lunes, 14 de noviembre de 2022

Diario de Viaje: Agüero (Agosto de 2021)

 Ya, en la misma jornada del susto automovilístico, tocó cerrar la tarde yendo hacia este enclave. Lo tenía en mente desde hacía un par de meses, algunas imágenes por Internet pero parecía que no podía ser, que no íbamos a movernos hacia el occidente oscense. Pero por suerte fuimos hasta el lugar para recorrerlo mientras caía la tarde.

Lo primero tras meterte en la carretera sinuosa es que hay más vegetación y, sí, divisas multitud de monte de un verde muy profundo. Y cerca del pueblo nos paramos porque había un lugar donde parar y asombrarnos con los mallos que encuadran al pueblecito. La vista es impresionante. Es una maravilla natural, un muro de piedra y unas formas parecidas a unos dedos que quieren acariciar el cielo. Cada parte que mires es impresionante.

Entrando al pueblo te encuentras una mezcla de casas bajas de piedra y otras pintadas con colores crema, térreos. Un silencio armonioso hasta la subida a la iglesia de San Salvador, con su impresionante y antiguo pórtico, siglos y siglos asomado a la plaza que queda engalanada por la torre por un lado y por los mallos por otro.

Algunos rincones eran mágicos, gente sentada afuera y hablando animadamente. Otras casas con muchas macetas, verdes ramas inundando fachadas. Una mezcla entre naturaleza y humanidad. Incluso avanzando un poco llegabas a multitud de senderos para iniciar una buena marcha. Una pena que la noche acechaba y había que volver, era para quedarse mucho más tiempo.

domingo, 13 de noviembre de 2022

Diario de Viaje: Arguis (Agosto de 2021)

Para evitar el enfado o, más bien, para que se me pasara hasta cierto punto paramos en Arguis. No fue mucho tiempo pero sí el suficiente para admirar la orografía del lugar, ver los montes desde otra perspectiva y asomarte al embalse, aunque durante ese verano estaba algo bajo.

Hubo un rápido paseo hasta la plaza mayor, con unos banquitos adosados a los muros de la iglesia de San Miguel. El callejeo mezclaba casas de piedra con casas pintadas, todas bajas y con muchos niños, quizás del pueblo o familiares que visitan a los que aún viven allí. La verdad es que la zona, aunque uno se la imagina más verde, merece la pena.

sábado, 12 de noviembre de 2022

Diario de Viaje: Santa María de Belsué en Nueno (Agosto de 2021)

 En esta aldea abandonada solo quedan los restos de dos o tres casitas y una iglesia con su altar. El paraje siempre es incomparable, aunque ya no estaba uno tan solo porque en las pozas del Flumen había bastante gente disfrutando de algo de agua (no había mucha) muy clara.

Intentamos caminar un poco pero se hacía bastante complicado el avance corriente arriba. Así que bajamos un poco para tener más lugar y no estar tan apretados. Aún coleaba el temor pandémico.

A la vuelta tuve un susto enorme porque la carretera es estrecha y tras una curva un coche venía por el centro de la calzada. En ningún momento hizo amago de irse a su borde. Pegué volantazo y rocé el coche con algunas piedras salientes del camino. Menudo enfado. Y ni se inmutaron.

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Diario de Viaje: Abiego (Agosto de 2021)

 En esta parada tuvimos más suerte. Paramos y había un restaurante donde podíamos sentarnos en una placita aledaña y almorzar tranquilamente. Para sorpresa de todos, estaba regentada la cocina por un andaluz y nos preparó platos típicos de nuestra tierra, amén de una mezcla de setas y revueltos que sacieron nuestra hambre.

La plaza parecía de nueva factura y las callejas aledañas parecían de reciente construcción. Había, eso sí, movimiento en el pueblo y por cuestión de horario no me dejaron adentrarme para admirar la Colegiata de Santa María. Lugar de paso, pero acogedor.

martes, 8 de noviembre de 2022

Diario de Viaje: Adahuesca/Adauesca (Agosto de 2021)

 Una parada estratégica para buscar dónde comer. Me quedé con ganas de recorrer más, aunque parecía un pueblo pequeñito. La iglesia de San Pedro dominaba todo y había multitud de casitas apretujadas unas con otras.

lunes, 7 de noviembre de 2022

Diario de Viaje: Alquézar/Alquezra (Agosto de 2021)

 Sí, tras Bierge nos reunimos con nuestra amiga sevillana y sus padres para ver la joya de esta comarca. El lugar estaba a rebosar, casi imposible encontrar un lugar donde aparcar, de milagro y casi estrellándonos con un árbol, pero lo conseguimos.

Desde los miradores que están lejos del casco pudimos ver una panorámica. Alquézar, con sus casas de sillares construidas en un monte y con una vegetación rala me evocó mucho a la panorámica toledana que todos hemos visto. Domina todo la Colegiata de Santa María la Mayor y en el casco antiguo puedes ver multitud de arcos, plazas pequeñas rodeadas de casas con balcones en voladizo sustentadas por columnas de piedra y mucho recovecos. Un lugar maravilloso que puedes recorrer varias veces. Eso sí, mucha gente, se nota que es un lugar de turismo bien activo y atrae a visitantes tanto de Aragón como de Cataluña.

A los pies de la colegiata puedes admirar la formación del barranco Payuala con sus cuevas en paredes casi verticales y una vegetación exhuberante. No te suena raro que haya por estos lugares restos prehistóricos, es un refugio seguro y que al admirarlo evoca en la mente leyendas eternas.

Deshicimos por el arrabal en camino hasta la parroquia de San Miguel Arcángel, de talla pétrea muy típica de la zona y donde tienes otra panorámica diferente del casco antiguo. La colegiata construida en una peña y con sus paredes verticales te inspiran las hazañas de Guillermo de Baskerville. Impresionante el lugar y las vistas hacia el río Vero.

La siguiente misión, ya que en Alquézar era imposible, era encontrar un lugar al aire libre donde comer.

domingo, 6 de noviembre de 2022

Diario de Viaje: Bierge/Bierxe (Agosto de 2021)

 En la segunda jornada de visitas por la provincia oscense tocó ir ahora hacia la parte oriental de la provincia. Se nota más seca que la parte norte y hay un cambio de vegetación a algo más ralo, pero los recovecos siguen siendo hermosísimos. 

Llegamos para hacer tiempo al Salto del río Alcanadre, pasando de largo del pueblo, pequeño, con su iglesia de Santiago dominando el panorama y con un color térreo claro muy característico. Aparcamos e intentamos llegar al Salto, aunque con perro no podíamos y había que pagar. Desde fuera y en el nivel del restaurante se ve una corta cascada semicircular donde cae con fuerza el agua. Con el paso del tiempo se llenaba la zona de familias que iban a pasar el día al fresco. Por lo tanto, empezamos a hacer rutas de senderismo e internarnos en el monte. Había varias opciones y me interesaban algunas pero habíamos quedado en otro lugar a cierta hora, así que no podíamos demorarnos mucho.

Avanzando un poco hacia el norte se llega a un camino descendente y te deja en el río. Si caminas un poco entre la maleza puedes llegar a partes del río con lecho de pequeños guijarros que limpian el agua, por lo que ves una claridad impresionante, incluso algunos pececillos que se acercan a tus pies. Y gratis. Pudimos caminar un rato viendo el tajo de la otra orilla y mucha vegetación. No mucho calor por el momento y con el agua fresca y clara.

sábado, 5 de noviembre de 2022

La realidad andaluza, según Blas Infante (Libro de Feria 2022)

 Queridos lectores, en la última edición de la Revista de Feria nos quedamos estudiando la parte más filosófica de Blas Infante. En este arranque de su Ideal Andaluz (1915) exponía la misión vital de perfección que todos tenemos y cómo la finitud de nuestra vida hace que este camino se convierta en una lucha colectiva por conseguir ciertos ideales. Además, esa colectividad, si cada individuo ponía lo mejor de sí, generará un pueblo que buscará lo mejor para la humanidad entera. Y bajo el concepto de colectividad se pasó por el ideal de España, país que debía recoger lo mejor de sus partes para que pudiese progresar de manera óptima.


Blas Infante termina la sección preguntándose si realmente existe Andalucía, pues ve de manera urgente que esta tierra aporte su idiosincrasia y sus potencialidades para liderar al resto de regiones españolas y hacer que España retorne al concierto de las naciones. En la segunda sección del Ideal Andaluz (titulada, precisamente, Andalucía), Infante da por hecho su existencia: siempre se habla de ella, aunque sea para criticarla.


A inicios del siglo XX Andalucía estaba debilitada, triste, sin pulso. Para revertir esto y transformarla en una tierra fuerte, industriosa y feliz solo se requiere que el pueblo andaluz no pierda el genio con el que fue forjado. No todo está perdido, puesto que el genio andaluz, aunque aletargado, existe. Pero, ¿cuál es la particularidad del pueblo andaluz? Su mezcla, la aportación de otros pueblos que nutren su original energía vital. Las sucesivas fuerzas dominadoras del solar andaluz no han podido diluir la idiosincrasia andaluza, sino más bien la han enriquecido. Sus fronteras pueden haber cambiado a lo largo de los siglos pero sus características permanecen inmutables.


Muy bien, el pueblo andaluz ha pervivido a lo largo de los siglos. ¿Pero cuál es el genio que lo caracteriza? A diferencia de postulados posteriores centrados en al-Ándalus, Blas Infante señala que el genio viene de antes, del influjo griego que legó un optimismo sin precedentes al pueblo tartéssico. Dicho genio ha caracterizado a las gentes de Andalucía a lo largo de toda su historia: la vida está para ser vivida, para lograr el Ideal Humano; no es un triste tránsito hacia la muerte. Una alegría de vivir que llega a reivindicarse en forma de dignidad incluso en los momentos de mayor sufrimiento y pesadumbre. Una psicología optimista en un entorno de gran belleza natural, he ahí el genio andaluz: ser exagerados en la generosidad, actuando de manera sencilla y sincera. Una exaltación fastuosa que, paradójicamente, otorga a todas las personas el mismo trato y dignidad.


Ambas características, la exaltación de la alegría de vivir y la consciencia de la dignidad propia y del prójimo hacen que el genio andaluz se caracterice por su amor, por su respeto a la vida y a los semejantes, elementos primordiales del humanismo y la democracia, nada menos. Andalucía no puede ser solar de pérdida de derechos, de desigualdades. Puede haber momentos de resignación o de hacer tambalear lo logrado, pero estos pronto dejan paso de nuevo a la pulsión andaluza original. En estas tierras se exaltaron las ideas griegas (con su Hércules que crea por el amor y al contrario que el belicoso Hércules-Melkart fenicio), las cuales inclinaron la balanza hacia los romanos y no hacia los cartagineses. Fue la Bética, una nueva y renovada entidad heredera del legado de Argantonio, la que siguió dando ejemplo al mundo a través de grandes pensadores y dirigentes. La Bética prosperó en libertad y en esplendor, porque a través de Roma, Andalucía expresaba su amor por Grecia.


Andalucía tuvo esplendor con los monarcas visigodos de talante más dialogante, destacando los apoyos de las causas justas y de la repercusión de sus pensadores, como San Isidoro. Ni siquiera las invasiones vándalas pudieron doblegar su pujanza: atemperaron al invasor en pocos años. Solo cuando las ideas reformistas de Witiza fueron acalladas por el belicista Rodrigo los andaluces empezaron a mirar al otro lado del Estrecho. Pronto los árabes quedaron subyugados por el genio andaluz: cuando el fanatismo empieza a impregnar las madrasas orientales, en Córdoba se reafirma la libertad. Al-Ándalus retoma la ciencia clásica, la poesía, el deporte, la higiene, la oratoria y la filosofía. Y este legado fue heredado por los reinos de taifas (con al-Mutamid como ejemplo paradigmático) los cuales, ante el fanatismo almorávide y almohade, facilitan indirectamente el avance cristiano por la Península Ibérica.


El amor por Grecia se muda con los siglos a Granada y espera pacientemente al Renacimiento europeo y la reivindicación del saber griego. En Andalucía nunca se implementó la idea de castas y el feudalismo apenas arraigó. Incluso Gonzalo de Córdoba llegó a ser un referente renacentista por su genio andaluz. Si bien es cierto que la Inquisición y el absolutismo enmudecen y humillan, pero no aniquilan, el genio andaluz, fue esta tierra la que vio nacer al Estado constitucional y las Revoluciones de talante democrático. La Constitución antequerana de 1883, como culmen, hace patente las ideas federalistas y libertarias que llegaron a darse en el solar andaluz. En momentos de necesidad el genio andaluz despierta con fuerza.


Una consecuencia de la alegría de vivir es el sentido del humor andaluz, tachado a veces injustamente de superficialidad. "En Andalucía, una sonrisa es el mejor símbolo de la fe" afirma, tajante, Infante. Y no solo el humor es expresión del genio andaluz, sino sus formas artísticas: su cante, su poesía, sobre todo las que irradian desde Sevilla, erigida ya como núcleo espiritual andaluz en el Siglo de Oro. Las particularidades del genio andaluz, a través del artista, se cuelan de vez en cuando en las obras, dando a pensar el potencial encerrado en un pueblo dormido, pero no muerto. Pintura, música, teatro, arquitectura, todas pueden tener el adjetivo andaluza, puesto que tienen un vínculo bien contrastable a la cultura gallega, castellana, aragonesa, vasca, catalana, etc.


El genio andaluz ha llegado, por tanto, malherido hasta la época de Blas Infante, aunque sus bases siguen bien intactas y bien presentes en las ocho provincias. Los lazos de unión espiritual y psicológica definen al pueblo andaluz como un ente independiente y con marcada personalidad, capaz de reclamar justicia e independencia, como pasó en las rebeliones de los siglos XVI y XVII. Andalucía, para existir, no necesita de lengua propia; Andalucía, para existir, no necesita de leyes propias antiquísimas. La coyuntura político-jurídica del momento es igual para todas las regiones y todas tienen el mismo derecho de otorgarse un autogobierno en un país que no ha sabido (o no ha podido) generar un nuevo derecho duradero y aplicable en todos sus rincones.


"Andalucía existe: no es preciso crearla. Hemos encontrado su genio vivo, aunque debilitado", concluye Infante. Que no pueda desarrollar su fortaleza ni gestionar políticas no dictamina la inexistencia de ninguna región. ¿Cómo revertir esta situación de debilidad? Lo primero es la Vida, vivirla requiere de generar un derecho. Para ello se necesita un pueblo andaluz (que ya existe), que se fortalezca y capacite. Pero antes de esto es preciso saber si las incapacidades son inherentes al pueblo andaluz o si son las coyunturas históricas las que impiden el alcance del Ideal. Así termina esta segunda sección del Ideal Andaluz, con un fuerte alegato a la historia e idiosincrasia andaluzas. El estudio de las causas que lastran el desarrollo andaluz merece un estudio detallado aparte. Pero eso, queridos lectores, tendrá que ser el año que viene. ¡Disfruten la Feria!

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...