Pasados tres meses y recuperados
los ánimos, un conserje encuentra en la sala de calderas el cuerpo torturado de
Alberto. En el pecho está grabado a sangre: así lo quiso mi maestro. Esto pone
en alarma a los presuntos dos dioses que quedan con vida para acabar con el
sanguinario juego de rol empezado tiempo antes.
La policía obliga a Jesús y a Tania
a permanecer en sus casas custodiados fuertemente, mientras intentan resolver
el caso. El resto de chicos sigue yendo al instituto, aunque son puestos en
vigilancia a aquéllas personas que pudieron tener alguna amistad con Luis. Por
la mañana se encuentra en la pizarra un enigma. Marcos, Verónica, Iván y Diego
lo ocultan para que la policía no interfiera en su búsqueda. Piden ayuda a Jorge, Enrique y Eduardo, que no tardan en resolverlo. Parece que el enigma se basa en una
película de terror. Se dirigen a la iglesia de Jesús, donde encuentran huyendo
a un personaje envuelto en ropas oscuras. Tras una larga persecución la persona misteriosa desaparece. Vuelven a
la iglesia y encuentran otro enigma que los llevará al Garrotalillo.
Allí son perseguidos por un grupo
de toxicómanos que al parecer estaban conchabados con el oscuro personaje.
Durante la huida desaparece Marcos y al intentar buscarlo encuentran pintado en
el suelo otro enigma. Éste parece complicado, pero Jorge lo resuelve rápidamente,
lo que hace que Verónica sospeche de la determinación de Jorge y de que fue
éste la persona que huía a la par que Marcos. Tras llegar al llano de Santa
Filomena, Verónica llama a la policía para que detengan a Jorge y deje de crear
pruebas que pierden el tiempo para fines malvados. Llevan a cabo su trabajo y
tras un tiempo de interrogatorios deciden llevárselo a comisaría. Verónica
ha desaparecido durante este tiempo y los que quedan buscan una posible pista.
Encuentran la dirección de la Diosa de la Amabilidad.
Cuando llegan a la casa no hay nadie, sólo los padres de Tania que dicen que la policía se había marchado tras haber descubierto al asesino. Comentan que Tania ha ido al instituto tras recibir la llamada de Enrique, cosa imposible. Cuando Tania llega al instituto entra en el salón de actos, donde espera Ricardo, que se siente orgulloso de ser el discípulo de Luis y de haber matado al director. Comienza una persecución por el salón de actos que acaba con Tania en el suelo al recibir un disparo en la pierna por parte de Ricardo. Cuando va a suceder el trágico final se recorre el telón y se ven crucificados los cuerpos desnudos de Marcos e Verónica. Ricardo se asusta al tiempo que llegan Iván, Diego, Jesús y Eduardo con la policía. Disparan a Ricardo y éste deja caer el arma. Al llevárselo detenido se ríe de los buscadores al haberlos tenido enfrascados en tantos enigmas y haber estado a punto de atraparlo pero niega haber asesinado a Marcos e Verónica. Tras esto encuentran a la salida del instituto a María que realiza una presa a Tania y le pone un cuchillo en la garganta. Confiesa sus dos muertes y los culpa de haberla marginado. Tania golpea a María, por lo que se libera, momento en el que Iván da una patada a la asesina cayendo a la carretera y siendo atropellada por un coche, causándole la muerte.