jueves, 30 de octubre de 2014

Matrix, juego de rol XIV: Misión en Japón

[Creado en 2014]

Los tripulantes de la SINGILIS, tras verse envueltos en la rebelión y con las últimas noticias sobre el Elegido deciden involucrarse de lleno en desentrañar el misterio. Para ello deciden entrenarse más activamente usando un programa informático. Esta vez será en el Japón feudal.

El programa simula que son expertos samuráis y están de paso en una zona montañosa e infestada de nieblas. Hay cerca una posada en la que pueden pernoctar o tomar referencias de lo que ocurre en la zona. Con CARISMA+SEDUCCIÓN pueden identificar que más al norte un señor de la guerra ha hecho estragos y que planea seguir con su plan de destrucción en las regiones colindantes. Algunos incluso sugerirán la posibilidad de aliarse a este señor, de nombre Hiroshi. En medio de la conversación aparecerá una niña pequeña desnuda con muchas heridas y al borde del desmayo, por lo que tienen que aplicarle primeros auxilios.

Cuando se restablezca se presentará como Kanako, habitante del pueblo del norte que queda a pocos kilómetros de la posada. Unos señores malvados han atacado a los campesinos y han asesinado a muchos. Mientras secuestraban y maltrataban a su abuelo incendiaron su casa y ella pudo escapar de milagro, aunque el resto de su familia ha muerto. Llora para que le ayuden a liberar a su abuelo. Si se niegan deberán tirar INTELIGENCIA de dificultad 9 para no hacer caso a las súplicas.

A la mañana siguiente acudirán al poblado, arrasado y sin gente, con algunos cadáveres colgados en árboles como señal de precaución. Sin embargo, en la casa del terrateniente está el grueso de la tropa rebelde, compuesta por cinco fanfarrones. Allí encierran a unos cuantos, incluido Satoru, el abuelo de Kanako. Los rebeldes se niegan a colaborar o parlamentar y cuando solo quede uno irá en busca de los rehenes para asesinarlos. Deben evitarlo. Una vez liberado Satoru les comentará que la situación en Japón es complicada, puesto que Hiroshi no es solo un depravado señor de la guerra, sino que es un demonio liberado de su prisión con ansias de exterminio. Ha secuestrado a toda la población y se las llevó a su cuartel general con la intención de sacrificarla en dos noches. Les indicará que solo hay una manera de detenerlo y es mediante la obtención del cofre donde estaba atrapado, que está en una cueva cercana. Si van primero tendrán que enfrentarse con dos furias del bosque con poderes MATRIX de los que carecen los tripulantes durante la misión.

La cueva tiene restos de haber sido removida hace poco. Dentro se enfrentarán con un esqueleto y dará paso a una sala con dos trampas que pueden detectar y desactivar. Tras esto, darán a otra sala con un cofre repleto de oro y joyas. El primero que lo toque entrará en un sueño eterno y solo podrá ser despertado bebiendo agua de una fuente cercana a la cueva (usando como recipiente la calavera del esqueleto poseído). Deben localizar una entrada camuflada y ahí está el cofre auténtico, abierto y con inscripciones de rezos y conjuros. De vuelta, notarán cómo el cofre es cada vez más pesado y la dificultad de transportarlo aumenta en uno en cada nuevo sector. En el camino serán asaltados por tres ladrones. Si alguno de ellos toca el cofre, este volverá mágicamente a su lugar de origen.

Una vez que le acerquen el cofre a Satoru este dejará a su nieta al cuidado de los supervivientes e irá con el grupo a la base de Hiroshi. Les comenta que la sacerdotisa Michiko fue vista durante el ataque el poblado. Ella seguramente ha sido tentada por las artes oscuras y puede que haya sido la responsable de la liberación del demonio. Él se ocupará de ella, mientras idean un plan para sortear las cohortes asesinas y llegar hasta Hiroshi. Una vez junto a él deben debilitarlo y poner muy cerca el cofre para que sea de nuevo atrapado por este.

El ejército de Hiroshi cuenta con 200 samuráis, así que entrar luchando es una acción temeraria. Además, si toca alguno el cofre volverá a su cueva y tendrán que empezar de nuevo. Satoru hará algunos trucos mágicos para atraer la atención mientras ellos pueden buscar bajo su plan la tienda de Hiroshi, que estará solo. Se comportará como criatura fantástica bajo MATRIX. Michiko irá a luchar contra Satoru y ambos se desvelan como importantes hechiceros.


Al borde de la muerte gana Satoru, provocando la huida de los soldados. Los tripulantes deben infligir severas heridas a Hiroshi para que entre en el cofre y este vuelva a la cueva. Tras esto, sanarán las heridas de Satoru y liberarán a los rehenes. En el camino de vuelta Kanako les saldrá al paso y todo será alegría mientras los tripulantes vuelven al mundo real.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Diario de Viaje: Trélissac/Trelhissac (Febrero de 2014)

Última parada en Aquitania. Saliendo de Périgueux y remontando el río Isle hay un camino entre bosques y campos deportivos, donde se pueden ver los saltos del río y disfrutar de la naturaleza (y de los corredores que visten esperpénticamente, que siempre vienen bien unas risas).

La caminata fugaz de un día nos llevó hasta Trélissac, un pueblecito con un par de iglesias y el imponente Château Magne. Pero lo que más gustó fue la caminata en sí, donde se pudo contemplar y disfrutar de un buen día y unos paisajes espectaculares. Llevábamos algo de carga, pero pudimos comer y descansar en entornos donde reinaba el silencio de la civilización y el ruido de la naturaleza imperaba.

Guiados por mapas en puntos estratégicos que te indican cómo patearte y por dónde todo el departamento de Dordoña pudimos calcular el kilometraje y ver que podríamos llegar sin problemas al hotel para salir corriendo hacia el tren y volver a Nantes. Y el viaje de vuelta se hizo muy ameno, incluso con algunas variaciones por otros caminos secundarios que nos presentaron grandes casonas.

jueves, 16 de octubre de 2014

La agradable irrupción de Podemos

Por supuesto, unas elecciones al Parlamento Europeo no tienen traducción directa a unas elecciones a Cortes Generales, pero la irrupción por sorpresa de la formación Podemos ha puesto en jaque el bipartidismo imperante en el Reino de España. Incluso se rumorea que también tuvieron que ver con la abdicación sorpresiva de Juan Carlos I y la proclamación de Felipe VI. Una España que sigue muy dolida, donde el paro y la corrupción pasean a sus anchas, necesitaba de este soplo de aire fresco. Desde el afamado 15-M muchas voces discordantes con el sistema se han hecho oír y la proclama básica contra ellos era 'Formen un partido y propongan soluciones'. Pues la formación encabezada por Pablo Iglesias lo ha hecho y ¡ahora le critican eso! Ni UPyD tuvo una entrada tan triunfal y las encuestas ya incluso sueñan con colocar a Podemos como segunda formación en intención de voto.

El bipartidismo, antaño tan fundamental para la gobernabilidad, se ha vuelto un escollo para el desarrollo democrático del país. Una cosa es estar de acuerdo y trabajar en conjunto de acuerdo al pacto constitucional, otra que se crean que sin ellos no existiría la paz. Lo primero es fundamental e incluso correcto y exigible por nuestra parte: un Estado es algo artificial e inventado y, por lo tanto, ha de mantenerse en funcionamiento y para ello los partidos políticos, los ciudadanos, deben defender un modelo básico y común de convivencia. Lo segundo, en cambio, es ganas de escudarse y detentar el poder. Unos años yo, otros años tú. Nos criticamos en lo superfluo, nada más. Pues no, señores, se puede defender el pacto constitucional y poner el jaque el bipartidismo imperante.

Un PP que solo gobierna para los suyos (e incluso a veces mal también para ellos) y la Iglesia. Un PSOE que viaja hacia ninguna parte (con miedo de ser coherente y defender con gusto el mencionado pacto constitucional, por lo que sus votantes no saben a qué atenerse y se vuelven más partidistas, quizás en otros lados), una IU que sigue anclada en viejos preconceptos guerracivilistas y con pánico a defender la igualdad y unidad de los españoles (es la izquierda europea más rara, prefiere el segregacionismo nacionalista en vez de la igualdad radical sin importar procedencia o cuna) y un UPyD que crece lentamente al tener una postura bastante elitista (parte del supuesto que todos los españoles debemos estar interesados e informados en política y con cierto grado de participación, cuando no es así en general), Podemos ha adelantado a casi todos por el lado que menos se esperaban. Mucha gente desencantada de la política ha vuelto a ilusionarse y muchos, que antes callaban o criticaban todo, muestran su férreo apoyo. ¿Su receta? Explicar de manera sencilla el panorama y proponer propuestas entendibles. Eso sí, todo ello macerado en un caldo de populismo.

Pues sí, no todo son flores en la formación. Me inquieta la atención preferente de muchos medios de comunicación, como si no hubiese nada más en el panorama político diferente al bipartidismo y nacionalismo periférico. No me acaban de gustar las proclamas repetidas de tal manera que tienen que caer bien a quien la escucha. No me valen esas coletillas sobre que la abuela tiene que entender o que sus buenas acciones lo resuelven todo en nada. Es inquietante que unas buenas y cabales políticas estén mezcladas en demasía con propuestas irrealizables y solo hechas para actuar demagógicamente y generar más simpatías. Creo que esto debe depurarse pronto. Si no, en vez de ser una alternativa seria se convertirá en un caladero de 'voto bronca' que desaparecerá cuando la situación económica mejore y los votantes vuelvan a sus formaciones de siempre. O si no, el tema del uso y abuso del término 'casta' que, si bien podría estar bien enfocado para el político profesional (el que no sabe vivir de otra cosa y se encarama al sillón con todas sus fuerzas; no confundir a este con el profesional de la política) parece que cualquier representante elegido también es casta. Pues señores, en una democracia representativa siempre hay representantes y sin ellos no estamos en una democracia representativa. Eliminarlos es eliminar al sistema democrático imperante en el mundo actual. Quizás quieran una democracia asamblearia, pero que lo digan con sinceridad. Es más, ellos son representantes ahora, luego deberían ser casta. Por eso digo, el uso y abuso de un término puede ser contraproducente.

Tampoco me gusta el tono personalista de la formación, girando siempre en torno de Pablo Iglesias. Es cierto que ahora con Errejón y Monedero está cediendo protagonismo y que al principio las formaciones tienen un tinte personalista. Pero es que el logo del partido para las europeas era ¡la cara de Pablo Iglesias! Ni Rosa Díez en UPyD se atrevió a tanto (solo a poner el color magenta como color oficial, con cierta asociación al color rosa, por supuesto). Es posible que cuando los procesos internos y de primarias se muevan esto se difumine, pero asociar mucho tiempo una cara a un partido trae a la larga resultados fatales. Tus fallos, tus errores presentes y pasados (e Iglesias tiene unos cuantos por sus posturas intransigentes en la universidad) pueden asociarse al partido y herirlo de muerte.

Parte del éxito, creo yo, ha sido que el resto de formaciones se ha asustado de su irrupción espontánea y, evidentemente, han pasado al ataque descarnado. En vez de criticar su programa político y enseñar a la población dónde falla o qué posturas no defienden ellos, se han dedicado a tildarlos directamente de populistas y demagogos. Quizás llevaban parte de razón, pero estos ataques descarnados les han hecho bien, han afirmado sus postulados sobre la casta y han ganado más simpatías y publicidad en los medios de comunicación. Y es que, sean cuales sean los medios, se debió apuntar a sus falencias programáticas. Así la gente podría ver la conveniencia o no de votarles. Ahora están haciendo esto, aunque demasiado tarde. Incluso los detractores del rancio bipartidismo lo critican, pareciendo que son unos hipócritas, que solo ellos pueden desbaratar el bipartidismo. Ante esta panorama se crearon nuevas formaciones, como Ganemos. E IU, en su línea tradicional, quiere fagocitar las nuevas y prometedoras ideas. Con el lema de 'gran coalición de la izquierda' quieren hacer suya el proyecto y las ideas que nunca tuvieron ni quisieron tener. Veamos cómo evoluciona la formación y qué ocurrirá con las municipales y generales de 2015. Todo puede volver al punto de inicio. O consolidar un nuevo panorama en la política española.

martes, 14 de octubre de 2014

Diario de Viaje: Brantôme/Brantòsme (Enero de 2014)

En nuestra estancia en Aquitania, Geo apuntó vehementemente a este pequeño y encantador pueblo. Y la verdad es que no pudo acertar más si cabe. Es un pueblo minúsculo en el corazón de la Dordoña y la parte medieval es una islita abarcada por los dos brazos de la Dronne. Pues bien, a pesar de la lluvia localizamos el autobús que nos llevaba y en el trayecto conocimos a una argentina que estaba dando clases en Périgueux y huía a una ciudad más grande para pasar el fin de semana. El viaje estuvo espectacular, puesto que pasamos por pueblos minúsculos rodeados de verdes bosques y con castilletes o abadías.

Pues bien, Brantôme está cercado por una línea de colinas plagadas de cuevas donde seguramente estuvo el Neanderthal o los primeros Cro-Magnon, puesto que en esta región se han localizado muchos restos cavernícolas y pinturas rupestres. Ideal para valorar el lapso de tiempo y el entorno natural de los primeros habitantes. Y lo sorprendente es que a día de hoy las cuevas se siguen usando, ya como casas ya como almacenes o aparcamientos. Un contraste muy interesante. Por desgracia el ayuntamiento del típico estilo francés estaba cerrado y el museo anexo también. Solo pudimos asomarnos un poco, pero bueno, algo es algo. También estaba una abadía (o iglesia, me parece) también cerrada, la de Saint-Pierre, pero de sólida arquitectura y el contraste entre la piedra blanca y el verdín por la climatología.

De punta a punta del pueblo se recorre en un santiamén. Había casas curiosas y lugares donde se podía ver el salto de agua del río. El sonido era apaciguador. Y lo interesante es que aunque escampado, seguía subiendo el nivel del río y se estaba inundando la zona cercana, pero no una mini-isla que estaba demasiado bien cuidada. El paseo por la zona del ayuntamiento nos permitió ver alguna que otra tienda y también estábamos a la búsqueda de alguna plazuela céntrica para localizar algún restaurante y almorzar. Pero lo mejor estaba en la isla, con sus casas antiguas de piedra, su trazado medieval en zigzag y la estrechez. Incluso vimos una puerta que daba al río y que en la orilla opuesta se abría otra puerta, como si hubiese un camino. Como en esta zona, siempre hay una casa señorial con su gran blasón. En la calle principal, cuando comenzaba la lluvia, localizamos un bar que también era casa de apuestas y conseguimos comer un excelente estofado y carne asada. Un éxito, recomendado también.

Con el estómago lleno y el cielo algo indulgente seguimos nuestro periplo por la islita y cruzamos un estrecho puente hecho con barrotes bien trabajados y todo rodeado de árboles que tiraban sus largas ramas al caudal de agua. Ya en el continente paseamos más por la zona del cementerio y más casas solariegas, aunque esta zona estaba más abandonada. Mucho callejeo hasta orientarnos y de allí fuimos a dar una vuelta al lado del río hasta parar al verde y extenso parque del pueblo, que seguro que es donde hacen fiestas veraniegas. Está hecho con asientos y pérgolas del Renacimiento, donde se podía ver incluso cruces y detalles trabajados hace siglos. Una joya. Seguía subiendo el nivel del agua, pero sin problemas llegamos hasta la parada del autobús para volver a la base, aunque la lluvia ya no nos respetó tanto y apretó un poco antes de partir.

lunes, 6 de octubre de 2014

Alfonso XII en Extremadura (2/2)

En los apuntes biográficos de Barrantes sobre Alfonso XII recopilados por el franciscano Enrique Escribano tenemos constancia que muchos de la comitiva no querían ir a Medellín pero al ser todo improvisado no pudieron poner muchas contras al proyecto, solo murmuraciones y quejas. Por suerte, todo lo exigido estaba ya preparado en Medellín: dos o tres coches, carros y caballerías en exceso. Alfonso XII salió corriendo del tren con mucho entusiasmo, siendo seguido por Cánovas y personal de Palacio, Oñate entre ellos. Peris Mencheta, el enviado especial de La Correspondencia no pudo subirse al pescante y se encaramó como pudo al carruaje, lo que hizo mucha gracia a Barrantes y al Rey, ya que cualquier movimiento en falso podía hacerle caer al oscilar como una lámpara. Silvela también pudo acomodarse, aunque muchos quedaron en la estación al ver que los carruajes no tenían la calidad y el porte que se esperaba para tales personalidades. Barrantes, debido a su pata de palo, también se quedó esperando.

La excusa fueron la premura del plan, pero muchos desearon quedarse en el tren en esa tarde nublada y frías. Los que paseaban por el andén al paso de las horas cambiaron a un muy mal humor. Y muchos lo pagaron con Barrantes, por supuesto. Entre ellos, el Duque de Sesto, animado por sus ayudantes. Le espetó a Barrantes que su 'extremeñismo' ridículo había puesto en peligro al Rey y al Gobierno y que era culpable de incitar a llevar a cabo proyectos temerarios a un muchacho tan temerario y loco. Sus ideas no creía que valiesen mucho, puesto que ni en Extremadura sabían quién era Hernán Cortés y tampoco dónde nació. Es más, Osorio le iba a otorgar toda la responsabilidad de lo que sucediese, ya fuese un accidente o un robo, puesto que la Guardia Civil no había tenido tiempo de ser avisada y apostarse en todo el camino.

Barrantes consideró a Alcañices como alguien poco monárquico y muy adulador y por eso no tomó en cuenta sus ataques, aunque la posibilidad de un accidente no era baja. Sin embargo, el Conde de Toreno salió en favor del cronista. Dijo que no era probable que esto fuese un peligro político, pues las empresas arriesgadas siempre salen bien y que si el Rey se acordaba de Hernán Cortés cuando no lo hacía ningún extremeño era cosa para loar aún más a Alfonso XII. Barrantes se envalentonó y recordó que el Gobierno estuvo de acuerdo con la excursión, luego ya no era su responsabilidad y que no necesitaba el Monarca ni el Gobierno su ayuda para defenderse.

Las preocupaciones desaparecieron cuando volvió la comitiva con un Alfonso XII satisfecho de la visita y a un atribulado cura del pueblo que no pudo apenas prepararse para la visita real. Tanto que no podía hablar y lo solucionaba poniéndose de rodillas. El Rey comentó con diversión que el otro carro se había atascado y no podía moverse, por lo que Silvela tuvo que hacer el camino de vuelta a pie. El tren le esperó y todo gritaron al orondo y achacoso Ministro de Estado con su frac embarrado. Incluso el Rey siguió la broma diciendo que el tren estaba parado por culpa de su falta de piernas.

Barrantes pudo comunicarle al Rey sobre los ataques de José Osorio, pero Alfonso XII dijo que había que quitar hierro al asunto: había comprendido, junto a Cánovas, la importancia del consejo de Barrantes y se lo agradecía ampliamente.

Ya en 1883 volvieron a encontrarse Barrantes y el Rey tras la nominación del primero como Gobernador Civil en Manila. Alfonso XII felicitó por la elección a Sagasta y Núñez de Arce y dijo que tal nombramiento honraba al Gobierno que había tenido la idea. Barrantes fue a despedirse personalmente del Rey y este lo trató con sumo cariño, incluso saliendo a la antecámara para que la pata de palo de Barrantes no tuviera que enfrentarse contra el resbaladizo mármol. Incluso llamó a la reina María Cristina para presentárselo. Barrantes, en un gesto de cortesía, le pidió instrucciones al Rey para su próximo destino, a lo que él contestó:

-Mejor sabe usted que yo lo que tiene que hacer en Manila.

viernes, 3 de octubre de 2014

Alfonso XII en Extremadura (1/2)

En febrero de 1879 don Alfonso viaja a tierras extremeñas para inaugurar la línea férrea Madrid-Ciudad Real-Badajoz. Hay varias anécdotas del Rey por estas tierras, como la conversión de Cáceres a ciudad (la nombró así en un discurso en octubre de 1881 cuando no era tal y para no subsanar el error le dio la dignidad de tal: 'Pues desde hoy es ciudad'). O sus trayectos hacia Portugal para tranquilizar a su receloso soberano sobre las intenciones españolas y el uso de un perfecto portugués para crear buen clima e inaugurar la línea férrea Madrid-Lisboa.

Pues bien, sumando los textos de Enrique Escribano, Alfredo Escobar y Vicente Barrantes tenemos una curiosa anécdota de su viaje. Según parece en el trayecto de Badajoz a Mérida las aclamaciones no tenían fin cuando pasaba el Rey y tocaban los acordes de la Marcha Real. Barrantes fue invitado al vagón real y comió junto al Rey, que le pedía explicaciones por todo. El cronista, falto de dientes, cada vez que hablaba soltaba algún trozo de comida que paraba en la manga del uniforme del Monarca, cosa que le parecía divertido, aunque a Barrantes le daba mucho apuro. Parece ser que Alfonso XII conocía poco sobre Mérida y su larga historia y se interesó por los libros del cronista que hacían alusión a la época romana. Antes de salir para Ciudad Real pararon en Medellín, aunque fue de improviso y solo hubo aclamaciones, nada de banderas y colgaduras. Conocer el lugar originario de Hernán Cortés lo sugirió el propio Barrantes, pues veía al Rey poco instruido sobre Roma y con poca intención de aprender del tema (aunque según dicen leía con avidez los textos relacionados con la antigua Grecia). Sin embargo, como don Alfonso era un hombre de su época estaba dispuesto a escuchar buenos consejos.

-¿No hay nada más que ver? -dijo el Rey.

-No, señor; pero habría dos cosas que hacer, que darían a Vuestra Majestad en Extremadura grandísima popularidad, por lo mismo que no están en el programa del viaje -respondió Barrantes.

-¿Cuáles son? Porque si pueden hacerse las hago -respondió rápidamente.

-Dos visitas, una a la casa de Hernán Cortés en Medellín, y la otra al famoso monasterio de Guadalupe, cuya virgen es patrona de e ídolo de los extremeños. La primera es fácil, porque vamos a pasar muy cerca y el pueblo tiene estación de ferrocarril; la segunda requiere mayores preparativos y tiempo, por estar Guadalupe a ocho o diez leguas de la línea.

Sin embargo, hacía falta el refrendo del jefe de Gobierno, el inflexible don Antonio Cánovas del Castillo.

-¿Qué le parecen a usted, Cánovas, estas ideas de Barrantes?

-Que en Guadalupe no podemos pensar; es muy dilatorio -cortó tajante el Presidente del Consejo de Ministros.

-Lo siento -respondió Alfonso XII-, pero tiene usted razón. Otra vez será. ¿Y lo de Medellín?

-Tú que dices que es fácil -le espetó Cánovas a Barrantes-, ¿podrías arreglarlo?

-Ya lo creo.

-¿Habrá carruajes en Medellín?

-Lo dudo, pero como tardaremos todavía una hora en llegar, telegrafiando a los alcaldes de Don Benito y la Serena encontraremos en la estación de Medellín lo que allí no haya.

Al Rey le pareció todo buena idea y mientras iban los responsables a telegrafiar los mensajes oportunos, dijo:

-Nada de exigencias, ni de melindres, Cánovas. Si no hay carruajes que envíen caballos; si no hay caballos, burros; y si no, iré a pie. Estoy resuelto a ir. Le agradezco mucho a Barrantes su buena idea.

Sin embargo, esta idea no cayó bien a todo el mundo. Pero dejémoslo para después.

miércoles, 1 de octubre de 2014

La agitada vida de al-Afgani (2/4)

Dejamos a nuestro peculiar al-Afgani refugiado al sur de la capital iraní con miedo a ser deportado. En el monasterio que le abrió las puertas reunió a sus discípulos y los aleccionó aún más en sus posturas. Es más, al-Afgani no se contentó con solo esto sino que empezó a enseñarles métodos de oposición organizada, tales como la distribución de panfletos de manera clandestina y las instrucciones para organizar reuniones políticas. Sus discípulos no solo eran gente común, sino que se encontraban en sus charlas ministros persas, como el Amin al-Dawla, ulama pertenecientes a la burguesía más afín al islam y seglares muy próximos a las posturas reformistas.

Sin embargo, en enero de 1891, el Shah invadió el santuario donde se refugiaba al-Afgani. Algunos de sus panfletos contra el Gobierno habían encendido rencillas y odios y sus posturas en contra de llevar a cabo concesiones a favor de extranjeros habían soliviantado a muchas potencias coloniales. Todas las pruebas apuntaban a que estos panfletos eran obra de al-Afgani, así que no se libró de ser llevado a la fuerza a la frontera con Irak, sin importar la crudeza de ese invierno. En esta parte del territorio otomano dio rienda suelta a sus comentarios contrarios al Shah iraní y también escribió contra las políticas de su Gobierno. Desde Irak retornó a Londres, donde siguió con su política de ataques a la Casa Real persa. Fue en la capital británica donde pudo entrevistarse con Malkum Jan. Desde su reciente destierro había dejado por donde había pasado un grupo de adeptos bien entrenado en la agitación política. Y estos discípulos no tardaron mucho en hacer bien su trabajo haciendo que la opinión pública estuviese en claro descontento con las políticas concesionarias del Shah.

En marzo de 1890 se había otorgado, de manera secreta, el monopolio de venta, producción y exportación del tabaco iraní a un británico. Sin embargo, la mascarada no duró mucho, pues a finales de ese mismo año el periódico de Estambul llamado Ajtar que se editaba en persa dio a conocer la historia en una serie de varios artículos muy críticos. al-Afgani no tardó en sacar panfletos en contra de la concesión de tabaco, razón de la referida expulsión de enero de 1891. Tras su marcha sus discípulos se reorganizaron por su cuenta y publicaron durante la primavera de ese año más panfletos en contra de la medida monopólica. Sin un segundo que perder, iniciaron una serie de protestas en las principales ciudades de Persia. El clima previo formado por al-Afgani funcionó como caldo de cultivo para las protestas, aumentadas tras la llegada al país de agentes británicos de la compañía de tabaco que se había quedado con toda la producción iraní. En Shiraz incluso se llevó a cabo la primera manifestación organizada por los ulama religiosos. El líder de dicha protesta fue inmediatamente exiliado a Irak, cosa que aprovechó para entablar conversaciones con al-Afgani. Tras la reunión escribió al-Afgani una famosa carta dirigida al jefe de los ulamas de la rama chií, el conocido Hayyi Mirza Hassan Shirazi. En dicha carta le pedía que denunciase públicamente las prácticas del Shah de venta de los recursos iraníes a los europeos. Ni corto ni perezoso, Shirazi aceptó el reto y criticó al Shah el saqueo de Persia.

Las consecuencias de esto no se hicieron tardar y hubo un conato de revolución en Tabriz. En tal clima muchos religiosos se sumaron a las protestas e iniciaron manifestaciones en Mashad, Ispahan y Teherán. El punto álgido tuvo lugar en diciembre de 1891 en el que todo el país llevó a cabo un boicot hacia el tabaco. La idea del boicot y su ratificación fue de Shirazi. El Gobierno reaccionó, pero torpemente, pues suprimió el monopolio interno de la compañía de tabaco. Sin embargo, nada dijo sobre el monopolio de exportación. El pueblo y los organizadores no aceptaron y se recrudecieron las protestas. El Gobierno entonces inició una brutal represión, llegando incluso a disparar a los manifestantes en Teherán. Hubo varios muertos que provocaron aún más indignación y protestas más contundentes. Ante esta situación el Gobierno se vio obligado a cancelar la concesión del tabaco en todos sus aspectos.

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...