martes, 29 de mayo de 2018

Diario de Viaje: Comillas (Mayo de 1997)

Pues en Comillas estuvimos de visita relámpago. Creo que cambiaron ciertos planes sobre la marcha y nos desviamos del camino principal. Quizás alguien recordó algo para visitar y fue así. La verdad que tengo bastante confundidos los recuerdos.

Escuché hablar de El Capricho de Gaudí, pero por ahora me estrujo la memoria y no recuerdo haberlo visto. Y es muy probable haber ido a visitarlo. Porque recuerdo la entrada al Palacio de Sobrellano (al menos la fachada, típica de películas antiguas de terror sobre ricachones, fantasmas y alguna que otra maldición) y creo que uno está cerca del otro. Tengo recuerdos que hablan de que era la sede de la Universidad de Comillas (y por eso el lío porque la sede por ese tiempo debía estar en la Fundación, ¿no?). Es más, recuerdo la sala con un suelo muy brillante de colores café y la entrada a unas escaleras a izquierda y derecha muy elaboradas y rodeadas de columnas y arcos góticos. La pared frontal tenía una leyenda y el resto de la sala hacía un fuerte homenaje a la arquitectura mudéjar. No sé si fue ahí donde teníamos que identificar en las labras la figura de un sapo, resultando ser una alegoría de todo el conjunto arquitectónico.

En este caso, improbables lectores, he de pedirles perdón. Es un lío traerlo todo al momento presente que se me borran cosas y solapan recuerdos.

lunes, 28 de mayo de 2018

Diario de Viaje: Santander (Mayo de 1997)

Finalizando la escuela primaria, tras vender decenas de participaciones en la lotería y cajas de roscos tocaba disfrutar de estos viajes. ¡Ah! Vino incluso mi padre. Pero nada, yo en esas épocas era bueno e inocente jeje.

No recuerdo muy bien Santander, no sé si porque estuvimos poco tiempo o porque empecé a mezclar recuerdos al quedar eclipsados por otros sitios de fuerte interés arquitectónico. Ni idea, sinceramente. Recuerdo pasear por las calles de la ciudad, todo normal, estilo ciudad nueva. ¿Un cobertizo moderno, quizás? Lo que sí recuerdo es pasear por la playa de El Sardinero. Al menos recuerdo el oleaje y tener muy cerca el estadio de fútbol. Y es que en esa época atraían más esas cosas que los detalles. De ir a la plaza principal a conocer el ayuntamiento como que no tengo memoria, sinceramente.

Sí me acuerdo bien de la visita en tren turístico (con ruedas, claro) por la península de La Magdalena, viendo el enorme palacio repleto de ventanas (creo que decían que había una por día del año que hay). Sus techos de pizarra en zigzag son bien característicos y nos explicaron que fue residencia de Alfonso XIII. Su torre de planta poligonal también es curiosa. No sé si también vimos los famosos galeones de exposición, pero seguramente sí.

domingo, 27 de mayo de 2018

Fin del trayecto para ETA

Agónica la muerte de la banda terrorista. Desde que en 2011 anunciaron su fin de actividad armada definitiva poco a poco la historia sangrienta de ETA ha ido quedando atrás, como si solo hubiese sido un mal sueño. Ya en abril de 2017 se hizo como una pantomima, o así me lo pareció, donde se entregó el arsenal que poseían. Pero bueno, en ese ínterin ni la sociedad vasca ni la española han flaqueado en su repulsa. No ablandó ningún corazón y finalmente se han disuelto.

Pero esto no ha de ser un paso final, sino el primer paso. Quedan por esclarecer cientos de delitos cometidos a manos de los terroristas, quedan muchos etarras por detener, juzgar y condenar. Y, sobre todo, queda mucho por hacer por restañar las heridas de un conflicto que ha durado décadas. Quedan víctimas, quedan familias deshechas, quedan muchos que opinan que sus ataques eran positivos en cuanto anhelaban el socialismo y la independencia. No sé si se seguirá con las políticas de alejamiento de presos o comenzarán tratos más favorables. Quizás se tienda ayudar a los presos arrepentidos y que están deseosos de purgar sus crímenes. No sé, queda mucho por hacer, aunque este paso ha sido enorme. Pensemos por ejemplo que siguen viviendo, probablemente, puerta con puerta víctimas y verdugos. Olvido y perdón quizás no sea el mejor movimiento, ya que ETA siguió anhelando que su lucha fuese entendida como algo ente iguales, ni vencedores ni vencidos, unos ideales contra otros (malas proclamas de Aznar y medios extranjeros cuando los trataron y tratan de organización separatista, como si se dedicasen a vender chapas para lograr conseguir lo que se proponen).

Su comunicado final, lleno de pataletas, pide perdón, pero solo a las víctimas colaterales. Es la queja típica de un niño chico que está obligado a disculparse cuando aún piensa que es el bueno de la historia. No van a conceder más, para ellos ya es humillación bastante pues se creen los portadores de la verdad. En mala hora han dejado a los independentistas que reclaman con pacifismo y democracia sus posturas.

Se han vertido muchos ataques por un lado y por otro. No es verdad que todos desean que ETA siga existiendo pero algún que otro ejemplo de gente que ha aprovechado el dolor para hacerse un hueco en política o mantener un negocio sí que ha habido. Esta es una mala imagen que ha de ser repudiada pronto y comenzar a planificar un nuevo futuro. Porque es verdad que sufrir se ha sufrido, y mucho. Las ideas ensoñadoras y románticas de lucha por la libertad que se dieron durante el franquismo fueron pronto refutadas por los mismos terroristas durante la Transición. Hubo momentos en que el hedor de las cloacas del Estado fue insoportable y esto no puede ser, ha de ser cortado de raíz este tema y depurado totalmente. Fuera del marco de la democracia y la Ley no es posible sostener a la democracia ni a la Ley. El Estado ha de ser sólido, con cimientos pulcros.

Sigamos confiando en la colaboración España-Francia, donde los afamados santuarios han sido identificados y controlados. Descubramos la existencia de armamento o zulos no declarados. Hagamos pedagogía sobre el mal que ha hecho ETA a España y, sobre todo, a Euskadi. Persigamos a los terroristas hasta que no quede ni uno en la calle y puedan arrepentirse más sinceramente entre rejas. Después, si eso, ya podrán decir lo que quieran.

Pero lo más importante de todo es que no olvidemos, por favor, no olvidemos. Esto no es del estilo 'esto fue hace mucho y no hay que vivir en el pasado'. Nuestra sociedad no se merece ese fin buenista.

sábado, 26 de mayo de 2018

Diario de Viaje: Suances (Mayo de 1997)

De aquí sí que tengo pocos recuerdos. Sé que fue una parada estratégica en el viaje y recorrimos algunas calles empedradas bastante estrechas con antiguas y bajas casas también de piedra. Incluso recordar que entré en alguna tienda de souvenirs, pero poco más. ¿Sería en este lugar o en otro? Ay, ya me falla la memoria un poco.

Sí que recuerdo acercarnos desde cierta altura a la playa, encajonada entre verdes montañas y ver enmarcado en un cielo plomizo y ventoso una arena fina y blanca batida por el mar.

jueves, 24 de mayo de 2018

Diario de Viaje: Santillana del Mar (Mayo de 1997)

Pues en el viaje fin de colegio tocó hacer noches en esta hermosísima localidad. Prados muy verdes, vacas mugiendo en la lejanía. Lloviznas por la mañana, neblinas y su consabida humedad. Es espectacular y tengo aún buenos recuerdos del sitio. El hotel estaba casi a la salida del pueblo.

La arquitectura es de las que esperas en series o películas de ambientación medieval o fantástica. Calles empedradas y estrechas, casas bajas con vigas de madera vistas y con amplios balcones llenos de helechos que forman voladizos que ayudan a protegerte de la lluvia eterna. Por aquí y por allá viejas construcciones de piedra, como la torre de don Borja. Quedarse paseando por la Plaza Mayor es como viajar en el tiempo y visitar la fachada de la famosa colegiata de Santa Juliana, con esa puerta abocinada es espectacular.

Entre paisajes y arquitectura quedé encantado con esta localidad. Y en el hotel, desgraciadamente, no pude quedarme en la habitación con los amigos de siempre y me tocó pasar noche con una persona muy rara que solo hablaba de lo mala que es la pornografía, que los rosacruces siguen entre nosotros y que la reencarnación es muy probable. O sea, un conspiranoico en ciernes.

La pena fue que ni se planteó la idea de visitar las cuevas de Altamira, que hubiese sido entonces una experiencia trascendente.

martes, 22 de mayo de 2018

Diario de Viaje: Burgos (Mayo de 1997)

Momento de ponerse a recordar las idas y vueltas en el viaje de fin de estudios primarios. Momentos de incipiente libertad y ganas de estar con los amigos y compañeros para ver las maravillas del norte español.

La primera parada fue la fría ciudad de Burgos, antigua capital del Reino de Castilla. La gente nos pareció bastante fría. Saludabas y no tenías respuesta. También podía ser que ver marabuntas de niños de 13 o 14 años haciendo el loco no daban para participar en los saludos. La arquitectura es la típica del norte, con fachadas de colores sombríos donde abundan los estrechos balcones. Recuerdo que nos dejaron al lado de una antigua puerta de muralla o similar: el Arco de Santa María.

De ahí, si mis recuerdos no fallan, fuimos directos hacia la impresionante catedral. Esa arquitectura gótica, tan rara en el sur, nos hacía imaginar que estábamos en la Edad Media, en los lugares que se recrean en historias y películas. Ahí nos metimos y un guía (al que nos costaba entender) nos hablaba de la tumba del Cid y de Jimena (donde empezamos a evocar gestas de antaño al identificar dónde estaban los huesos de esos héroes de leyenda), del impresionante cimborrio y del autómata conocido como Papamoscas. Recuerdo también ver la escalera dorada, el cofre del Cid y no sé si también el claustro.

No recuerdo más o de si recorrimos algún lugar más concreto de la ciudad. La verdad que era la primera ciudad que visitábamos tras salir de Andalucía, luego el sueño debía ser enorme y aún no habíamos parado en ningún hotel para dejar las cosas.

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...