejos real y tratar al 28-F como si fuese un acto oscuro y manipulado por los poderes fácticos (¡los mismos que hasta hacía poco solo concebían tres autonomías en España o que Andalucía tomase la vía lenta de autonomía o que era mejor crear dos autonomías, oriental y occidental!)

Yo creo que hay que tratar a cada fecha como se merece. No hay que vapulear algo para dar legitimidad a otra cosa. Es más, creo que muchos de los que recelan del 28-F y ensalzan el 4-D como Día Nacional de Andalucía lo hacen porque el 28-F se declaró festivo y el 4-D no. Si mañana hiciesen que el 4-D fuese festivo y el 28-F no, rápidamente estos protestones alabarían las bondades del 28-F y defenestrarían el 4-D. Es que si apoyas algo oficial parece que eres menos fuerte en tus convicciones. Muy loco todo.

El andalucismo tuvo sus idas y venidas a lo largo de la Historia y esto ya lo he apuntado a inicios del blog. Pero es Blas Infante el que le da forma y símbolos y comienza a introducirlo en la política. Si bien nunca cuaja en votos sus propuestas, se planea un Estatuto de Autonomía, aunque la Guerra Civil trunque todo. La dictadura se encargará de uniformizar todo, de dar consciencia de nacionalismo español a cualquier festividad y tradición y a apropiarse de folklore andaluz para travestirlo de 'typical spanish'. Incluso llegaron a indicar los estudiosos del momento que la región andaluza era la más española de todas.

La incipiente democracia (las primeras elecciones generales tras la Guerra Civil se dieron el 15 de mayo de ese mismo año de 1977) empezó a despertar nuevas ideas y sentimientos reprimidos durante mucho tiempo. La idea de que solo Galicia, País Vasco y Cataluña se convirtiesen en autonomías había dejado descuadrados a muchos. Fue Andalucía que, tras meses de preparación y organización, se echó a la calle con ahínco. Las capitales de provincia tuvieron manifestaciones tan grandes que quizás nunca se haya repetido tal evento. En Madrid y en las capitales catalanas los emigrantes andaluces también se hicieron notar. Parece que hubo campaña para forzar a que toda bandera que se enarbolase fuese blanca y verde. Fue ese 4-D en el que se pudo considerar que el pueblo andaluz tomó consciencia como tal, de reivindicar sus logros y tradiciones y dar una señal a todo el país: Andalucía no era más que nadie, pero tampoco menos que nadie. El autogobierno debía ser una realidad para activar a la dormida sociedad andaluza (aún faltaba algo más de un año para que se promulgase la Constitución), habitantes de un país que solo la había considerado como granero infestado de analfabetos, como simple producción de materia prima agraria, olvidando el importante peso durante toda la Historia. El hecho heroico andaluz fue recogido por toda España y al final se impuso el afamado 'café para todos' (ya fuese por vía rápida o lenta, toda región podría convertirse si lo quería en autonomía). Aún hacen falta más agradecimientos a esta hazaña.

Cuarenta años y aún no se sabe con certeza quién asesinó a García Caparrós. Activista andaluz que subiendo a una valla, fue tiroteado (¿dispararon a matar? ¿Disparos de advertencia que tuvieron un final amargo?) Andalucía se demoró hasta 2013 en declararlo Hijo Predilecto. Indignante. El Gobierno central sigue negando desclasificar los archivos de las pesquisas policiales que intentaron desvelar qué pasó. Incluso habiendo prescrito el delito. Inadmisible. Ha de hacerse justicia, ha de repararse ese error histórico garrafal. Con saberse la verdad, con investigar qué pasó en la cadena de mando (quién disparó, quién dio la orden, quién se encargó de ocultarlo todo) quizás se cerraran las heridas.

Pero con tristeza miro documentales y rememoro la fecha. Tantos cientos de miles de personas (quizás sumando millones en total) en cada ciudad pidiendo autonomía, una oportunidad de crecer. Tanto sacrificio de Caparrós, tanta ilusión e ideas nuevas. Todo ha quedado quebrado en parte. Un corrupto PSOE enquistado en las instituciones, una administración ineficiente y llena de enchufados, una descoordinación y despilfarro de dinero. Es una de las regiones menos desarrolladas industrial y tecnológicamente, con un desempleo tan alto que casi se encabezan las clasificaciones del tema, con alto abandono escolar y con un PIB similar al de Perú (ahí es nada, no es que se genere poco), con una superficie enorme (comparable a la de Azerbaiyán y algo mayor a la de Austria) y gran población (ocho millones trescientos mil no son pocos). Duplicidades innecesarias, políticas que no llevan a nada, permisos sanitarios que no valen más allá de la frontera autonómica. Y caraduras que plagian los postulados de la catalana ERC (quizás debido a suculentas subvenciones) y proclaman sin avisar a nadie la independencia (pero virtual, vaya que se aplique el artículo 155, que se ha visto que no solo estaba para amenazar), desvirtuándolo todo y fabricando una pantomima. Creo que la autonomía que imaginaron nuestros padres no es la autonomía que existe. No puede ser esta, desfiguraron su significado inicial.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Diario de Viaje: Casariche (¿?)

Ya que me propuse poner negro sobre blanco en cuanto a todos los lugares que haya visitado, he de poner la localidad de Casariche. Esta es la primera vez, que tras mucho pensar, no puedo poner una fecha tentativa, ni siquiera el año.

Y es que cuando lo visité era bastante chico yo. Mis tíos, en una de sus esporádicas visitas dominicales fuera de Córdoba y alrededores, nos visitaban. Recuerdo que era en un Renault 9 de color verde botella. Antiquísimo, sí. Pues bien, de vez en cuando la visita conllevaba salir todos en coche a visitar poblaciones cercanas o mesones de carretera, que por la zona abundan.

Una de esas veces paramos por Casariche. Recuerdo alguna que otra rotonda (antes no eran tan habituales como ahora) y pasos elevados. Seguramente sería las afueras del pueblo. Poco más recuerdo, pues la imagen de casas blancas bajas es extrapolable a casi cualquier localidad andaluza. Eso sí, las raras veces que ya en el siglo XXI viajaba por mi cuenta en tren he atravesado su estación, dando la imagen de pueblo pequeño y concentrado alrededor de sus plazas principales, donde domina siempre una iglesia de alto campanario.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Diario de Viaje: Marinaleda (Enero de 2008)

Otro de los pueblos visitados para alternar la noche sabática y explorar localidades cercanas. Además, Marinaleda siempre tiene unos revuelos mediáticos por causas políticas.

Por la parte turística, poco puedo decir. Un pueblo pequeño de casas bajas y blancas, calles anchas y, la parte de interés en ese viaje, una buena discoteca con música variada y alejada de los géneros típicos que se escuchan en la radio. Hubo varios conciertos de músicos de la zona y algún que otro artista invitado. La verdad que se echa de menos en pueblos más grandes cosas alternativas, no tan ligadas a los estilos imperantes que te los tienes que zampar sí o sí.

Como fuimos de noche pues no pude ni acercarme a monumentos históricos del lugar, ni visitar las implementaciones que ha ido haciendo su alcalde Sánchez Gordillo con el paso de los años.

sábado, 2 de diciembre de 2017

Balcones engalanados

Lío que aún tiene sus consecuencias, la verdad. El tema catalán da para hablar mucho pero aún se le ve lejos el final que puede alcanzar. ¿Quién sabe cómo va a terminar esto? Bueno, un poco de paciencia que siempre ocurre algo y me gustaría hacer una entrada bloguera detallada.

En relación a esto, hubo una publicación sobre el tema de la bandera española y su crecimiento exponencial en los balcones. La autora, haciendo gala sin reparos de su sesgo, indicaba que era cosa de barrios pijos, de gente retrógrada y que a ver cuándo la quitaban del medio. Algo pensé al respecto, sinceramente. Incluso escribí algunas líneas en las redes sociales. Bueno, hoy fundo esas líneas y le doy un cierto orden y coherencia para que quede una entrada más del blog que, paso a paso, ¡ya se sobrepasaron las 600 entradas!

Antes que nada hay que puntualizar que en España o, mejor dicho, en Europa, el uso de la bandera es simbólico y representativo. No digo que en el resto del mundo esto no sea así, sino que las enseñas europeas intentan dar un contexto a la persona que habla o aparece en algún evento o presidiendo charlas, desfiles o cualquier cosa. O sea, no son decorativas sino que intentan indicar que cierta persona representa en ese momento al Estado (ya sea en todo su conjunto o uno de sus poderes). Es más, un uso abusivo de banderas puede hacer que esta gane más protagonismo que la persona o su mensaje y eso en protocolo es algo a evitar. En otros países, por ejemplo, en Estados Unidos o Argentina, el uso de la enseña nacional se usa en casi cualquier lado (calles engalanadas fuera de toda festividad y en un infinito etcétera) y da un cierto aspecto decorativo. Incluso en los mítines típicos que vemos en Estados Unidos la bandera es casi la protagonista principal. Y en México, usar la bandera para algo (digamos unos calcetines con la enseña mexicana) incluso es delito.

Dicho esto, también hay que entender la libertad de expresión. Cada persona, dentro del marco legal, es libre de expresar sus ideas y relucirlas, por mucho que escueza a unos u otros. Si bien casi es exclusivo de un sector el uso de la enseña nacional en pulseras, relojes, cintas, cinturones, etc. no hay que amilanarse en usarla si deseas. Es más, dejando que solo la clase conservadora use los símbolos nacionales se apropian de ellos y el resto de ideologías y personas quedan fuera, sin símbolo que los represente y unifique. Y no es algo que debería permitirse que, por ejemplo, el PP se alce como único defensor de los símbolos nacionales: no es cierto que sea el único y no debe asociarse la enseña a un determinado partido político.

El uso masivo de las banderas ha sido en respuesta a los sucesos en Cataluña. Hubiese sido, pienso, mejor idea de mostrar afinidad a la unidad de España portando o colgando banderas catalanas para oponerlas a las esteladas (comunidad autónoma vs república independiente). Quizás el mensaje hubiese sido más claro, menos agresivo y más contundente. Pero bueno, fuera de Cataluña, si no eres catalán que vive fuera y se llevó una bandera, es algo más difícil de conseguir (o pasas por tu tierra o tienes que recurrir a Internet).

Ahora bien, ¿esos balcones pertenecen a gente adinerada? No sé dónde vive la autora, pero yo las he visto en balcones de barrios residenciales, de barrios obreros, en ciudades y pueblos. O sea, en cualquier lugar. Todo el mundo a día de hoy puede permitirse comprar alguna y pensar en cómo afrontar el conflicto de una manera sencilla no es potestad de la clase adinerada. Digo más bien que fue algo espontáneo y de índole popular. Incluso mucha gente no tiene aún ni idea de cómo es la bandera española. Si se fijan hay un porcentaje no desdeñable de banderas colgadas en balcones al revés (con el escudo en el batiente, con el león como si estuviese contornado en el primer cuartel).

Muchos me han dicho que ser patriota de balcón no vale, que es ridículo y el patriotismo se demuestra pagando impuestos, ayudando a los más desfavorecidos, siendo crítico. Estoy de acuerdo que si queremos un patriotismo activo hay que hacer lo que dicen estos compañeros. Levantarse y caminar dos metros hacia un balcón y colgar una bandera es muy sencillo, no hay que esforzarse mucho y las consecuencias son mínimas. Muy cierto. Pero, ¿y si esto es un primer paso para un patriotismo (concepto que hoy en día incluso usa Podemos en sus discursos) más práctico y social? Por algo ha de empezarse, ¿no? Nadie nace siendo activista consumado. El uso de banderas en balcones lo veo bien si es el primer paso y no el único. Hay que motivarse.

¿Cuándo la gente quitará las banderas? Si bien en esta segunda mitad de año se han popularizado, la costumbre se inició allá por 2008 con la Eurocopa y consolidada dicha costumbre tras el Mundial de fútbol de 2010. Antes ver una bandera fuera de un edificio institucional era una rareza. Tras los éxitos deportivos, menos. Y ya que estamos, quizás han llegado para quedarse aunque creo que, cuando llegue la temporada de lluvias (ojalá llegue para mitigar la sequía), la gente las retire.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Diario de Viaje: Herrera (Enero de 2009)

Otro viaje a la provincia sevillana para pasar un sábado nocturno y cambiar de ambiente. Es lo que tiene quedar una vez al año con tus amigos de siempre. Herrera no es un pueblo muy grande y está más cerca de la estación de AVE que Puente Genil (aunque sigue en su término municipal, por poco).

Es un pueblo típico andaluz, casas blancas, de un piso de altura, tejado y balcones con enrejados o celosías. Calles con naranjos y espaciosas. Parques con bancos para que la gente se pueda sentar y disfrutar de la tarde. Poco más, pero aunque sea pequeño el pueblo tiene mucha oferta cultural y de ocio con varias ferias de tipo medieval y bares alternativos.

Fuimos un par de veces a un pub subterráneo donde ponían buena música e incluso a un bar para tomar algo, gente interesante, la verdad. Eso sí, para ir y venir si no tienes coche la cosa se complica.

martes, 28 de noviembre de 2017

Cambio climático, cambio de mentalidad

Veranos eternos, sequías prolongadas, altas temperaturas constantes, precipitaciones esporádicas pero muy intensas. Ya el cambio climático ha llegado para quedarse. Desde la Revolución Industrial se ha modificado tanto la atmósfera terrestre que los cambios cada vez van a ser más notorios y vertiginosos. Hay que olvidarse de cambios graduales donde solo los recuerdos de nuestros abuelos nos daban la pista de que algo había cambiado (el famoso síndrome de la rana hervida).

La inercia de los gases de efecto invernadero en la atmósfera es brutal y aunque dejemos de emitir hoy mismo, los efectos del cambio climático van a durar mucho, pero mucho, tiempo. Sí, en alguna que otra ocasión de la historia de la Tierra se detectaron temperaturas medias muy elevadas y altas concentraciones de dióxido de carbono, pero de eso hace millones de años. Muchos claman con fuerza, haciendo gala de su ignorancia o de su interés por preservar la prevalencia de ciertas empresas petrolíferas, que esto es normal, que son ciclos y que estamos casualmente en uno de ellos. Lo que evitan decir es que tales cambios nunca se dieron en menos de 200 años, que la pendiente aumenta de manera brutal y eso (eliminando casos inusuales como una actividad volcánica frenética que hoy no se observa) nunca se ha dado. Es más, desde 1950, inicio de la Gran Aceleración, los procesos antropogénicos de emisión describen la tendencia al alza. Una inmensa cantidad de científicos han descartado que sea lo que vivimos un efecto natural. El ser humano es responsable, no hay que seguir ocultando la culpa.

Aún podemos hacer algo, aún podemos evitar que este mal se agrave. El cambio climático se dará, pero puede darse de manera somera o darse mediante inmensas catástrofes que serán incompatibles con el desarrollo normal de la civilización. Si no frenamos las emisiones de CO2 y otros gases, cada vez será peor el escenario que nos encontremos.

¿Soluciones? Yo propongo las que propone todo el mundo que esté vinculado al tema: captura de carbono (hay que plantar más árboles), uso de energías renovables, políticas severas de eficiencia energética y cambio de paradigma.

La tecnología no lo puede hacer todo, la verdad sea dicha. Las energías renovables son variables (hay días en que el viento no sopla y el Sol queda oculto por las nubes) y se necesita una generación distribuida para no depender de la meteorología de solo una región. También hace falta una red eléctrica más eficiente, mejor diseñada y que conecte más puntos entre un mismo país y sus vecinos. De esta forma la variabilidad puede reducirse. Incluso sistemas de almacenamiento de electricidad para reducir la incertidumbre de cómo será la curva de demanda. Pero es muy importante la eficiencia energética, no solo con dispositivos que hagan lo mismo que los actuales con mucha menos energía, sino que nosotros seamos conscientes de lo complicado que es generar y transportar energía (la electricidad que se consume ha de ser generada en el acto). La energía más renovable es la que no se usa, gente. El ascensor está bien, pero podemos subir escaleras de vez en cuando, ¿no? Compartir automóvil o usar transporte público también son buenas ideas. Y esto, repito, no es de tecnología, sino de ser conscientes.

Es la parte más difícil, cambiar el paradigma de que el progreso se hace aumentando de potencia cada vez más, eso prima conservar las ineficiencias actuales de producción, transporte y uso. Y mucha gente no está de acuerdo. Si somos sinceros, la densidad de potencia que dan las energías renovables está por debajo de la densidad de potencia de los combustibles fósiles. Eso es ley natural y no puede cambiarse. Lo malo que nuestra sociedad está adaptada para cierta densidad de potencia (industrias, rascacielos, etc.) y para sobrevivir como civilización tendremos que aprender a frenar, a ser más responsables y a saber esperar. La cultura de 'lo quiero ahora y lo tengo ahora' quizás la estamos disfrutando mucho, pero no es sostenible. Y va a ser difícil decirle a la gente que eso se va a acabar. Imaginad que el coche eléctrico avanza mucho y su autonomía aumenta al máximo y el tiempo de recarga disminuye al mínimo, alcanzando sus límites. Imaginad que la autonomía no va a poder ser superior a, digamos, 400 km y que el tiempo de recarga no puede ser inferior a, por ejemplo, 30 minutos. Estoy especulando, recordemos. Pues bien, mucha gente sigue teniéndole tirria al coche eléctrico porque hay que repostar en más ocasiones que con el coche de combustión interna y hay que estar más tiempo recargando. ¡Gente! Es que no va a quedar otra si no queremos irnos a la mierda. Hay que aprender a salir con 30 minutos de antelación al horario previsto. O llegar 30 minutos tarde, porque casi siempre las urgencias quedan en nada (digo en el sentido de llegar rápido a un sitio para comprar un electrodoméstico, comprarlo a las 19.00 o a las 19.30 no va a destruir nuestras vidas). Y si de Córdoba a Madrid he de hacer una parada obligatoria, pues se hace y punto.

La humanidad cada vez es más numerosa y cada vez evoluciona de tal manera que sus habitantes anhelan un mejor modo de vida. No podemos negarle a los países en vías de desarrollo que sus habitantes alcancen los estándares de los de países desarrollados. Las energías renovables consiguen cubrir de sobra la demanda de energía, pero hay que hacerlo de manera sostenible, hay que usar los combustibles fósiles si no queda otra alternativa y hay que consumir recursos de tal manera que no compliquemos el acceso a ellos de las siguientes generaciones. Quizás la solución esté en la educación temprana, en tomar consciencia y en hacer más caso a los hallazgos científicos. El paradigma de la sociedad ha de cambiar y hemos de generar, a mi humilde juicio, una civilización más paciente.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Conflictos internos

Volver a un lugar que ya no existe. Sí, de esas cosas que hablaba al principio del blog. Pero experimentándolas de nuevo, desde una perspectiva diferente. Ya no me toca el rol de un visitante navideño sino de un conciudadano más. Y el país al que retornas ha evolucionado sin tenerte en cuenta y tú has evolucionado sin tener al país en cuenta.

Ay, España. ¡Cuántas fallas te quedan por resolver si quisieras resolverlas! Lo más destacable es su lenta burocracia, llena de lagunas informativas para que tengas que pedir cita previa una vez más (hasta para informarse hace falta una bendita cita previa). Diferentes administraciones (estatal, autonómica, local) que poco hacen por coordinarse y armonizarse y unas plataformas de Internet poco intuitivas y que no agilizan ningún proceso cuando en principio esa era su misión. Ay, toca esperar entonces.

El conformismo también me está repateando. Siempre lo hubo, quizás yo también lo fui, pero con el neoliberalismo ya empapando cada fibra de la sociedad es imposible desembarazarse de él. Precarización, loas a los excelentes indicadores macroeconómicos a la vez que se potencia el trabajo esclavo, salarios míseros, falacias empresariales para que te sientas bien cuando te tratan a patadas, etc. Contratos irrisorios y que duran menos que un suspiro, enriquecimiento de los empresarios a costa de los trabajadores. En resumen, un asco. Pero mucha gente (en general la que es fanática del PP, corrupto partido al cual no le tiemblan las manos a la hora de proteger la implantación del neoliberalismo) se encoge de hombros y te dice que eso es lo que hay, que la vida es así y que solo queda resignarse. Entiendo la gente que tiene que agachar la cabeza y tomar un trabajo precario porque no tiene otra alternativa pero no entiendo a la gente que dice que hay que sonreír al que te explota.

También hay mucha gente, familiar en concreto, que siguen teniendo la versión de ti de cuando saliste por primera vez hace más de diez años. Vuelves a la casa y vuelven a tratarte como antes, no tomando en cuenta de si has madurado o de si tus gustos han cambiado o no. Los mismos patrones, la condescendencia con el que supuestamente no sabe nada, las instrucciones innecesarias sobre cómo y qué cocinar para alimentarse. ¡Joder, si no supiera cocinar ya estaría muerto! Y los mismos epítetos, el sambenito de estudiante nunca se te quitará hagas lo que hagas. Claro, para esa gente tu profesión sigue siendo estudiante, aunque hayas hecho cosas muy diferentes, visitado los lugares más variopintos y ganado dinero por tu cuenta.

Ay, también me cuesta mantener y reforzar los vínculos de amistad de antaño. El día a día, al ser cortado, resiente la amistad pero se puede mantener mediante una correcta y afortunada modificación. Sí, volver una vez al año y verlos en una o dos ocasiones hace que el reencuentro sea buena cosa y se rememoran buenos episodios. Pero si permaneces más tiempo ya no eres y no son excepcionalidades en tu agenda y las remembranzas pronto se acaban. Hay que seguir construyendo la amistad. Y cuesta, puesto que hay muchos vivencias que en cada uno no han sido vividas. Hay un agujero y a veces se hace difícil sortearlo para seguir reforzando los lazos.

La vida es complicada, mi periplo vital entró en una era de cambios y temo desconocer cómo va a ser mi futuro. No sé y la pinta de la situación española no es muy sugerente. No queda otra, la verdad. Habrá que dejarse llevar y poner negro sobre blanco mis pensamientos para hacer catarsis.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Diario de Viaje: Estepa (Enero de 2008)

Otra localidad sevillana, famosa por sus productos navideños. La verdad es que cerca de finales de año si pasas por las fábricas el olor a mantecado es muy evidente. Curiosa localidad, la cual se asienta a los pies del cerro de San Cristóbal, que puede ser considerado como una de las primeras estribaciones de la Cordillera Subbética.

Aparte de la estructura típica de pueblo andaluz posee barrios de nueva edificación con un excelente paseo turístico. El lugar, a pesar del tamaño del pueblo, se ve siempre concurrido. Un par de veces habré estado allí para almorzar junto con los amigos o para visitar algún pub para romper con la monotonía del pueblo.

Posee ruinas arqueológicas bien conservadas y desde la propia Estepa se pueden recorrer enormes olivares.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Diario de Viaje: Lucena (Febrero de 2008)

Localidad famosa, rival de Puente Genil. Cercana, con buenos cines y con un núcleo industrial bastante interesante. La verdad que es una pena que solo haya pasado por allí dos o tres veces. Sin embargo, tiene más movimiento y mucha más oferta variada y no tan enfocada en tradiciones añejas mananteras. Bueno, aunque me dicen que también adolece de mucha casta afín a la caspa. Pero bueno, ¿qué le vamos a hacer al solar patrio?

Aparte de una silla enorme que tiene a las afueras y que existe aún la torre donde tuvieron encerrado a Boabdil fue la ciudad donde estuvo desterrado el gran filósofo Averroes y antaño fue un importante núcleo de población judía. Lástima que fui de noche y poco pude ver, quizás la parroquia de Santiago y poco callejeo (en otra ocasión solo pasé rápidamente por la gran estación de autobuses para hacer conexión). He de repetir esta visita para empaparme mejor y con mejor conocimiento de las cosas (¡vivan los mapas de Internet!).

Lo que sí es que había un bar alternativo, con cierta inspiración gótica, rockera y metalera. Buen lugar para escuchar música y beber unos cuantos cubatas.

Lo dicho, prometo volver al lugar y expandir algo más esta entrada.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Diario de Viaje: Aguadulce (Mayo de 1996)

Diminuto pueblo en la provincia sevillana. Tiene una bella plaza central, aunque si tengo que tirar de recuerdos, se me hace más difícil dar descripciones certeras.

Como mucho llego a recordar una avenida larga con casas de uno o dos pisos a las afueras del pueblo. Allí, un restaurante donde pudimos hartarnos de comer en la celebración de la Primera Comunión de un amigo de mi hermano. La cosa llegó a desvariar entre los vecinos invitados al evento. Mucho alcohol vedado a un menor de edad, que era yo en esas épocas.

Poco más que añadir, al menos queda dato para indicar que lo visité al menos una vez en la vida.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Estabilidad regia ante la tormenta política

Si hay una característica principal que destaque a las monarquías, aparte del derecho hereditario conocido por todos, es la de neutralidad. Pero esta va unida a la de visión a largo plazo, pues al ser depositaria de una larga tradición histórica y las ganas de perpetuarse en un mundo que no le ve utilidad, planifica más allá del tumulto puntual, mide sus tiempos en eras mayores a legislaturas de cuatro años. Si se mira por el país, ha de hacerse en intervalos de tiempo algo mayores. Planes a futuro.

Puede pensarse que ya uno nace por derecho de sangre con todo dado, con todo seguro. Pero el mundo nunca ha sido algo seguro ni inmutable. En contra de este argumento de todo decidido (saco este argumento de los muchos que se les puede sacar en su contra) está la realidad de que ha de ganarse el puesto día a día, el titular y la familia han de revalidarse cada poco y la opinión pública se determina con mayor periodicidad y se toma más en serio que las idas y venidas de, por ejemplo, un partido político en concreto (estos siempre pueden rencauzar su estrategia cada pocos años para que la siguiente elección le sea más favorable).

La institución de la Corona llegaba a una puntuación de 3,7 justo durante la abdicación de Juan Carlos I. Felipe VI pudo remontarla hasta un 4,3 y ascenderla a principios de año hasta un 6,4.

El actual Rey, a inicios de este año que ya decae, obtenía una puntuación de 7,3 y lo ha mantenido hasta alcanzar hace poco un 7,2. Su aparición ante el desafío soberanista y la defensa de la unidad de España le ha granjeado muchas simpatías, más a él que a la monarquía en sí. Es garante de la unidad y eso es lo que defendió. No es como indicaron algunos que como representante debía aceptar todas las ideas, que fuese un monarca de todos, y que por tanto debía mantenerse al margen en todo este conflicto secesionista. Más bien su actuación fue motivada por las políticas contrarias a toda ley que se estuvieron llevando a cabo. No criticó la idea, sino la forma de implementarla. No sé por qué tanto lío armado. Las puntuaciones favorables al Rey vienen por las mujeres (7,6) y los ancianos (9,3) aunque también su valoración crece entre los jóvenes (6,5). Es sorprendente que el votante de Podemos, que a principios de año le daba un 1 de media, ahora, tras el discurso, le dé un 4 de media. Ante tantos movimientos sorprendentes, ante unos políticos que apenas llegan al 5 y que poseen miradas a corto plazo, la idea de solidez y estabilidad es una apuesta segura. Ante la tormenta la gente se pone a buscar una referencia, algo estable.

Por otro lado, la reina Letizia obtuvo a principios de año una puntuación de 6,3, algo mayor que la de su suegro Juan Carlos (6,1) y donde siempre gana la admirada Sofía (7,5). En cuanto a las hermanas de Felipe VI, doña Elena solo llega al 4,5 (y es que ya apenas posee apariciones públicas como representante de su hermano) y doña Cristina se hunde hasta un 2,0, ya que a pesar de haber sido condenada solo a una multa, evadiendo la cárcel, la gente no ha quedado convencida de sus argumentos de amor ciego hacia su marido. No ha podido seguir una actuación seria y digna de su cargo.

Reiterando lo del inicio, si bien en principio parece que la Corona tiene resueltas muchas cosas, en el fondo, es una de las instituciones más delicadas y por ello sondea la opinión de manera diaria. Cualquier paso en falso puede ser fatal.

lunes, 30 de octubre de 2017

Diario de Viaje: Hornachuelos (Julio de 2005)

Tampoco tengo muchos recuerdos del tema. Dentro de la visita a Palma del Río una amiga nos propuso ir a Hornachuelos, su pueblo, ya que había unas fiestas en el lugar. La verdad que no recuerdo nada característico, típico pueblo blanco cordobés. Al hacer la visita por la noche no pudimos ver el bello enclave en el que está.

Eso sí, recuerdo una portada de feria en un parque con albero (combinación nada extraña en esta seca Andalucía). Seguramente hubo un botellón y la visita a una o dos casetas para gestionar el ambiente del lugar. Vuelta en coche rápida y descanso para la siguiente jornada sobre astronomía.

jueves, 12 de octubre de 2017

Retornando al Reino

Pues sí, tras 11 años dando tumbos por el mundo ha tocado volver al origen, al punto de partida. Años y años viendo mundo, formándome, madurando, ganando experiencia. Y ahora, como si fuese un paso estratégico, toca volver a lo que ya conocía.

Cuando un ambiente es tóxico y te desmotiva, por muy bien que parezca la situación laboral, es preferible dar un paso al costado y no perder la dignidad. La verdad que estaba cansado del espíritu competitivo que había en la facultad, con gente de nivel mediano que se creían dioses por venir de la mano de las autoridades del momento. Ninguneo, inseguridad sobre el futuro, condiciones del entorno desfavorables y andando sospechando de todo el mundo. Eso no se puede sostener mucho. La familia y la salud corporal y mental son la prioridad.

Dejé atrás buena gente, dejé buenos amigos y estudiantes. Me dio cosa dejarlos en esa situación precaria en la que estaba la institución pero uno no puede ser eternamente una 'Madre Teresa'. Hubo varias semanas de despedidas, a cual más emotiva. Y bueno, dudas y temores en el vuelo no valieron para abandonar un país que nos ha acogido durante tres años. Incluso Midna tuvo un viaje placentero.

Y bien, choca ser alguien reconocido y querido en un lugar para volver a ser uno más. Querido sí, pero sin poder dar a quien lo necesite un carisma y ayuda. Mi esposa, luchadora como pocas, se cansó de intentar convalidar sus títulos y era momento de probar nuevos problemas, pero en otra región del mundo. ¡Ay! Vuelves a un sitio que ya no reconoces, vuelves a un sitio que ha evolucionado sin ti. Volver a encajar es muy difícil y no te sientes nunca de vuelta. Y más con los líos políticos del momento.

Terminar el máster me ha ayudado a aguantar la traca final y me ha cambiado mi punto de vista, sinceramente. A pesar de sus falencias he visto muchas cosas positivas, he aprendido y me ha motivado durante casi un año. Ahora toca buscar trabajo, en un país donde la derecha ha aprovechado el final de la crisis para implantar las políticas neoliberales y tener imposible la búsqueda de un trabajo remunerado dignamente y con duración que no sea irrisoria. Y bueno, nuevos papeleos que nunca nos dijeron que existían. Eso mina la moral y te obliga a olvidar la idea de que un día llegarás a un momento de estabilidad vital, laboral y emocional. Nos obligan a ser trotamundos, nos obligan a que todo sea provisional. Nos obligan a comprender la locura de varias administraciones a las que acudir con criterios diferentes y con trabajadores con pocas ganas de aclarar.

Es una lástima, pero no queda otra sino volver a levantarse del barro las veces que sea.

domingo, 8 de octubre de 2017

Diario de Viaje: Palma del Río (Julio de 2005)

No puedo decir mucho, pues no recuerdo bien todos los detalles. Recuerdo que fuimos varios compañeros de facultad para un curso veraniego sobre astronomía y observación del cielo nocturno y que esto se convertirían en créditos de libre configuración curricular. Así que mucho de lo que recuerdo son clases teóricas de cómo montar un telescopio y qué se puede observar. Evidentemente, hubo clase práctica observando la estación espacial, Marte y algún que otro planeta (y otra donde observamos las manchas solares).

Recuerdo calles estrechas y una amplia avenida, todo el pueblo rodeado de sus tradicionales naranjos, una antigua muralla y una vieja iglesia, pero la verdad que poco más. Nos quedamos en el campo de una compañera y recuerdo una plaza con albero donde comimos pizzas en un ambiente bien festivo.

Lástima que en esa época no tenía cámara de fotos y los móviles no estaban tan desarrollados como en la actualidad. Pero bueno, no queda otra que volver a pasar por esta localidad y actualizar mis recuerdos, je.

viernes, 6 de octubre de 2017

Diario de Viaje: Lopera (Agosto de 1997)

Un pueblo de la provincia de Jaén pequeño pero acogedor. Pocos recuerdos tengo de él, solo algunas avenidas con arbolitos y muchas casas blancas. Pueblo eminentemente agrícola, claro está, como los clásicos pueblos andaluces de trabajadores esforzados y sufridos por condiciones climáticas ciclópeas y condiciones laborales precarias. Eso sí, con monumentos a los emigrantes y loas al carácter andaluz. Sus numerosas fábricas de aceite confirman todo esto.

Lo que más recuerdo es una enorme plaza central, muy amplia y adecuada para ferias y fiestas estivales. Las iglesias pequeñas con restos de épocas pasadas y los rinconcitos que hay entre calles merecen la pena ser visitados. Pero lo que más destaca de Lopera es su castillo. Construido durante la Reconquista es un ejemplo del trabajo que llevó a cabo la orden militar de Calatrava por estas tierras. Murallas altas y una edificación defensiva como la que el cine nos tiene acostumbrados. Eso sí, creo que para visitarlo se necesita arreglar una cita previa con el Ayuntamiento de la localidad.

jueves, 5 de octubre de 2017

Diario de Viaje: Montoro (Enero de 2014)

La verdad que es un pueblo que merece la pena visitar. Está muy cerca de la ciudad de Córdoba y tiene una historia bastante interesante. Confieso que aún no lo he pateado como se merece, pero tiempo al tiempo. Menos mal que mi primo es un excelente guía en estos temas.

La parte nueva es como todas, la verdad. Y nada anómalo con respecto la tendencia de pueblo andaluz blanco. Pero tiene unas vistas impresionantes y se puede deleitar uno viendo Montoro y su barrio Retamar unidos por un puente que evade el Guadalquivir. El casco histórico montoreño posee numerosas colinas y hay que subir y bajar con fuertes piernas, ya que la estrechez de sus calles hace complicada la conducción.

La torre de la iglesia de San Bartolomé domina todo el pueblo y las construcciones con sillares de alrededor hacen que merezca pararse toda una tarde y tener una buena cámara de fotos. Es más, si se callejea lo suficiente te puedes topar con una casa cuya fachada está formada íntegramente con conchas.

Ya bien lejos del centro urbano se puede visitar la ermita de la Virgen de la Fuensanta, la cual acumula a muchos creyentes en sus fiestas y da lugar a multitud de peroles en sus cercanías. Eso sí, los legendarios 'meados de la Virgen' (una fuente natural que emanaba por debajo de la ermita con sus legendarias propiedades curativas), ya dejaron de existir hace tiempo.

domingo, 1 de octubre de 2017

No tenemos miedo

Por fin encuentro huecos en la agenda para poder escribir. Muchas cosas han pasado y mucho hay que escribir. Pero bueno, lo importante es que estamos al pie del cañón y nada mejor que recomenzar recordando a las víctimas del 17 de agosto en Cataluña.

Mucho intentaron las fuerzas de seguridad y durante muchos años se han desbaratado multitud de atentados, desarticulándose células yihadistas mientras planeaban sus atroces actos. Desgraciadamente, tal impoluto curriculum se vio quebrado por la sucesión de errores y falta de comunicación. Adeptos al Estado Islámico utilizaron una furgoneta en Las Ramblas de Barcelona, atropellando a multitud de personas y matando a 15, con más de 130 heridos.

Se habla del imán de Ripoll, Abdelbaqi Es Sattii, como el inductor y adoctrinador de los atentados. Una persona seguida y vigilada por varios grupos de seguridad internacionales. Avisos de agencias de inteligencia que no fueron seguidos y la entrada de la política en estos temas, ayudaron a que pasara lo peor. El día previo en Alcanar explotaron numerosas bombonas de gas que después quedaron vinculadas a un plan más macabro de los terroristas: alquilar camiones y detonarlos con las bombonas en sitios estratégicos de Barcelona. Una mala manipulación dio al traste con estos pérfidos planes y los terroristas empezaron a improvisar. Alquilar una furgoneta y usarla como ariete es ahora la macabra técnica que usan (recordemos en Francia cómo han actuado en los últimos tiempos los yihadistas). Abortar un plan detallado y de grandes dimensiones se ha convertido en la especialidad de los grupos de inteligencia pero los atentados más 'caseros' de baja intensidad y con menos muertos son más difíciles de abortar. Sacar un cuchillo de la cocina y empezar a apuñalar es más difícil de prever.

El terrorista, Younes Abouyaaqoub, huyó y acuchilló a un ciudadano para robar su coche y huir del lugar. Fue el coche que escapó a un control policial y fue tiroteado. En la parte trasera encontraron el cadáver desangrado de la víctima: Pau Pérez.

En la madrugada, cinco de los integristas no tuvieron la mejor opción que intentar de nuevo un atropello masivo en la localidad de Cambrils. Intentaron internarse en el paseo marítimo y fueron tiroteados por las fuerzas de seguridad, abatiendo a todos los pasajeros del coche mortal. Los terroristas, jóvenes marroquíes residentes en España.

La desinformación fue enorme en las primeras horas, dando versiones falsas los medios de comunicación, como que se habían atrincherado los terroristas de la furgoneta en un bar y contaban con multitud de asustados rehenes. Eso sí, la información de los Mossos fue bastante clara y precavida, desarrollando una actuación excelente y haciendo olvidar la mala fama que tuvieron previamente.

El día 21, Younes fue finalmente abatido en la localidad de Subirats en un camino rural, amenazando con detonar su cinturón de explosivos, los cuales eran falsos.

Momentos de dolor, sufrimiento, preocupación, pero en la manifestación posterior de las autoridades políticas en rechazo de los atentados, clamando que no teníamos miedo se hizo gala más de intereses políticos que por solidarizarse con las víctimas y mostrar rechazo a la barbarie terrorista. Entre una multitud que condenaba los atentados se alzaron voces discordantes que preferían indicar las desavenencias entre España y Cataluña o cuestionar la presencia del Rey. No era el momento, no era el modo. La política impregnó el dolor y se perdió el sentido. Así no.

lunes, 14 de agosto de 2017

El desprestigio de la rojigualda

Aprovechando que hay por fin huecos en mi agenda, retomo con fervor este blog, con el que he caminado largo y tendido durante mucho tiempo. Voy a poner de manera más o menos ordenada unas reflexiones que me surgieron al leer la tesis de D. García Fuente, donde hace un detallado repaso de las vivencias de la bandera rojigualda, la cual ha tenido momentos buenos y momentos malos. La cuestión es saber por qué, ya que si representa al Estado debería quedar afuera de conflictos internos de tendencia política.

El tema de su confección como bandera de la Armada en los tiempos de Carlos III parece ya bastante conocido. No fue sino hasta 1843 en que no se convirtió, por su popularidad, en la bandera del ejército. Se la llamaba 'bandera nacional', ya que en el proceso de formación de los Estados nacionales convenía crear enseñas comunes y que no fuesen las del monarca de turno. El uso en otros aspectos que el militar no era muy común por aquella época, por ahí la relevancia que la usara el ejército. Pero, como su nombre indica, representaba a la Nación y así sucedió durante esos años. La revolución de La Gloriosa de 1868 vino a confirmar esto, o sea, que la bandera nacional era de la Nación y no representaba la Monarquía isabelina, que ya poseía de por sí sus propios emblemas. Es más, el Gobierno Provisional lo único que tuvo que hacer fue confeccionar un escudo nacional propio, alejado del escudo real que era el que había hecho las veces de representación nacional, aunque sea un poco raro llamarlo así antes de las conformaciones nacionales. Tanto Gobierno Provisional, como la Regencia de Serrano mantuvieron la bandera rojigualda, así como la monarquía de Amadeo I, el cual, como representante de una nueva dinastía solo modificó el escudo nacional.

La llegada de la I República, tanto su corte federal como su corte unitario, mantuvieron la bandera roja y amarilla, aunque eliminaron la referencia a la corona que se representaba sobre el castillo y el león (este aún coronado). Si bien se propuso algún que otro modelo para crear una nueva enseña nacional, no pudieron ganar ningún concurso al considerar las propuestas menos atractivas que la bandera rojigualda.

Las cosas cambiaron con la Restauración alfonsina. La legitimidad de esta nueva monarquía se basó en que la existencia de un rey era consustancial a España y que solo la presencia de un monarca podía asegurar la paz y la prosperidad en España. Monarquía y España, según las tesis de Cánovas del Castillo, eran indivisibles, luego los símbolos nacionales españoles también representaban a la monarquía española. Cánovas intentó entonces convertir a la monarquía en algo común, un emblema nacional más y su táctica fue asociar la rojigualda a la Familia Real. Ambas entidades nunca estaban por separado, en cualquier visita, desfile o discurso, los miembros de la Familia Real iban acompañados de la bandera rojigualda, y también del himno nacional. Con el paso de los años se consiguió el objetivo, la aceptación de la monarquía, pero a cambio de que la rojigualda fuese considerada como un elemento monárquico más y no como un elemento nacional. Así quedaron vinculados los colores rojo y amarillo a la monarquía.

Con Alfonso XIII empezaron a surgir con fuerza los nacionalismos vasco y catalán. En los inicios del siglo XX el nacionalismo periférico intentaba eliminar trazas del nacionalismo español. Su táctica fue clara: atacar la figura del rey. Pero más que ir contra la persona en sí, fueron hacia el elemento que siempre lo acompañaba, la bandera. Los ataques a la bandera y los ultrajes no pararon ni un momento, incluso generaron represiones y crisis políticas que terminaban con la caída del Gobierno de turno. La Ley de Jurisdicciones, de 1906, incluso penaba con fuerza cualquier ultraje a la enseña. A los nacionalismos también se le sumaron grupos republicanos, cada vez más numerosos y mejor organizados. Estos también tenían asociada la bandera rojigualda el régimen monárquico, luego también la atacaban.

En 1915, visto lo visto, se intentó revertir la situación. Se intentó volver a crear la distinción entre monarquía y bandera nacional. Es por eso que empezó a verse la enseña en consulados y embajadas españoles en el extranjero, en un intento de que las potencias extranjeras vieran que monarquía y Nación poseían símbolos diferentes. No influyeron mucho los medios foráneos en la opinión de los españoles que se nutrían de ideas extranjeras, aunque la cuestión de separación iba a ir para largo.

La dictadura de Primo de Rivera potenció el uso de la bandera nacional y penó con crudeza cualquier ataque a la monarquía o a la bandera. Si bien en 1927 la enseña rojigualda sustituyó a la tradicional bandera mercante española para hacerla más presente en la vida cotidiana y en los negocios, estas represiones crearon más desapego tanto a la monarquía como a la enseña rojigualda. En la posterior etapa, conocida como Dictablanda, se intentó relajar la persecución de los ultrajes e incluso se propuso el uso de banderas regionales junto a la rojigualda. Pero ya era demasiado tarde. El advenimiento de la II República también portaba una nueva enseña, la tricolor. Parte inferior morada, franjas de igual anchura, escudo renovado y colocado en el centro de la enseña. Aunque en un principio vino para representar la Nación y sustituir a una enseña desgastada y manipulada, poco pudo hacer mella. Los ataques al nuevo régimen y a su bandera creó bandos y pronto se asoció la tricolor al movimiento republicano, perdiendo su intención original. La Ley de Defensa entonces persiguió con esmero toda exaltación a la monarquía o a la bandera bicolor.

Las esperanzas de nueva oportunidad para España pronto se truncaron y estalló una sangrienta Guerra Civil. Si bien las tropas sublevadas comenzaron utilizando la bandera tricolor en un intento de convencer de que seguía intacta la lealtad a la República, a los pocos meses empezaron a colocar una tira roja en la banda inferior. Esto no solo se hizo para diferenciar bandos, sino para atraerse a los combatientes requetés, aquellos soldados afectos al antiguo carlismo, los cuales seguían abanderando la enseña rojigualda. Franco entonces intentó insertar la bandera como emblema nacional, alejado de connotaciones monárquicas, aunque fuese monárquico no tenía intención de alejarse del poder y aplicarlo con mano de hierro. La 'nacionalización' de la bandera bicolor se hizo colocando un nuevo escudo, muy alejado de los usados hasta el momento y lo llenó de alegorías imperiales y lemas fascistas.

La política franquista del uso de la nueva bandera y su aceptación hizo que fuese enarbolada en festejos, actos religiosos, usada como banderines en el deporte o como decoración. Incluso se decretó su izado en colegios. Las protestas al régimen dictatorial, a pesar de ser fuertemente reprimidas, nunca se anularon. Pero en vez de protestar con la enseña tricolor, asociada ya el régimen republicano, se enarbolaban banderas regionales. Poco a poco empezaba a surgir una oposición al régimen que apostaba por democracia y autogobierno y en las zonas donde una vez primó el nacionalismo periférico, volvieron a verse de nuevo las antiguas enseñas. Y en otras regiones también empezaron a verse en eventos deportivos o folklóricos enseñas de reciente creación.

La muerte del dictador dio alas a la oposición democrática. Los grupos de izquierda enarbolaron pronto la enseña tricolor y las pretensiones de autogobierno iban enmarcadas con multitud de banderas regionales. La Transición generó un pacto y una mezcla: la bandera nacional seguiría siendo la bicolor pero con un escudo renovado y en el texto constitucional se consagró el uso y protección de las banderas regionales, a pesar de las pataletas de algunos políticos relevantes. Las banderas autonómicas pronto se hicieron muy populares, tanto que durante la década de los '80 apenas se vio la bandera rojigualda. Los nuevos gobiernos autonómicos querían crear en la sociedad un apego por su nuevo territorio y la mejor manera fue usando masivamente sus símbolos. Tácitamente la bandera nacional intervino poco e incluso se aconsejaba su ocultamiento. Quizás en favor de la publicidad de las nuevas enseñas, quizás para purgarla de las connotaciones franquistas.

Si embargo, la Familia Real también iba siempre acompañada de la enseña rojigualda, lo que ha hecho retomar la asociación de bandera bicolor con monarquía. Ocultarla tanto y solo mostrarla en estas situaciones ha vuelto a ser contraproducente. Pero a la entrada del siglo XXI, la enorme cantidad de éxitos deportivos hizo que recobrase una nueva fuerza la enseña bicolor, perdiendo el miedo a usarla y mostrándola incluso en balcones particulares. La enseña volvió a tener visibilidad y los organismos oficiales incluso volvieron a usarla en mástiles que habían estado la mayoría de las veces vacíos. Los rifirrafes en ayuntamientos vascos empezaron a ser anunciados en los medios de comunicación y su uso o ultraje en manifestaciones separatistas han tenido repercusión.

Pero bueno, la crisis económica e institucional tan fuerte que ha vivido España ha provocado, de nuevo, un desafecto en todo símbolo estatal, bandera incluida. La decepción en la política, las instituciones y los representantes ha hecho que se vuelva a ver con simpatía enseñas tricolores y regionales, ahora con significados y modificaciones que tienden más al separatismo. La historia parece volver a repetirse.

sábado, 12 de agosto de 2017

El legado de Castillo Anzur

Siempre que se habla de Puente Genil y su historia, se habla con reverencia del Pontón de don Gonzalo, incluso más que Miragenil. Bien es cierto que fueron sus núcleos fundadores y que el pueblo en sí no tiene larga historia, sino más bien estos municipios previos, donde hay que echarse atrás hacia la Reconquista (a finales del siglo XIII) para dar un inicio y una tendencia al alza a partir de finales del siglo XV y mitad del siglo XVI.

Supongo que pasa lo de siempre, unas ganas de ensalzar la historia cristiana y otra de minimizar la historia musulmana. Ahí las ciudades de Córdoba y Granada, por ejemplo, discrepan mucho. O también que las fuentes musulmanas son escasas y a veces vagas. Pero en el término municipal del pueblo actual se asentó Castillo Anzur, de fundación árabe y con bastante relevancia en su época. Incluso el escudo del pueblo resalta la fortaleza, pero después de su relevancia militar y estratégica fue vaciándose de contenido.

Atendiendo a los textos de Francisco Esojo Aguilar, el asentamiento de Castillo Anzur se fundó probablemente allá por el año 910. Se situaba en la frontera de la cora de Rayya (aunque administrativamente dependía de Bulay -actual Aguilar de la Frontera-, perteneciente a la cora de Qabra -actual Cabra-) y obedecía al nombre de al-Ranisul. Se le suponía zona de vigilancia del valle del Genil y no es hasta el siglo XII cuando se menciona al lugar como fortaleza en el marco de las campañas bélicas del monarca aragónes Alfonso I por Jaén, Córdoba y Granada (1126).

La transformación de asentamiento a fortificación parece que fue gradual, con avances en las épocas almorávides y almohades, además de en época cristiana, debido a la cercanía de la frontera del Reino nazarí de Granada. Su localización en las estribaciones de la Cordillera Subbética le hace partícipe de una gran zona de control y supervisión, aunque con el progresivo retroceso de la frontera su relevancia fue decayendo. Si bien hubo pactos de pleitesía donde los antiguos habitantes musulmanes podían mantener sus costumbres y tradiciones, la administración de Castillo Anzur fue cambiando de manos cristianas con mucha asiduidad.

La conquista cristiana hace que la fortaleza pase a nombre del Concejo de Córdoba y poco después Alfonso X dicta que las tierras cercanas a Castillo Anzur pasen a manos de la Casa de Aguilar, en la persona de Gonzalo Yáñez Dovinhal, aunque en 1258 dona el territorio a la Iglesia de Córdoba, más específicamente al obispo Fernando de Mesa. La jurisdicción eclesiástica solo duró hasta 1264, volviendo al señorío original.

El tema del territorio que ocupaba Castillo Anzur tampoco estuvo exento de polémica y tuvo que remitirse a un comité de ancianos musulmanes para que restableciesen las fronteras de antiguo. Los lindes quedaron haciendo frontera con Aguilar, Lucena, Benamejí y Estepa, justo los límites actuales de Puente Genil. Es más, en estos pleitos (1273 y 1307) ya empieza a referirse al Pontón de don Gonzalo como un asentamiento de Castillo Anzur dedicado a gestionar el paso por el río.

En 1333, Castillo Anzur, dependiente del Señorío de Aguilar, toma parte de la nobleza ante la guerra contra Fernando IV, recibiendo ayuda incluso de los granadinos. No fue hasta 1352 en que Pedro I sitia Aguilar y consigue su rendición. En 1356, este monarca castellano entrega Castillo Anzur a Vasco Alfonso de Sousa por una aceña en Écija pero en 1372, Gonzalo Fernández de Córdoba consigue recuperar la fortaleza para la Casa de Aguilar.

En la etapa de Alonso Fernández de Córdoba (1455-1501) es cuando entra en total declive Castillo Anzur y se comenzó a favorecer al Pontón de don Gonzalo, reconstruyéndolo y fomentando su repoblación, ya que los avatares de la Reconquista habían hecho que se abandonase hacía ya tiempo. Con Granada ya muy lejos no era esencial una defensa permanente y convenía más los réditos económicos de portazgo al atravesar el río. En 1494 incluso la Casa de Aguilar destruyó en Lucena el pontón del Maestre para monopolizar en el Pontón de don Gonzalo todo el tránsito. Tuvo que ser en esta época que se despobló completamente Castillo Anzur, quizás pasando todos sus habitantes a la nueva y cercana localidad (que contaba al principio del siglo XVI con 404 habitantes). En 1501, con el nuevo Señor de Aguilar, Pedro Fernández de Córdoba, se citan a las autoridades del Pontón y no de Castillo Anzur para que lo reconozcan como señor. Es más, se indica claramente que del Pontón el reconocimiento lo hacen los oficiales, no alcaldes ni alcaides, puesto que el asentamiento depende directamente de Aguilar, no de la antigua localidad de Castillo Anzur.

La Casa de Aguilar transmutó en el Marquesado de Priego y en 1519, con Catalina Fernández de Córdoba, se reafirma la existencia del Pontón y la completa omisión de Castillo Anzur. Los pleitos de 1538 y 1540 refuerzan el papel del Pontón en favor de los intereses del marquesado en contra de Estepa. La importancia se revela en que en 1534 se alcanzan los 900 habitantes. En 1554, el Pontón ya goza de alcalde mayor y comienza a ocupar zonas estepeñas al poblar la dehesa de las Quebradas, movimiento que terminará generando la aldea de Sotogordo. Quizás estos movimientos y pleitos y las ganas de crear una compotencia, son los que terminan originando la creación de Miragenil en la orilla opuesta. El resto, también es historia, pero no de Castillo Anzur.

viernes, 11 de agosto de 2017

Cuando la soberbia te nubla

Guerras y más guerras, hay gente que no concibe vivir de otra manera. Y eso, a los que queremos vivir en paz, nos cansa.

A veces la guerra es una consecuencia de actos políticos. Intereses partidistas que no pueden chocar directamente y aprovechan para encontrar escenarios, lugares tensos que brindarán el campo de batalla. Ellos, los gerifaltes, quedarán en la sombra y moverán las piezas a su gusto. Las piezas, engreídas, se creerán adalides de la causa que cuentan con el apoyo incondicional de cierto político o movimiento y actuará con más saña, no dándose cuenta que justamente es la marioneta que luchará una batalla que en el fondo no es la suya.

Por eso digo una y otra vez, sin cansarme, que nunca elijas bando por el mero hecho de que te obliguen. O porque te lo piden. Sé consciente, evalúa pros y contras de los bandos, entra en uno (o no) cuando estés convencido. Porque si no, solo serás un peón: útil para batallar de manera manipulada y sin remordimientos por parte de la mano maestra para sacrificarte. No sean, por favor, carne de cañón.

Normalmente es fácil manipular a un sector de las personas. De ahí el nuevo remonte del populismo. Pero en ciertos sectores cuenta más la adulación, enseñar una rendija de poder para que cierto sector fantasee con él. Darle a probar un poco para que quiera más, para que desee ascender sin importar a quién pisotear. Adularle el ego. Pero no mucho, vaya que consiga tanto ascendiente como el tuyo e intente derribarte. Gente soberbia, sin escrúpulos, en un mundo en el que cualquier cosa ya ha sido impregnada por lo más aborrecible del neoliberalismo. El mundo ya no es el que era, ahora parece todo un videojuego en una caza vertiginosa de conseguir puntos, bonus, estrellas... Ya se mira más la forma y menos el contenido.

Pero retomando, en la batalla en la que te crees el mejor estratega de los tiempos, cuando combates en una institución pública o en un lugar con atención mediática, olvidas que estás siendo manipulado por poderes muy superiores al tuyo, por gente que sí es estratega realmente. En tu fútil intento de reivindicar para ti la figura de Napoleón o de Alejandro, manipulas por ansias de poder a todo el que puedas. Haces mal a gente por mera soberbia y con ignorancia sigues actuando. ¡Cuánto daño han hecho, en cierto sentido, House of Cards y Game of Thrones! Ahora cualquiera se cree un estratega, una mente bélica y conspiradora que nunca se dio en el mundo.

¡Ah! Pero no siempre se gana, no siempre deleitas la merecida victoria. A veces caes brutalmente derrotado. Siempre hay alguien más listo o manipulador que tú. Pero bueno, lo que digo siempre, si pierdes, al menos hazlo con dignidad. Acepta que tu contrincante (quizás también manipulado por poderes que también desconoce) fue más inteligente que tú, que tuvo mejor estrategia o que la suerte le sonrió, yo qué sé. Pero es muy patético dar pateletas, llorisquear y renegar de tu derrota. Eso te deja en una posición altamente risible. Es de sabios aceptar cuándo quedaste derrotado, en serio. Y se puede aprender mucho, pero en cambio, si sigues soñando en una épica remontada, como si fuese esto una simple película, tu reputación caerá por los suelos. Los manipulados se darán cuenta de que lo fueron y pronto perderás crédito y reconocimiento. Tu derrota será mayor. Es por eso que la soberbia es mala consejera y los inútiles intentos de reivindicación generarán hastío y desapego.

¡Cuántas cosas similares he tenido que presenciar los últimos meses! ¡Cuántas veces he visto esa niebla en los ojos que es la soberbia! Eso sí, muchos han quedado retratados sin caretas ni poses, se les ha visto la ignominia. Y de eso no hay vuelta atrás.


domingo, 6 de agosto de 2017

Diario de Viaje: La Calera en Cotacachi (Julio de 2015)

Creo que se me pasó este lugar. Pero bueno, para celebrar el cumpleaños de un compañero de trabajo fuimos a esta comunidad, un poco alejada del núcleo urbano y con muchas curvas para acceder.

Fue muy curiosa la estadía porque se hizo comida bajo tierra. se calientan piedras y se entierran, junto a la comida, todo recubierto de hojas, creo que de plátano. Música de la región y paseos por el campo. Todo excelente, es una experiencia que recomiendo a todo el mundo.

miércoles, 21 de junio de 2017

La humildad de escribir

Ser humilde a veces viene bien. Quizás a algunos les vaya bien con la soberbia o que hay que usarla de vez en cuando y con mesura. Pero no creo que puedas estar mucho tiempo gastando energía y recursos para estar siempre por encima de los demás. Si eres bueno, no necesitas demostrar que lo eres, viviendo quedará patente.

Desde mayo de 2008 que tengo este blog. Bueno, este de dominio '.com' de más reciente, ya que el '.es' que tenía empezó a fallar desgarradoramente y terminé por crear esta copia de seguridad que, con el tiempo, se ha convertido en la única y auténtica versión. Sé que ahora los blogs no están de moda, la sociedad de ahora gasta energías en otras cosas, tales como en el tema visual. Olvidan que no todo es visual. El texto puede ayudar a entender mucho y con algunas imágenes todo queda más fácil de comprender. O al revés. Las imágenes (o vídeos) pueden ayudar a comprender algo, pero siempre va a ser necesario un breve texto compañero para cubrir los detalles.

Hay que ser humilde en el estilo de que no todo el mundo está pendiente de ti. Algunos lo estarán, pero el resto considerará que eres algo anecdótico en sus vidas. Vivir como si fuera un escaparate continuo no ayuda mucho y también gasta energías y vacía por dentro. Es más, en unas redes sociales que te piden a gritos que seas feliz y popular te amarga más, te hace sentir más infeliz de lo que somos por definición. Si hacemos algo pensamos que no es lo suficientemente bueno como para que los demás den su aprobación y confirmen que somos felices y que merecemos que nos envidien.

Seamos más humildes. No vivamos para agradar a los demás. Vivamos para ser felices por dentro y hagamos sentir bien indirectamente a los que nos quieren. No todo es imagen y ser sincero ayuda a fortalecernos y a marcar nuestro camino sin usar máscaras.

Y eso es lo bueno de los blogs. Solo hay letras, una detrás de otra. No necesitas crear una imagen y mantenerla, solo necesitas estar a gusto con tu yo interior y dejarlo salir a la luz a golpe de tecla. Ver que lo escrito va más allá de una cáscara. Podrá gustar o no, pero tienes el don de enseñar tu interior a quien deseas.

martes, 9 de mayo de 2017

Discusiones con don Eduardo

Andaba con las ganas desde hacía tiempo, pues muchos me habían hablado de él. Las venas abiertas de América Latina es un gran libro que te hace pensar y reflexionar mucho. Eduardo Galeano pone el dedo en la llaga de varias situaciones para poner en contexto por qué Latinoamérica parte de la posición en la que está y por qué le cuesta tanto levantar cabeza. Evidentemente, tengo por seguro que hay más profundidad, pues las cosas tienden a no ser tan simples como parece y más cuando el propio autor renegó de su creación más famosa debido a la petulancia de la prosa utilizada.

Bien es cierto que da un vistazo histórico de esta parte del continente y proyecta males de ayer en la actualidad y hace un escrutinio de los intereses de las potencias extranjeras, en especial Estados Unidos. Sin embargo, para mi pobre opinión, creo que muchas ideas pueden ser discutidas. Además, si he de criticar algo de este libro es que a veces se vuelve muy contradictorio: el propio autor critica aceradamente temas que después ensalza como modelo a seguir.

En primer lugar, me asombra por qué critica tanto que se consuma whisky en Latinoamérica en vez de las bebidas alcohólicas típicas, como si el paladar de la gente o sus gustos fuesen algo impuestos. Si no te gusta la chicha, pues no la consumas. Si no te gusta el whisky, pues no lo consumas. Esto es lo que más me impactó y decepcionó de Galeano, que para ser una buena persona debes tomar lo típico, sí o sí. Eso sí, después de criticar con saña las costumbres capitalistas de los países propone seguir la senda de estas naciones para salir de la pobreza, llegando a otro momento cumbre de la doble moral. Sus posturas revolucionarias y socialistas siempre están presentes en su manuscrito y se puede leer perfectamente el texto bajo su punto de vista. Sin embargo, incluso se disgusta a veces que países latinoamericanos que abrazan dicha senda no profundicen en el modelo socialista tanto como él quisiera. O sea, no es implementar medidas socialistas o revolucionarias, sino implementarlas al grado que él cree oportuno. En otro caso, vale poco (incluida, para sorpresa de muchos, la Revolución Cubana).

El tema de la conquista lo relata crudamente pero hay algunos puntos en los que da cuenta de lo que él supone superpoblación. O hay o no hay, o es buena o no, pero no ambas cosas simultáneamente. También le desagrada que las naciones sudamericanas luchen por un desarrollo tecnológico similar a lo que hay en los países denominados del primer mundo, incluso dice que el avance es algo burgués. Esto casa con su proteccionismo obcecado (ni se le pasa por la cabeza que a veces hay que colaborar entre Estados) y los miedos que le provoca todo avance tecnológico, ya que supone que te conviertes en esclavo de los productores de tales productos, sin pensar que puede ser que ayude a progresar a la sociedad y a dar inicio a la propia tecnología nacional. Pero claro, si cuando habla de minerales y acero y ve que hay que comprarlo de países de fuera de Latinoamérica pone el grito en el cielo. Pero hombre, si pueden ser las materias primas más relevantes de nuestra civilización actual, no puedes prescindir de este recurso por ningún concepto. Como contraparte, ensalza a cada página las bondades de las materias primas del subcontinente: carne, cuero, madera, frutas, telas, etc. En serio, ¿no pueden existir fuera cosas igualmente buenas? ¿También el jamón, el queso, el aceite? ¡Por favor! Que se te ve el plumero.

Claro, siendo un convencido proteccionista, un temeroso de las materias primas foráneas y un ensalzador de las propias es normal que siempre eche la culpa a todo extranjero, europeo o estadounidense preferiblemente. No se le pasa por la cabeza que pueden existir políticos, economistas, militares o personas influyentes latinoamericanos que puedan llegar a venderse por unos cuantos dólares. Misteriosamente, las grandes corporaciones pueden hacer y deshacer a su antojo, que la legislación favorable brotará de una piedra...

Para Eduardo es necesario que todos los países latinoamericanos se unan, aunque una organización supranacional le dé escalofríos, imitar, por ejemplo a la antigua CEE es anatema a pesar de los beneficios que haya podido crear una asociación así. Y como han de ir juntos, ningún país puede destacar sobre otro. Si Brasil es el motor de Latinoamérica no va a ser por su gran población y su industria dinámica ni por su gran producción de materias primas. No. Destaca porque Estados Unidos necesita asimetrías en el sur del continente y le da poder a su perro faldero.

En serio, es un libro interesante y apasionante que revisa los ataques que ha sufrido siglos y siglos esta parte del mundo pero su análisis no llega a ser lo concienzudo y desapasionado que se requiere. Si lo ves bajo su visión muchas cosas encajan y te indigna la política imperialista intervencionista, cómo no, pero sus proclamas y rápidos desmentidos también terminan por indignarte por este lado.

sábado, 6 de mayo de 2017

¿Cordón sanitario para la Infanta?

Tras muchos dimes y diretes por fin hubo sentencia para el caso Nóos, aunque todo está sujeto a apelaciones y a más matizaciones. Urdangarin fue declarado culpable y el fiscal Horrach incluso pidió prisión preventiva aunque se indicó que como vive junto a un escolta del Estado este puede controlarlo y evitar que se fugue mientras duran las apelaciones. Diego Torres también tuvo condena, cosa que hay que aplaudir. Sin embargo, para sorpresa e indignación de muchos, la infanta Cristina fue absuelta, aunque no pudo escapar a la responsabilidad civil y tiene que restituir el dinero sustraído por su marido (pero como depositó una fianza mucho mayor se le va a devolver el plus, cosa que me parece perfecta, ya que, nos joda o no, la ley va a ser igual para todos).

La indignación incluso llevó a dudar de la probidad del juez Castro y las tres magistradas que dieron la sentencia. Rápidamente se le olvidó a la gente los esfuerzos de Castro ante viento y marea. También pronto olvidaron que muchos se jactaban que las magistradas Martín, Romero y Moyà eran ideológicamente próximas a Podemos. Sea esto cierto o no da cuenta de la capacidad de olvidar que tiene la gente para renovar con bríos sus ataques. Evidentemente, nos da morbo y atracción que los famosos, los ricos, los poderosos, lleguen a pasarlo mal y que esto sea aireado por los medios de comunicación. Como una venganza kármica. Yo lo digo ahora, tal y como lo dije antes: no soy experto en leyes y si antes creía en la integridad de la función judicial tras la sentencia sigo creyendo en lo mismo. Y más cuando muchos jueces, off the record, anunciaron que estaban hartos de ser considerados marionetas de los políticos e iban a arremangarse las puñetas de sus togas y a ser implacables. Lo repito, cómo se nos olvidó todo.

Pronto el temblor se hizo notar en Zarzuela. Saliese condenada o absuelta la hermana del Rey, iba a llover sobre este palacete: o porque el Jefe del Estado tenía una hermana entre rejas o porque la Justicia le había hecho un favor demostrando sus favoritismos. Bien es cierto que la Casa del Rey afrontaba el vaivén con algo de protección debido a que el segundo aniversario de Felipe VI como Monarca indicaba que la institución poseía un 73% de aprobación contra un 23% de desaprobación. Incluso las franjas de edad desmentían el hecho de que existe una masa crítica republicana que en unos meses va a dar un golpe de timón a la Jefatura del Estado: +33 en la franja de 18-34 años, +41 en la franja 35-54 de años, +50 en la franja de 55-64 años y +73 en la franja > 65 años.

Bien es cierto que los índices de aprobación bajan con la edad, por lo que eso es un buen acicate para no dormirse en los laureles y obliga a seguir dando a conocer la labor de la primera magistratura y cómo hace para llevar a cabo sus funciones y, cómo no, a llevar la transparencia y ejemplaridad más allá de lo exigido. Ya lo dijo Felipe VI junto a un grupo de niños y adolescentes: "lo que no se conoce es, a veces, difícil de querer y de comprender". Aunque siempre esté presente en las noticias o en los programas del corazón, a la hora de la verdad, pocos conocen sus procedimientos, sus límites, su presupuesto. Y esto siempre favorece malinterpretaciones y desencanto. Algo indicó Juan Carlos I hace unos años: "un rey puede hacerse querido en una generación, pero la institución monárquica tarda varias generaciones en arraigarse".

Ahora toca ver el proceder de la Casa del Rey en estos meses. Si la Infanta es inocente nada le impide retomar sus funciones de representación institucional. La sentencia del juicio mediático es la que no posee fuerza de ley pero a veces cuenta más que cualquier resolución del Poder Judicial. Como inocente debe retomar sus pasos, aunque estoy casi seguro que imperará en Zarzuela la idea de que al no haberse comportado de manera ejemplar, sea inocente o culpable, no merecerá recuperar su papel institucional. La retirada del ducado pudo haber sido la regia sentencia (además de la política de incomunicación orquestada, quizás, por la Reina), casi siempre irrevocable.

miércoles, 26 de abril de 2017

Diario de Viaje: Lita (Julio de 2016)

Un viaje en coche hacia el norte de la provincia de Imbabura con mi esposa, cuñado y sobrina. Y es algo que merece la pena, pues no está tan transitada como la parte sur, más cerca de la capital. El viaje a Lita sigue la serpenteante cordillera andina pero va bajando en altitud, por lo que la naturaleza, la vegetación y el clima van cambiando a algo más relajado, más caluroso y húmedo.

No he de olvidar que también viajó nuestra perrita, pero el nerviosismo de la pobre nos destrozó los muslos de tanto caminar por la parte de atrás. Y el vomitar fue casi continuo. Pobrecilla. Enormes formaciones que poco a poco iban cubriéndose de más verde y el paso por zonas catalogadas de fallas te dan la sensación de que abandonas un mundo conocido por otro del que no tienes ni idea. Típico en Ecuador, por la ruta vas atravesando pequeños pueblos diminutos que viven de ese tramo con sus puestos, restaurantes y anuncios de alojamiento o turismo.

Lita está en la frontera con la provincia de Esmeraldas. Hay montes cubiertos de frondosa vegetación salpicados de cultivos bien cuadriculados en sus importantes pendientes. Mucha población afroecuatoriana que recuerda la distribución poblacional del país en los inicios de su independencia. Más movimiento, más fiesta, más color. Y no olvidemos los postres típicos, como la cocada. Poco hay que decir de la ciudad. Muchos puestos improvisados y edificaciones destartaladas, como si poco a poco se diesen cuenta del potencial turístico que poseen.

Un breve paseo para cruzar la frontera nos llevó hasta una ribera del río Mira, de aguas profundas pero cristalinas, con grandes piedras en un lado del río y los lindes de un profundo bosque en el otro. La gente del lugar aún lleva la ropa hasta allí para lavar. Mecerte con la corriente y mirar la naturaleza no tiene precio. Y Midna, nuestra mascota, dado vueltas por el agua, con miedo cuando no hacía pie y con decisión cuando la profundidad era poca. Encontrar un buen sitio para pasear con el ruido del agua es espectacular.

martes, 25 de abril de 2017

Marchemos por la Ciencia

Está caliente aún la movilización a nivel mundial de científicos y ciudadanos en general marchando por la Ciencia, por una inversión digna y por su inclusión en la política. Y es que estamos atravesando tiempos oscuros donde las tesis religiosas y el ufanarse de no tener idea sobre Ciencia (recordemos ese antiguo jugador de baloncesto todo seguro diciendo que la Tierra es plana) están de nuevo de moda. Y más con el nuevo presidente de la primera potencia mundial poniendo en entredicho todo avance científico que asegure la existencia del cambio climático. ¿Ingenuidad o intereses económico petroleros? Todo puede ser.

Y esta vez me ha pillado con pensamientos funestos sobre esta rama del saber. Investigar cada vez es más difícil, pues las modas y los intereses económicos te proponen unos caminos que, si no los sigues, encontrar financiamiento se hace imposible. Y también el tema de la meritocracia, que debería ser el motor de este campo, está siendo relegada al nepotismo y a la endogamia académica. Si no te promociona hoy en día un buen padrino no vas a llegar lejos, por mucho que valgas. Es una realidad muy dura y triste a la vez.

Cada vez más el mundo académico se está convirtiendo en un negocio estrafalario. Publica varias veces al año. Algo endeble si puede ser, porque estar años para crear una publicación impactante ya no se estila. Junta regalitos, como los que tienen empleados de algunos restaurantes de comida rápida, para creerte mejor que los demás; aunque lo sigas llamando índice-h es más una zanahoria atada a un palo para que sigas corriendo. Fuera de ese mundo nadie sabe si lo que haces es espectacular o mediocre, así que no te creas la deidad o el desecho de tu campo, por favor. Existen trucos para desvirtuar esas clasificaciones luego no es un indicador de que eres bueno o malo, nadie es bueno o malo en términos absolutos. Lo que sí existen son desalmados que su único afán es ganarse un hueco pero no por investigación, sino destruyendo a sus compañeros, trepando sobre sus cabezas y adulando a algún superior para conseguir unas migajas de éxito por el abuso de los demás, con plagios o deshonestidad incluidos.

Yo creía que lo importante era crear conocimiento y difundirlo. Y usar las investigaciones que te ayudan a avanzar. Ahora resulta que existe un protocolo para crear referencias que hunden a las publicaciones que están empezando y resaltan a los gigantes del negocio que, sin apenas hacer nada (los que escriben no cobran y los que evalúan tampoco), ganan millones íntegros al mes por vender conocimiento. Y si se plantea difundirlo gratis, como esa web rusa, intenta destruir a su creadora con todas sus fuerzas.

Publique en tal o cual cuartil. Publique en tal o cual factor de impacto. Quizás tuvo sentido cuando las publicaciones venían en números impresos: si no publicabas en algo que comprase la gente, difícilmente te van a citar. Pero ahora, con los poderosos motores de búsqueda, escribiendo las palabras clave que necesitas ya es suficiente para encontrar artículos vinculados a tu campo. El factor de impacto y toda la parafernalia adosada ha muerto, pero muchos se niegan a reconocer que el cadáver hace tiempo que huele.

Si te gusta la Ciencia, si te quieres dedicar a ella, piensa que su definición no es su aplicación. Muchos intereses la están desvirtuando y solo voluntades férreas pueden revertir esta situación. La Ciencia básica no es la vaga que siempre relatan y la Ciencia aplicada no es la solución a todo mal. No hay extremos, por favor.

jueves, 20 de abril de 2017

Diario de Viaje: El Progreso (Mayo de 2016)

De camino desde Puerto Baquerizo Moreno hasta la playa de Puerto Chino pasamos por una pequeña y humilde población llamada El Progreso. Su mayor atracción turística es un gigantesco árbol que puedes subir hasta una pequeña casita entre sus enormes ramas. Era solo para visitar pero daba ganas de pasar un fin de semana a estas alturas. Incluso podías descender por debajo del nivel del suelo y entrar en una habitación justo debajo de sus raíces. Otras distracciones, como un columpio o una barra al estilo bombero te entretenían. Todo construido con basura reciclada.

Lo que más impactó fue que el guía-taxista nos contó la historia de la isla, donde a principios del siglo XX gobernaba un déspota llamado Manuel J. Cobos, conocido por las torturas a los empleados del ingenio azucarero (creo que era de este tipo) de la isla. Las condiciones eran esclavistas y sus erráticos caprichos que pronto soliviantaba cualquiera eran castigados de la manera más cruel posible: violaciones, destierros a islas desiertas, niños colgados en los árboles y un terrible etcétera. Finalmente, una profunda revuelta destruyó gran parte de las instalaciones (aún se pueden vislumbrar los derruidos edificios) y terminó con la vida del enfermo déspota. Incluso entre la naturaleza más hermosa se puede esconder el terror humano más profundo.

miércoles, 19 de abril de 2017

Diario de Viaje: Puerto Baquerizo Moreno (Mayo de 2016)

Mucho madrugar y muchas sacudidas por el Océano Pacífico nos llevaron a la Isla de San Cristóbal, situada al oriente del archipiélago. El objetivo era llegar al hotel para intentar relajarnos y sobrevivir un poco. El sitio estaba bien, cerca del puerto, con habitaciones tipo casitas al descubierto. Los dueños daban un poco de miedo pues estaban rodeados de estampas y esculturas religiosas y muchas citas bíblicas. Pero bueno, no nos podemos quejar. Tenía mesa de ping-pong y eso ayuda mucho, je. ¡Y una sala de comidas que daba justo al mar!

Puerto Baquerizo Moreno no es muy grande, la verdad. Pero tenía sitios bonitos, y una cantidad inmensa de leones marinos, con sus ruidos y olores y ganas de dormir intactas. Había una playa al lado del paseo marítimo llena a rebosar de estos curiosos animales. Los bares estaban bastante bien, de los mejores que vimos en la provincia de Islas Galápagos. Mucho pescado para comer, muchos cocktails. Al principio fuimos a una playa diminuta que está al frente del Centro de Interpretación de la isla. Un poco pedregosa, la verdad, pero con olas claras y fuertes y muchos leones por doquier. La ciudad seguía teniendo un encanto especial, aunque siempre conserva el aire ecuatoriano a la hora de la arquitectura. Otra playa que visitamos fue Playa Lobería (más allá del aeropuerto) donde, irónicamente, había pocos lobos marinos. Sin embargo era más amplia, tuvimos que caminar largos minutos hasta llegar a una bahía que no estaba inundada de rocas y podíamos bañarnos con tranquilidad. Eso sí, policía por todos lados. Ya sabemos lo locos que pueden ponerse los turistas al ver fauna del lugar.

Contratamos otro día a un guía-taxista que nos llevó por varios lugares y nos explicó detalladamente la historia de la isla y los lugares característicos. Nos llevó hasta la laguna de El Junco, un antiguo volcán extinto con su cráter inundado de agua de lluvia. Como no podía ser de otra manera, nos bajamos del taxi y comenzamos a subir hasta el borde y darle la vuelta. La vista es espectacular. Desde tan arriba incluso se ve la costa por varios lugares. Lugares agrestes que podrían ser parque natural y zonas de cultivos. Incluso casas o lugares enormes que se entroncan con la historia del lugar. Una buena caminata rodeados de silencio, aves lanzándose al agua y transiciones de niebla y sol.

Después llegamos hasta la galapaguera Cerro Colorado, donde sí pudimos ver cantidad de tortugas galápagos dando vueltas entre mucha vegetación. Enormes bichos que incluso peleaban entre sí. Incluso vimos la zona donde se crían los huevos y donde se protegen a las diminutas tortugas hasta que son capaces de vivir a ras del suelo y, no sé a qué edad, liberarlos por toda la galapaguera, con multitud de árboles de la zona para que las tortugas puedan vivir con tranquilidad. El centro de interpretación daba la sensación de estar con poco uso.

Tras esto terminamos el camino principal llegando a la playa Puerto Chino, donde, según nos contaron, se rodaban antes muchas películas porno. Es una pequeña bahía rodeada de cerros agrestes. Su arena es muy clara y está a rebosar de leones marinos, ya que la pendiente es muy ligera y pueden dormir la siesta mientras se mojan.

Abandonar la isla, de nuevo en barco, nos dejó la última vista de San Cristóbal. Como detalle, en la lejanía, pudimos contemplar los enormes y puntiagudos islotes que conforman el León Dormido.

sábado, 8 de abril de 2017

Marzos de dolor

Marzo, como siempre. Un poco tarde, pero con las mismas reflexiones. Un recuerdo imperecedero a las víctimas del 11-M. Va por todos vosotros, con alientos de paz y democracia.

Paz y democracia. Ahora, con tanto populismo, es difícil encontrar a este par de amigas. Atentados en Londres, en Estocolmo, en Mosul y en un sinfín de lugares. No es venganza, no es reivindicación, son unos enfermos contra todo el planeta. Mientras eso no se vea y siga la letanía de enfermos mentales en acciones asiladas, poco vamos a lograr. Cuesta decirlo, pero a veces hace falta la guerra para asegurar la paz.

En el Reino todo patas arriba. La crítica al franquismo y los laudos al terrorismo tiene la frontera más liviana que nunca. Humoristas que están siendo llevados ante la Justicia, tuiteras que están pagando con creces lo hecho. Es de escándalo que lleguen a darse estas situaciones, aunque eso no quite de los comentarios que destilan odio supremo hacia todo. ¿Por qué? Y lo peor, cómo ambos bandos políticos van rápido a hacerse fotos para cubrir su cuota de informativos y después si te he visto no me acuerdo. La democracia parece una pantomima televisada. Un desastre. Si han cometido delito pues bien, pero analicemos la pena, ¿por qué no dedicarla a actividades sociales? Es más, puede que todo venga de más adentro, de más profundo. Quizás una ley e investigaciones que logren reparar a las familias de las víctimas, sí, las que unos llaman despectivamente 'las de las cunetas'. La Ley de Amnistía (recordemos que no fue propuesta por el partido en el Gobierno) ha tenido sus acciones positivas y ha permitido lo que hoy vemos, pero no se puede alargar hasta el infinito. Esta inquina, estas voces que saltan rápido diciendo 'facha' o 'rojo' no pueden conducir a un buen final. Es hora de revisarla, de sentenciar (aunque sea simbólicamente y a título póstumo) al aparato franquista y a sus mantenedores. Hay que revitalizar la Ley de Memoria Histórica y dar un respetuoso final a los que perdieron la Guerra Civil y sus familiares. No saber dónde está tu familiar (coincidas o no con su postura, aunque es de niño pequeño pensar qué era lo correcto por hacer estando muy lejos de la situación de aquellos jóvenes obligados, en su mayoría, a combatir en uno u otro bando) es algo que te destroza. Darle un digno entierro y un merecido homenaje es lo mínimo que se puede hacer. No, eso no va a destruir el Estado; no, eso no va a hacer repudiar a la Transición. Lejos de esos temores, Estado y lo generado gracias a la Transición van a quedar muy reforzados. Ojalá esto se dé más pronto que tarde y ese odio que carcome por dentro desaparezca, al menos en la mayor parte de la población.

¿Y ahora qué pasa con ETA? Esto vuelve incluso al tema de enfrentamientos eternos. Esta vez parece que se desarman. O al menos de manera simbólica (armas y explosivos ya están inutilizables por su falta de mantenimiento y que hace mucho que no se usan). Sigo sin verlos como adalides que quieren paz y un cierre digno. Creo que la política del Gobierno del alejamiento de presos ha hecho mucha mella y ha provocado reflexión en familiares y reconversión en presos. Si de verdad van a desarmarse pues que indiquen dónde están todos los zulos y escondrijos, que entreguen hasta la última bala. ¿Después? Si el arrepentimiento es serio, que lo anuncien, decreten su disolución final, total e irreversible y se entreguen. Ya tras un juicio justo deben colaborar con la Justicia para aclarar todos sus crímenes sin resolver. No pidamos menos, esto también ayudará a restañar un largo y difícil conflicto. Los familiares de las víctimas no se merecen menos.

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...