sábado, 28 de abril de 2012

Personajes de Primer: Rachel Granger


Es la hija de Thomas Granger, el promotor que intentan atraer para subvencionar sus proyectos y que indirectamente juega un importante papel en la trama. Rachel es seria y apasionada, le gusta estar rodeada de gente y siente atracción por Abe, tanto que aprovechan una vez para invitarla a una barbacoa para que acuda también su padre y poder embaucarlo. Parece que traba muy buenas migas con la familia de Aaron. Tuvo un amor turbulento en el pasado y tras eso parece enamorarse de Abe, aunque este no le hace mucho caso, por lo que finalmente desiste y empieza a tener un acercamiento o inicio de relación con otro hombre. En la fiesta de cumpleaños de Robert acudirá con su cita y aparecerá su ex novio Will, que borracho y en un ataque de celos amenazará con una escopeta a la pareja. Afortunadamente, la intervención de Aaron solo lo deja en una anécdota. Es muy defensora de su gato Filby. Que huye tras el suceso y todos se pondrán a buscarlo, preocupándose más por el gato que por su salud.

Rachel es un nexo para el grupo con el padre y representa el amor no correspondido más el punto en el que Aaron se aprovechará de la situación para convertirse en un héroe. Tanto que al final se desvela que nunca hubiera sucedido nada si Aaron no hubiese invitado a la fiesta indirectamente a Will, modificando el curso de los acontecimientos a su antojo.

miércoles, 25 de abril de 2012

Su Majestad, ¡abdique ya!


Semanas de revuelos institucionales que han tenido el cénit en la operación de cadera del Rey. Juan Carlos I estuvo fuera una semana en paradero desconocido para la inmensa mayoría de la población. Los representantes del Gobierno se desmienten unos a otros diciendo que sí sabían dónde estaba o que no lo sabían. Al final resulta que estaba en un safari de caza en Botsuana abatiendo elefantes y haciendo migas con su íntima amiga Corinne zu Sayn-Wittgenstein, que muchos corrillos insinúan que es su amante desde hace cuatro años. La caza de elefantes está prohibida desde 2010, aunque este país africano, por una módica cantidad de dinero permite cazarlos para conservar el equilibrio ecológico (una medida para recaudar y controlar el nivel de animales y plantas que han disminuido tras tanta protección a esta especie, aunque también para preservar el equilibrio podrían haber llevado el exceso de elefantes a otros parques, ¿no?). Hoy en día es aborrecible la caza para la mayoría de las personas, ya sean jóvenes o maduras y de vista a la imagen tanto nacional como internacional el Monarca ha de cuidarse. Otros episodios como las cacerías en Rumanía, la matanza del oso de zoológico ruso Mitrofán (emborrachado) y su ránking de caza en España (siempre está en el primer o segundo puesto) le dieron algún que otro quebradero de cabeza y además nos da la pista que tal afición no la va a dejar así como así. Debe reducir tanto las veces de práctica como el tamaño de las presas, si no un total abandono, que es lo que me gustaría. Que la caza sea reprobable no tiene ni punto de comparación con el abandono del país cuando la situación que vive España es súmamente delicada. Que sí, que a esos niveles uno tiene que hacer y devolver favores y que todo fue costeado por el rico saudí Eyad Kayali, con quien el Rey tiene buenas relaciones a la hora de crear convenios entre los reinos de España y Arabia Saudita. Incluso en el caso que hubiera pagado el avión de retorno junto a los médicos y guardaespaldas, su salida de ocio fuera del país es un insulto a los trabajadores y parados de España, ver que la máxima magistratura estatal está de fiesta una semana cuando hay muchas familias sin ningún miembro trabajando y varias rozando el umbral de pobreza. Majestad, si dice que le preocupa el paro juvenil y que es necesario que arrimemos el hombro creo que vale para usted también. Cuando hay que dar una imagen de austeridad y vivir sin aspavientos para seguir siendo referencia de sintonía con el pueblo, irse a cazar en un ambiente de lujo es difícilmente perdonable.

Juan Carlos I pidió perdón. Se le vio compungido y con la certeza que había metido la pata (nunca mejor dicho), quizás no para él, sino para el futuro de la Corona. Su escueta petición de disculpas reveló que es un hombre no muy acostumbrado a pedir perdón. Ambas cosas juntas le honran, hacer propósito de enmienda y comerse el orgullo no es fácil y menos en este país, cuando ninguno de los políticos ha pedido públicamente perdón por nada. Los españoles aceptamos mayoritariamente su perdón, pero no puede quedarse ahí la cosa. Que no se le aplique a la Casa del Rey la nueva Ley de Transparencia es un paso atrás que ha de resolverse; que no exista Estatuto de la Corona para regular dudas y las actuaciones de la Familia Real está permitiendo miles de desaguisados; que no haya renovaciones en la manera de comunicarse o de romper con las mismas actuaciones públicas hace que la juventud o se sienta indiferente o contra la institución, y que el afán cortesano de PP y PSOE impidiendo que se tramiten preguntas en el Congreso sobre la Casa del Rey asfixiará a la institución más que ayudarla. Esto ha de cambiar y sobre todo, hace falta una renovación en la Jefatura de Estado: el Rey actual debe abdicar. Ya llevo mucho tiempo avisándolo y ahora más que nunca es necesario. La Corona ha de renovarse, pero la parte más importante de esta es el Rey, por lo que si se renueva una (incluso derogando la primacía del varón sobre la hembra en los derechos de sucesión) no es suficiente para paliar las fallas que va teniendo el otro. Que haya ilusión y ganas de seguir, no hay duda, pero los años dejan su huella y uno empieza a cansarse de hacer siempre lo mismo. Majestad, abdique en su hijo. Está lo suficientemente preparado y tendría más conexión generacional. Un Juan Carlos abdicado podría hacer su vida de manera tranquila y aconsejando a su hijo. Su reinado es intachable de manera global, pero los escándalos bancarios de los años 90 en los que su nombre se susurraba y estos últimos años de controversias están pidiendo que deje el relevo a Felipe VI.

Muchos dirán que la monarquía está acabada, yo creo que no lo está hasta que las posibilidades se vean que no sirven y se esté fracasando estrepitosamente. Si fracasa un Presidente en una república no pasa nada y si son varios se omite (como la sucesión presidencial en Argentina desde 1989 con el nefasto Menem). Por tanto, todos los regímenes políticos se mantienen tanto por razones como por sentimientos. Una razón entonces es que hay un relevo que es altamente probable que esté inmaculado. Sacan a la luz las encuestas del CIS con el suspenso de la Corona, pero Metroscopia y Abogacía dieron un aprobado. Parece que el 69% de los españoles está de acuerdo con el papel institucional de la Corona y el 62% con el papel del Rey actual: esto quiere decir que se aceptará una sucesión regia. ¿Referendum? Quien lo pide lo dice como si su causa estuviera ganada pero las encuestas lo desdicen. Dar razones hablando de niños tontos o deseando la muerte no me parece muy acertado ni ético, en vez de sacar banderas días señalados no intentan crear una propuesta republicana seria, fundamentada e integradora y así esto cambiaría de collar pero la solución sería igual. Ese idealismo que la crisis huiría y todo el mundo sería feliz peca de infantilismo. Además, cada grupo lo pide cuando el viento sopla a su favor así que ponerse de acuerdo es muy difícil. ¿Y si el referendum indica que este régimen permanece? Algunos no lo aceptarán y al poco tiempo dirán que se repita. Si tiene que haber un referendum que sea cada medio siglo sin importar en qué forma de Estado esté en ese momento el país. No vale la candidez que con una república ya hacer referendum pierde sentido (o la negación obscena a debatir esos puntos, como en Alemania o Francia) y que una vez ganado ya vale para siempre. Si se hace, que se haga con todas sus consecuencias en el tiempo.

El nieto Froilán se disparó en un pie mientras manejaba un arma de caza prohibida para su edad. Gran responsabilidad para el padre y que espero que la Justicia se haga oir. Y si de paso le mete mano a los negocios inmobiliarios que llevó a cabo cuando era aún Duque de Lugo, mejor. El niño si quiere cazar (mejor que le digan que no es bonito eso) que espere a su edad. Urdangarin y presumiblemente su esposa, han llevado si no al descrédito de la Casa del Rey, sí a la hora de desvelar todos los trapos sucios, la única manera para poder sobrevivir tras los sustos y tirones de orejas. El Duque de Palma aprovechó su posición para lucrarse a la vez que criticaba a los que decían que estaba ahí por ser el yerno del Rey. Ahora se le ve desmejorado y con miedo, tanto que le echa todos los problemas a su antiguo socio. Este, saca a la luz lo que puede (incluso cuentas en Suiza que actualmente tienen movimientos) y correos electrónicos donde se menciona que el Rey, tras avisarle de que abandonara sus turbios negocios, le ayudó a conseguir contratos. Las páginas webs serias dicen que como la figura del Rey es inviolable y carece de responsabilidad que puede hacer todo lo que quiera. Yo, a inicios del blog, sugerí abdicación automática en estos casos pero aún no me cierran las cosas. Inviolable es que mientras se ejerce un mandato no se puede poner bajo responsabilidad penal su desempeño en el cargo, aunque sí acciones fuera de los quehaceres inherentes al cargo (es decir, no entran delitos que se hayan hecho sin ejercer cargos; mejor se entiende poniendo un ejemplo de un mecánico inviolable: si roba una casa se le detiene y juzga pero si hace mal un arreglo de un motor no pude ser juzgado por ello hasta que no abandone el cargo de mecánico). Carecer de responsabilidad es que hay un refrendo de alguien elegido democráticamente que da el visto bueno a las acciones, acaparando toda la responsabilidad. De aquí saco en claro (y eso da a entender una lectura de la Constitución y las declaraciones de Peces-Barba el monárquico socialista padre de la Constitución) que solo se carece de responsabilidad en acciones que necesiten de refrendo, luego si cometes tráfico de influencias o coacciones, al no ser cosas políticas no pueden refrendarse, luego no sería válido el artículo constitucional para ese caso. En su juventud, Juan Carlos llegó a decir que no tenía mucho de esto (señalándose la cabeza) pero que sí que tenía mucho de esto (señalándose la nariz). Recuerde su frase, Majestad, y vea que es necesaria una renovación tanto de la Corona como de la figura del Rey. Espero que sea antes de terminar 2012. Urdangarin ha dañado mucho la imagen, Froilán ha demostrado la altivez de muchos de sus miembros y su cacería ha sentenciado que es necesaria sangre nueva, nuevos puntos de vista y nuevas ilusiones. Su hijo puede hacerlo y me río de los que no quieren una abdicación porque ven que Felipe podría ser débil y no conseguir consenso y que en cuestión de meses se implantaría la III República.

Recupérese, Su Majestad, haga transparente las cuentas de su Casa, no haga evidente su casi ruptura con la Reina y espere y cuando las cosas estén algo mejor, abdique. Hágalo, por el bien de España y del Príncipe. No hace falta que espere hasta que la economía resurja porque puede olvidar que está adecentando la Casa para su salida. Saldremos de esta como hemos salido muchas veces, seguro. Todos recordarán a su persona como el motor de la democracia, un defensor constitucional ante el golpe de Estado, un patriota a la hora de saber que ya tenía que dejar pasar el testigo. Por favor, recuerde el sacrificio que hizo su padre en 1977 al renunciar sus derechos sucesorios y ya que estamos con Juan III, acuérdese de su emblemática frase: "¡Con la Corona no se juega!"

domingo, 22 de abril de 2012

La Restauración en Andalucía: sociedad y economía


En este segundo y último capítulo sobre la Restauración vista desde el punto andaluz se va a describir la sociedad y la economía de la región. Otra vez hago extractos de los puntos narrados por Manuel Moreno Alonso en su ciclópea obra en tres tomos Historia de Andalucía.

Independientemente de la nueva postura de los andaluces ante los sucesos de la Restauración y de su convencimiento de que no se iban a arreglar las cosas, ya comentamos que destacaron multitud de políticos andaluces en la villa y corte de Madrid, además de en tierras andaluzas, aunque en este caso más que ideas y retórica política despuntaban por un afán de seguir en el poder y retroalimentar el sistema caciquil. Una minoría detentaba el poder político y económico de la región. Junto a Galicia, Andalucía se caracterizó por la corrupción en instituciones y en personas, junto a un derrumbe de la vida civil, que fue de manera implícita destrozada por los andaluces que preferían hacer chanchullos que aplicarse el cuento y obrar en función de lo que era legal, aunque la legalidad tenía un tufo de fuente de males. El escritor Juan Valera criticaba que la Diputación de Málaga y los ayuntamientos de la provincia estaban ocupados por brutos y ladrones que habían contraido una deuda millonaria y en vez de invertirla en alumbrado público, por ejemplo, se dedicaron a aumentar el tamaño de sus bolsillos y ayudar a familiares. La oligarquía andaluza estaba compuesta por una pequeña parte de nobles, puesto que habían perdido mucha influencia e iniciativa a la largo del siglo, tanto que apenas eran un porcentaje considerable en el parlamento y no gustaban de literatura ni de política. Los únicos nobles que participaban de política, con un aura de prestigio aún elevada, eran los de bajos estratos. De ocho nobles andaluces que fueron al Congreso como diputados, cinco fueron nombrados como tales hacía pocos años. Por tanto, y quitando la presencia aún importante de la nobleza en Sevilla, la inmensa mayoría de oligarcas eran representantes de la burguesía agraria de la zona. Muchos de estos burgueses adinerados encontraban lugar en el Partido Conservador, como los Ibarra, los Larios o los Rodríguez Acosta. Fuera de las ciudades también hubo oligarcas con ínfulas de caciques, aunque estaban siempre en competencia con otras familias que querían llegar a conseguir su puesto; las luchas fuera de la ciudad eran más encarnizadas. En el fondo los caciques no tenían ninguna preferencia por un partido u otro y vivían para realizar fraudes electoraes para poner a los suyos o conseguir más dinero y poder. Por tanto, para ser alguien en sus dominios eran necesarios favores y recomendaciones, incluso Azorín tuvo que devolver el favor de alcanzar un puesto de diputado arreglando una concesión de minas para el cacique que le había favorecido. Finalmente, en la idiosincrasia andaluza, que por aquellos años era sumamente analfabeta, ha quedado grabada a fuego la figura del señorito, considerado por historiadores como una rémora del señor del Antiguo Régimen o de la figura del hidalgo. Andalucía no era tierra de hidalguía, pero los señoritos abundaron sobre todo en localidades medianas y el entorno rural. El señorito se caracterizó como alguien de un estrato social elevado (en comparación con el entorno en el que se movía) que no tiene oficio conocido y cuida su apariencia hasta la obsesión, dejándose ver en lugares frecuentados, como en los casinos. Los viajeros extranjeros de la época no dudan en tacharlos de charlatanes y fanfarrones, que se creen mejor de lo que son, y jactándose de ello.

El aumento de población en Andalucía (o las tierras que llegarían a ser la Andalucía autonómica que conocemos) fue en aumento desde el final de la Guerra de la Independencia, a pesar de la gran mortandad en las epidemias de cólera de 1834, 1855 y 1885 (que se cobró cien mil víctimas). En tiempos tranquilos la mortandad era alta, pero estaba compensada por un alto índice de natalidad. Debido a las malas condiciones de vida se dio una fuerte emigración hacia Argelia en los comienzos de siglo y hacia América en el tramo final del XIX. Existió una emigración interna hacia Huelva, que aumentó su población por la demanda de trabajo minero pero no fue de mayor flujo migratorio que hacia el exterior.

En los comienzos de la Restauración la economía andaluza se frustró definitivamente. Las provincias, aún no recuperadas de la crisis de 1868, aunque tuvieron gran protagonismo en la consolidación de la revolución de La Gloriosa, no pudieron seguir la senda del resto de provincias españolas. Las riquezas mineras, importantes para España y su salida del ostracismo tras años de turbulencias, no repercutieron en las vidas de los andaluces, puesto que había multitud de capital extranjero y la materia prima salía rápidamente de Andalucía. Se dio entonces la ironía que cuando España salía de la crisis rimbombante, Andalucía no lograba aprovecharse de este éxito. Además de la retirada sin posterior inversión de materia prima y la existencia únicamente de empresas extranjeras en detrimento de empresas de capital andaluz, el monocultivo tradicional obligaba al paro estacional de los jornaleros. Que solo se pudiera trabajar para la siembra y recolección hacía que durante un tiempo los jornales fueran míseros y escasos desde el punto de vista periódico y mientras Andalucía siga basándose únicamente en la vid, el trigo y el olivo esto seguirá sucediendo. Si las políticas expoliadoras de la Restauración no fueran poco, la epidemia de la filoxera azotó con virulencia a los viñedos. El ferrocarril, que debía ser el símbolo del cambio y la agilización de la economía no terminó de serlo, excepto para algunos núcleos poblacionales muy localizados. Como ya se refirió la industria era escasa, y principalmente extranjera. El flamante inicio de la industrialización (sobre todo textil) en Andalucía fue truncada por la Guerra de la Independencia (y sobre todo no por manos francesas, sino de los aliados ingleses que no querían competencia) y terminó desviándose hacia el norte y levante español. Muchos beneficios de estas industrias no terminaban en suelo andaluz e iban a otras provincias.

Las clases sociales en esta época no pudieron vivir en comunión: explotadores y explotados, interesados en política y los que la veían como una amenaza, ideología burguesa o pensamientos revolucionarios... Es de resaltar que los caciques tuvieron alta culpa de esto, en un afán de evitar competencia. También hubo conflictos entre caciques, sobre todo entre los de las ciudades y los del ámbito rural. Muchas promesas de personas que podían animar a la sociedad andaluza o tenían buenas ideas terminaron quedándose en simples caciques y con afán de latifundios o adulación como cortesanos. La aristocracia no dudaba en reforzarse teniendo a sus pies a militares, terratenientes y políticos que agasajaban con títulos nobiliarios, tierras o dinero. La pequeña burguesía tenía más aires revolucionarios que la grande, conservadora por naturaleza. Tras la proclamación de la I República la pequeña burguesía gana fuerza y se ve truncada rápidamente con la Restauración y la consolidación de la gran burguesía. Esta, en vez de imitar a las de otras provincias y apostar por la evolución, se estancaron. Aquella, en vez de acercarse a los obreros y seguir luchando, prefirieron acercarse al poder para ascender. Ambas al final apostaron por conseguir negocios sencillos y conservar los privilegios. Esto fue la puntilla para las clases obreras, aborreciendo la política y buscando fuentes alternativas. Revueltas, marchas, huelgas, connivencia con la organización La Mano Negra, apoyo a las revueltas republicanas, expansión de los postulados de Marx y Bakunin, ilusión en la confección de la Constitución Federal de Antequera de 1883 (con fuertes resabios del anterior cantonalismo, con su apoyo a la creación de un Estado Andaluz en colaboración con otros Estados dentro de la República Federal Española y con una cantidad de adelantos democráticos y logros sociales que desgraciadamente quedaron en nada por las disensiones entre los grupos que se reunieron en Antequera y sus ideas sobre Cuba y la diatriba aislacionismo-federalismo reorganizado) y el inicio del odio de clases secular: el campesino andaluz será bueno, sencillo y sumiso, pero su ideología estará marcada a fuego con que el amo es el único enemigo y que las reglas no los ayudan, solo a los ricos. Azorín postula que esta psicología no llegó a triunfar por un proceso demagógico sino por un nihilismo espontáneo. Esta idea del campesinado terminará cobrando peso en las décadas posteriores y será fundamental tenerlo en cuenta si se quiere estudiar la Andalucía contemporánea.

sábado, 21 de abril de 2012

Diario de Viaje: Zavalla (Marzo 2012)

Aprovechando uno domingo fuimos al pueblo de Zavalla, que queda muy cerca de Rosario. En los primeros instantes hubo lluvia, así que no sabíamos si al final iríamos con dos amigos pero arriesgándonos acertamos. Pero las anécdotas no terminan aquí.

Zavalla es un pueblecito atravesado por una ruta y que tiene una gran profusión de camiones, además, goza de una plaza central amplia y con multitud de bustos de personajes ilustres y en las afueras está la delegación de la universidad, no sé si la facultad de agricultura o como sea, pero lo bueno que tiene es que está enclavada en una reserva, un bosque amplio y con recovecos. Cuando llegamos a un lugar apartado descubrimos que no habíamos traído parrilla para el asado, así que tuvimos que improvisar con ramas una parrilla y una varilla para ensartar los chorizos. Finalmente el fuego prendió y con un poco de paciencia logramos hacer el asado, salado y con un rico regusto a ahumado.

El perrito de nuestros amigos empezó a enfrentarse contra un perro abandonado o criado en esos lugares. Al principio pudimos disuadirlo pero al final de la estancia entre bosques y naturaleza se escucharon ruidos de petardos, así que el animal, asustado, se fue con nostros y aterrizó en mitad del mantel en el que estábamos. Tiré del mantel para quitarlo de enmedio y en ese momento nuestro perrito se le enfrentó. ¿Resultado? Unos cuantos tarascones e intentos por separarlos. Al final, solo fue un susto.

Tras eso nos fuimos a otro sector a caminar entre los árboles y buscar nueces, consiguiendo varias y muy ricas, por cierto. Al fondo del bosque había un ejército de vacas que nos miraban atentamente mientras le goteaba leche de las ubres. Si hubiésemos tenido valor podríamos haber conseguido algún litro que otro.

jueves, 19 de abril de 2012

Personajes de Primer: Brad, Hombre en Sofá nº 1

Brad aparece muy pocas veces en la película y no representa un personaje relevante en la película. Solo está para mostrar las buenas intenciones de Abe. Brad quizás sea un buen amigo de Abram o incluso su hermano. Por algún asunto familiar o de trabajo pidió a Abe si le podía cobijar unos días en su casa hasta que el temporal amainase. Pero en vez de moverse para solventar sus problemas los dejó estar y se convirtió en un parásito para Abe, aprovechándose de él. Vive sentado en el sofá de la casa, invitando a amigos y se niega a trabajar o a colaborar económicamente con su amigo (o hermano). Aaron comenta que lo tiene en casa por caridad, porque él puede y debe hacer algo por solventar la situación y salir de esa casa pero prefiere quedarse sentado viendo partidos del March Madness. La situación parece tensa cuando están en casa Abe y Aaron: cuando están intentando cortar los tubos del frigorífico intenta ignorarlos y cuando está viendo el partido con su amigo solo intercambia unas pocas palabras con Abe, como si fuese evidente que la relación está tensa y no es más bienvenido al hogar.

Brad representa la huida de los problemas, el aprovechamiento de la buena gente y de cómo se puede hacer el loco cuando lo más normal es cumplir con tu propia responsabilidad en función del grado de madurez alcanzado.

martes, 17 de abril de 2012

La ilusión del neutrino

Ante tanto revuelo sobre los neutrinos que van más rápido que la luz voy a escribir un poco para aclarar de qué se habla. Todo esto será a título informativo porque realmente hay cosas más complicadas y al final resulta que los datos recogidos tenían error que provenía de unas fibras ópticas mal conectadas. Sorprendentemente, el director del proyecto dimitió cuando lo que hay que hacerle es un homenaje a su empresa titánica de detección, cálculos, calibraciones y la manera de cronometrar el proceso. Muchos incultos dicen que es porque se creía un ser superior capaz de romper nuestros esquemas, yo digo que tuvo un fallo humano en algo tan ligero que a muchos nos pasaría desapercibido.

En primer lugar comentaré qué es el modelo estándar y qué se entiende por neutrino. La materia y su interacción consigo misma está compuesta de dos tipos de partículas: los fermiones (que si están en el mismo estado se excluyen y forman la materia tal cual como entendemos) y los bosones (en el mismo estado pueden estar y sería la forma de interacción entre fermiones). El modelo estándar es la teoría utilizada actualmente para entender los pilares de la materia y las fuerzas de la naturaleza, aunque no consideran la gravedad: nuclear fuerte, nuclear débil y electromagnética. Las partículas que pueden interaccionar con la fuerza fuerte se les llama hadrones y en ellos se engloban los quarks y sus variantes (mesones y bariones). Son partículas que no se pueden observar aisladas y tienen gran masa. Por otro lado, las partículas que no son hadrones se engloban en los leptones cuyo representante más conocido es el electrón. En la familia de los leptones están las partículas que interaccionan electromagnéticamente y las que no, lugar donde se localizan los neutrinos. Son tres, asociados a los leptones electromagnéticos y son difíciles de detectar por su pequeña masa (luego gravitacionalmente está descartada la detección) y que solo interaccionan con la fuerza débil. A parte de todo este chorro de partículas se cuentan los bosones de intercambio (que la aparición de masa la da la hipotética partícula llamada bosón de Higgs que no da masa al fotón electromagnético pero sí se la da a los tres bosones débiles, que por teoría de la Gran Unificación en realidad son cuatro variantes de la misma partícula) y todas las antipartíulas a las citadas. En el experimento se detectaron neutrinos muónicos procedentes del LCH en Suiza. Allí colisionaron dos protones y dieron lugar a kaones que degeneraban en un par neutrino-antineutrino. En Italia pusieron un detector enorme y midiendo con alta precisión la distancia que los separaba y el tiempo de la creación del par y la detección indicaron, con cálculos precisos de error, que llegaron antes que la luz que podría haberse emitido en ese instante. Ya había casos similares de supernovas estelares que traían neutrinos electrónicos casi a la par que los fotones, por lo que iban muy rápido, pero esto chocaba con la lógica de la relatividad especial de Einstein.

Realmente, en la carrera nunca me dijeron que las partículas no podían ir más rápido que la luz, solo dijeron que la velocidad de la luz es una cota para las partículas con masa, es decir, para llevar una masa por pequeña que sea a la velocidad de la luz es necesaria una energía infinita. Pero no dice de ir más rápido que ella. Recuerdo una clase de Electromagnetismo de tercero que una tarde dedicamos a hacer física de taquiones, que son partículas hipotéticas cuya existencia no hay sido demostrada convincentemente y que tienen la característica que viajan a mayor velocidad que la luz. O sea, el rango de velocidades de 0 al infinito puede ocuparse con partículas con masa, excepto el valor de 300000 km/s que es para las partículas sin masa. Mientras no esté demostrada su existencia entonces solo se puede hacer matemáticas con las fórmulas relativistas que sí sirven físicamente para los tardiones (o todo lo sublumínico). Experimental y matemáticamente se demuestra que al irse acercando a la velocidad de la luz se da una contracción en las longitudes y una dilatación del tiempo respecto a un observador en un sistema de referencia fijo: verá las cosas más cortas y que tardan más en envejecer. Sorpendentemente, en la nave hipotética un observador mediría las mismas distancias y comprobaría que su reloj funciona bien. ¿Qué pasaría hipotéticamente para los taquiones? El factor de Lorentz indica la deformación espacio-tiempo y es la raíz cuadrada de la unidad menos el parámetro beta al cuadrado. Beta es la división de la velocidad que se tiene por la de la luz, por lo que se hace que ese factor siempre sea real, puesto que beta vale entre 1 y 0. Los taquiones entonces tendrían su valor beta entre 1 e infinito por lo que la raíz cuadrada no podría resolverse con números reales, por lo que habría que considerar los complejos. Con esto entonces entra en las sorprendentes propiedades que tendrían estas partículas. Su masa sería negativa e imaginaria y de haber sido cierto lo de los neutrinos habría que haber redefinido la definición de masa para que tuviese sentido físico una masa imaginaria (ya no sería la cantidad de materia), como si fuera la amortiguación de una propiedad o algo así. La inercia haría que la estabilidad del taquión se daría a velocidades cada vez mayores y la contracción del tiempo llegaría a ser negativa, es decir, el principio de causalidad macroscópico que estamos acostumbrados a comprobar y que se aplica en electrodinámica para partículas cargadas a gran velocidad no valdría, la causa sería antes que el efecto, es decir, el intervalo de tiempo entre un suceso y el siguiente sería negativo: se habría viajado atrás en el tiempo. La revolución física que podría haber traído esto sería abrumadora, no solo por la necesidad de redefinir conceptos clásicos sino por el concepto de espacio-tiempo que tenemos y sucesión de acontecimientos que hemos definido como lógica. Su posible aplicación en viajes en el tiempo sería una quimera aún, por la barrera de la velocidad de la luz pero los conceptos físicos y los fenómenos que aún no encuentran explicación podrían ser resueltos. Quizás llevando una partícula a una velocidad cercana a la de la luz y forzando al principio de incertidumbre de Heisenberg donde la velocidad no es un punto definido sino una distribución de velocidades con una cierta probabilidad cada una en donde sería posible que saltase la partícula (algo así como el efecto túnel cuántico) a velocidades taquiónicas sin pasar por la lumínica. Pero hoy por hoy ha sido desmentido el experimento y a la espera de que en el futuro se demuestren ciertos o imposibles los taquiones solo nos queda lugar para soñar.

viernes, 6 de abril de 2012

La Restauración en Andalucía: aspectos políticos

Ya en años anteriores he comentado sobre la época de la Restauración en España, centrándome especialmente en el reinado de Alfonso XII (1874-1885), así como en las elecciones que hubo durante su reinado y los distintos gobiernos que se formaron. En esta ocasión hablaré sobre cómo se vio la Restauración en Andalucía. Para ello sigo a Manuel Moreno Alonso en su libro Historia de Andalucía, tomo 3, editado en 1995 por Cajasur y Diario Córdoba.

El convulso año de 1874 vio cómo la I República Federal Española era convertida en solo una vestimenta para imponer una dictadura republicana vitalicia por parte del autoproclamado presidente Serrano, reimponiendo el unitarismo e intentando acabar con la revolución cantonal. La persistencia de la III Guerra Carlista y la Guerra de Cuba, unido a un descontento de los políticos y a varias intentonas golpistas hacen que a finales de año se proclame en Sagunto la vuelta a la Monarquía y la aceptación del príncipe Alfonso de Borbón como rey. Los políticos o callan o aceptan sin ningún altercado de más entre los cuerpos políticos y militares. La descomposición del republicanismo permite entonces la rápida consolidación del régimen monárquico. La Restauración se mantendrá hasta 1931, aunque se aprecia un declive a partir de 1898 tras la pérdida de las colonias ultramarinas. Los primeros años de la Restauración, tras la pacificación bélica, estará llena de una estabilidad aparente en el que poco a poco van calando nuevas posturas ideológicas, tales como el anarquismo, el socialismo y el comunismo. Estas ideas convencen pronto en la clase obrera y tendrán que convivir con las ideas anticuadas del carlismo, puesto que uno de los postulados alfonsinos es que España está habitada por españoles, no por vencedores y vencidos. La tranquilidad en el turnismo político durará poco tiempo, tanto como el tiempo en que se ocuparon de solucionar sus puntos que consideraban importantes y alejarse de la opinión popular tras esto, que carecía de actividad política a nivel de ciudadano. El andaluz permanecerá aislado de las corrientes políticas del momento, debido justamente a lo referido hace poco. Solo los que tenían proyección política y los caciques participaban en política, amén de las futuras organizaciones de ámbito rural y obrero, que comenzarán a reunirse de manera clandestina proponiendo una lucha de clases contra la burguesía. Sin contar la Guerra Chica cubana de nuevo corte independentista, una asonada republicana, algunas protestas de corte cantonalista y las acciones de la Mano Negra el reinado de Alfonso XII en Andalucía representará la tranquilidad.

Los inicios de la Restauración están fuertemente teñidos por el canovismo, la acción política a favor de la Corona y que sostenía una idea de régimen parlamentario basado en un bipartidismo turnante y una democracia masculina censitaria. Antonio Cánovas del Castillo, andaluz malagueño para más señas, fue el artífice de esta corriente que confluirá en el futuro Partido Liberal-Conservador. Ya en 1854 se alía a O'Donnell y milita en las filas de la Unión Liberal, como diputado y posteriormente gobernador, a la vez que cultiva su afición a la historia española. Antes de la caída de Isabel II logra los ministerios de Gobernación y Ultramar. Tras este punto vuelve a sumergirse en la historia, donde se centra en la decadencia española del siglo XVII (que ve reflejada en su época) a causa de la artificialidad de sus logros, la fuerza de sus vicios y la ineptitud española para la economía. Sin embargo, veía potencial en vascos, navarros y catalanes en detrimento para con el resto de España. Cánovas, aunque abrazando tímidamente la democracia (aunque los regímenes bipartidistas eran moneda común en la Europa de la época) y admirador del esclavismo, logra abanderar la causa alfonsina y consolida la Constitución de 1876, la más longeva de nuestra historia. Imitando a Inglaterra, consolida los partidos políticos para evitar la típica ingobernabilidad española y consolida una política interior que es aceptada incluso por los republicanos posibilistas, abanderados por el ex-presidente Castelar.

Con estos cambios durante la Restauración, en Andalucía se impone un comportamiento, una mentalidad y una actitud que se denomina realismo, opuesta al romanticismo reciente por no ver el lado práctico y mirar solo al idealismo. Ilustres personajes como Garrido, López Domínguez, Roque Barcía, Castelar y Pérez del Álamo se inclinarán con su realismo por una aceptación de la Monarquía Constitucional, al estar sólidamente asentada y acercarse a las posturas posibilistas que priman la gobernabilidad y la paz antes que las ideas personales. Al realismo político le surgió a su lado el realismo social, fomentado por las clases obreras y sus reclamos y huelgas. El caciquismo también tiene una participación relevante en Andalucía, puesto que el afán de controlar la política el tiempo que uno desee depende de las trampas que se puedan hacer en las urnas, adoptando el famoso pucherazo si no salían los resultados que deseaban. El mundo agrario toma conciencia de estas injusticias y no confían en el voto ni en las leyes existentes, desengañándose de la historia y que los avances tenían que traerlos los no andaluces.

Ya se indicó que el realismo fue tanto político como social y enraizaron en Andalucía y si bien el andaluz medio no encontraba lugar ni interés en la política hubo gran cantidad de políticos de origen andaluz, tales como los mencionados Cánovas del Castillo y Castelar, un gaditano con una exquisita oratoria que convenció una vez a los diputados de la época de Amadeo I a abrazar la República y en otra ocasión apaciguó los ánimos de los republicanos que querían desmontar el régimen canovista por las armas ante la llegada de estabilidad y posibilidad del voto. Nicolás Salmerón también fue Presidente de la República, altamente considerado por su mesura y su saber estar. Fue expulsado por Cánovas del país tras derogar la Institución de Libre Enseñanza, aunque bajo el gobierno de Sagasta se le concederá la amnistía y la reimplantación de la ILE en territorio español, pudiendo enseñar los postulados krausistas. Sánchez Rosa divulgó el anarquismo en Andalucía, arraigando con mucha fuerza en detrimento del socialismo. Otros andaluces como López de Ayala, Navarrete y López de Carranza participaron en la vida política estatal, ocupando cargos relevantes dentro del Gobierno de turno. Malcampo y Monge también será un personaje destacado, junto a Ruiz Jiménez, López Domínguez y Segismundo Moret. La publicación de periódicos también fue profusa por tierras andaluzas, a pesar del fuerte analfabetismo en el ámbito rural. Por último, no se puede dejar atrás al gran Giner de los Ríos.

La Restauración tuvo un momento de plenitud, como ya se refirió, que pronto sacó a relucir una gradual decadencia al salir a la luz los vicios del sistema. Con el tiempo y el desengaño de la gente, hizo que el desapego no pudiera eliminarse y quedó dañado permanentemente, a pesar de la entrada del sufragio universal masculino en 1891 (a pesar de las reticencias de Cánovas). La perversión del sistema electoral se hizo tan evidente que no pudo tener una vuelta atrás en su corrupción. El caciquismo, ya visto en Andalucía desde la época de Cervantes, se implanta con todas sus fuerzas en estas tierras tomando tintes de feudalismo pero con una máscara de modernidad. En vez de señores feudales, Andalucía cuenta en esa época con nobles y terratenientes con gran fortaleza económica y de recursos, por lo que se proclaman caciques con la facultad de proponer al político de turno de su interés y velar que salga ganador. Las luchas entre caciques y por entrar bajo la custodia de uno fueron tan relevantes que en Jaén se pidió por la acción del Gobernador Civil con mano dura y que tapase los disturbios para no ser el hazmerreír de Europa. Los políticos que querían ser diputados, tras granjearse la benevolencia del cacique, no dudaban de pasar de un partido a otro. Hubo un momento en que un político conservador velaba por alcaldes liberales, puesto que eran antiguos compañeros de filas y alguien intentaba destituirlos porque eran parientes del mismo terrateniente. En las ciudades los cabezas relevantes de partido conseguían la Gobernación Civil, contando con amplios poderes (España tenía un régimen centralizado en esa época). En Almería se llegó a contar con 9015 votos para un candidato oficial, cuando el número de electores solo ascendía a 124. De esta manera, medio urbano y rural combinaban sus fuerzas para que los candidatos preferidos por los caciques llegasen al poder. En Aracena, Huelva y Albuñol, en 13 de 16 elecciones en el periodo 1891-1923, solo hubo un único candidato que automáticamente era elegido. En Granada y Almería se registraron episodios de violencia entre grupos de coacción o facciones enfrentadas. En 1907 intentó frenarse esta oleada de pucherazos y violencia mediante la decisión de que el Tribunal Supremo evaluase la anulación o no de votos dudosos en vez de la comisión de diputados. Aunque la intención fue buena y en el periodo entre 1890 y 1923 (año en que se suspende la Constitución por el golpe de Estado del andaluz Primo de Rivera) se anularon menos del cinco por ciento de los votos emitidos, muchos historiadores concuerdan que si a esas elecciones de ese periodo se hubiesen aplicado controles estrictos de validez como los actuales, la inmensa mayoría de las elecciones tendrían que haber sido anuladas.

jueves, 5 de abril de 2012

Argentina se plantea nacionalizar YPF

Publicado en http://viamagenta.wordpress.com/2012/04/11/argentina-se-plantea-nacionalizar-ypf/ Argentina se plantea nacionalizar YPF (11-04-12)

La crisis internacional no afectó a todo el mundo por igual, hubo lugares en donde llegó más tarde o que sus efectos no fueron tan arrasadores. Pero al final llega, tal y como está pasando en Latinoamérica. Este retraso fue provocado por la gran bonanza de Brasil y el crecimiento vertiginoso de Argentina en estos últimso años. Pero Brasil lleva casi dos trimestres sin crecer y Argentina posee una alta inflación. Si cae Brasil, esta región del planeta sucumbirá a la crisis internacional. Argentina quiere evitarlo, pero por sus propios medios no le es posible, aún sigue siendo un país eminentemente exportador de materia prima e importador de bienes procesados. La política de privatización en manos extranjeras durante la presidencia de Carlos Menem (1989-1999) tiene alta culpa, frenando la incipiente independencia industrial y tecnológica y poniendo sin contraprestación en manos extranjeras la gestión salida de recursos naturales.

Hoy en día, en un clima político argentino inestable se intentan recuperar las antiguas empresas nacionales, aun sin tener la capacidad de gestionar de vuelta a estas. Sospecho que estas políticas son para crear un fondo de patriotismo rozando el populismo y cortinas de humo para lo que se avecina, que tiene pinta de ser muy duro.

En estos últimos días ha surgido con fuerza la idea de renacionalizar la petrolera YPF, cuya mayor parte de sus acciones, 57,43%, tiene REPSOL y el resto es una suma de inversores donde destaca la influyente familia argentina Eskenazi, con un 15% de las acciones que le vendió la petrolera hace cinco años a cambio de ciertos beneficios. Esta empresa es el mayor productor de hidrocarburos de Argentina, el mayor contribuyente fiscal y uno de los principales empleadores, con una plantilla de 13500 empleados. REPSOL controla el 32% de la explotación de petróleo y el 23% de la de gas de Argentina y posiblemente llegue a ser mucho más tras el descubrimiento del yacimiento de Vaca Muerta. Las inversiones y producción de la petrolera española aumentan año a año y en 2011 se alcanzaron cifras de 2300 millones de inversión. YPF dedicó ese año 1550 millones de euros a exploración y producción, 732 millones a refinación, logística y comercialización y 38,3 a otros tipos de inversiones. Esto sin contar la cantidad de impuestos que pagan periódicamente: 4880 millones de euros el año pasado.

A pesar de estas cifras boyantes muchos dirigentes políticos apuntan a nacionalizar la petrolera por insuficientes inversiones y dejadez a la hora de ensayar nuevas prospecciones para localizar nuevos yacimientos. El diputado Fernando “Pino” Solanas, fiel a su política de recursos nacionales y renta equitativamente distribuida, argumenta que REPSOL-YPF únicamente invierte en 10% de los beneficios que consigue, además de no respetar la legislación sobre conservación del medio ambiente tras la contaminación de varios acuíferos. Este desbalance es el que tienen en contra de la empresa española, puesto que se ve como un nuevo colonialismo en búsqueda ya no de metales preciosos y evangelización forzada, sino de hidrocarburos. Esquilmar un país de sus bienes sin dar nada a cambio es una práctica que en la actualidad debe ser desterrada como procesos de siglos anteriores. Bajo un respeto al medio ambiente y unos contratos rigurosos una empresa puede beneficiarse, contribuyendo a la mejora del país en el que extrae la materia prima, reinvirtiendo y creando empleo y posibilidad de que el Estado (o la Provincia) pueda algún día ocuparse, no en monopolio quizás, de las tareas de extracción.

La Constitución argentina de 1853, en su artículo 124 indica que “corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”, por lo que el Estado no tiene influencia directa en el control de sus recursos a menos que haya una delegación explícita o no entren en materia de armonización provincial o conservación del medio ambiente. Por tanto, no hay una política seria de nacionalización, observándose multitud de contrariedades por parte de las provincias involucradas. El Gobierno, tras la llamada del Rey de España hace unas semanas, habla con rodeos y desdiciéndose cada minuto sobre si fomentar o no políticas de nacionalización, abandonando por tanto la anterior política de nacionalizar a toda costa. Aparte de las provincias de Santa Cruz, Chubut y Neuquén (más Río Negro, que se ha sumado recientemente), se van a sumar a la supresión de la licencia Mendoza, La Pampa y Salta, olvidando que la cláusula de renovación caducará en 2015. Muchos políticos cursan invitaciones para el acto de supresión de la licencia en un claro gesto propagandístico más que de interés de conservación de los recursos. Como demostración de que más que ideas de nacionalización hay afán de protagonismo se puede mencionar que los pozos cuya licencia de explotación se va a retirar no reporta más de un 7% al total de extracción de crudo de YPF, junto con que son pozos con sus reservas ya prácticamente agotadas. Mientras tanto, las dudas provocan el temor a la gente para que invierta de manera bursátil en la empresa, con el resultado consecuente de que ni Argentina ni España están saliendo beneficiadas de tantos intentos timoratos y con afán publicitario.

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...