jueves, 30 de noviembre de 2017

Diario de Viaje: Herrera (Enero de 2009)

Otro viaje a la provincia sevillana para pasar un sábado nocturno y cambiar de ambiente. Es lo que tiene quedar una vez al año con tus amigos de siempre. Herrera no es un pueblo muy grande y está más cerca de la estación de AVE que Puente Genil (aunque sigue en su término municipal, por poco).

Es un pueblo típico andaluz, casas blancas, de un piso de altura, tejado y balcones con enrejados o celosías. Calles con naranjos y espaciosas. Parques con bancos para que la gente se pueda sentar y disfrutar de la tarde. Poco más, pero aunque sea pequeño el pueblo tiene mucha oferta cultural y de ocio con varias ferias de tipo medieval y bares alternativos.

Fuimos un par de veces a un pub subterráneo donde ponían buena música e incluso a un bar para tomar algo, gente interesante, la verdad. Eso sí, para ir y venir si no tienes coche la cosa se complica.

martes, 28 de noviembre de 2017

Cambio climático, cambio de mentalidad

Veranos eternos, sequías prolongadas, altas temperaturas constantes, precipitaciones esporádicas pero muy intensas. Ya el cambio climático ha llegado para quedarse. Desde la Revolución Industrial se ha modificado tanto la atmósfera terrestre que los cambios cada vez van a ser más notorios y vertiginosos. Hay que olvidarse de cambios graduales donde solo los recuerdos de nuestros abuelos nos daban la pista de que algo había cambiado (el famoso síndrome de la rana hervida).

La inercia de los gases de efecto invernadero en la atmósfera es brutal y aunque dejemos de emitir hoy mismo, los efectos del cambio climático van a durar mucho, pero mucho, tiempo. Sí, en alguna que otra ocasión de la historia de la Tierra se detectaron temperaturas medias muy elevadas y altas concentraciones de dióxido de carbono, pero de eso hace millones de años. Muchos claman con fuerza, haciendo gala de su ignorancia o de su interés por preservar la prevalencia de ciertas empresas petrolíferas, que esto es normal, que son ciclos y que estamos casualmente en uno de ellos. Lo que evitan decir es que tales cambios nunca se dieron en menos de 200 años, que la pendiente aumenta de manera brutal y eso (eliminando casos inusuales como una actividad volcánica frenética que hoy no se observa) nunca se ha dado. Es más, desde 1950, inicio de la Gran Aceleración, los procesos antropogénicos de emisión describen la tendencia al alza. Una inmensa cantidad de científicos han descartado que sea lo que vivimos un efecto natural. El ser humano es responsable, no hay que seguir ocultando la culpa.

Aún podemos hacer algo, aún podemos evitar que este mal se agrave. El cambio climático se dará, pero puede darse de manera somera o darse mediante inmensas catástrofes que serán incompatibles con el desarrollo normal de la civilización. Si no frenamos las emisiones de CO2 y otros gases, cada vez será peor el escenario que nos encontremos.

¿Soluciones? Yo propongo las que propone todo el mundo que esté vinculado al tema: captura de carbono (hay que plantar más árboles), uso de energías renovables, políticas severas de eficiencia energética y cambio de paradigma.

La tecnología no lo puede hacer todo, la verdad sea dicha. Las energías renovables son variables (hay días en que el viento no sopla y el Sol queda oculto por las nubes) y se necesita una generación distribuida para no depender de la meteorología de solo una región. También hace falta una red eléctrica más eficiente, mejor diseñada y que conecte más puntos entre un mismo país y sus vecinos. De esta forma la variabilidad puede reducirse. Incluso sistemas de almacenamiento de electricidad para reducir la incertidumbre de cómo será la curva de demanda. Pero es muy importante la eficiencia energética, no solo con dispositivos que hagan lo mismo que los actuales con mucha menos energía, sino que nosotros seamos conscientes de lo complicado que es generar y transportar energía (la electricidad que se consume ha de ser generada en el acto). La energía más renovable es la que no se usa, gente. El ascensor está bien, pero podemos subir escaleras de vez en cuando, ¿no? Compartir automóvil o usar transporte público también son buenas ideas. Y esto, repito, no es de tecnología, sino de ser conscientes.

Es la parte más difícil, cambiar el paradigma de que el progreso se hace aumentando de potencia cada vez más, eso prima conservar las ineficiencias actuales de producción, transporte y uso. Y mucha gente no está de acuerdo. Si somos sinceros, la densidad de potencia que dan las energías renovables está por debajo de la densidad de potencia de los combustibles fósiles. Eso es ley natural y no puede cambiarse. Lo malo que nuestra sociedad está adaptada para cierta densidad de potencia (industrias, rascacielos, etc.) y para sobrevivir como civilización tendremos que aprender a frenar, a ser más responsables y a saber esperar. La cultura de 'lo quiero ahora y lo tengo ahora' quizás la estamos disfrutando mucho, pero no es sostenible. Y va a ser difícil decirle a la gente que eso se va a acabar. Imaginad que el coche eléctrico avanza mucho y su autonomía aumenta al máximo y el tiempo de recarga disminuye al mínimo, alcanzando sus límites. Imaginad que la autonomía no va a poder ser superior a, digamos, 400 km y que el tiempo de recarga no puede ser inferior a, por ejemplo, 30 minutos. Estoy especulando, recordemos. Pues bien, mucha gente sigue teniéndole tirria al coche eléctrico porque hay que repostar en más ocasiones que con el coche de combustión interna y hay que estar más tiempo recargando. ¡Gente! Es que no va a quedar otra si no queremos irnos a la mierda. Hay que aprender a salir con 30 minutos de antelación al horario previsto. O llegar 30 minutos tarde, porque casi siempre las urgencias quedan en nada (digo en el sentido de llegar rápido a un sitio para comprar un electrodoméstico, comprarlo a las 19.00 o a las 19.30 no va a destruir nuestras vidas). Y si de Córdoba a Madrid he de hacer una parada obligatoria, pues se hace y punto.

La humanidad cada vez es más numerosa y cada vez evoluciona de tal manera que sus habitantes anhelan un mejor modo de vida. No podemos negarle a los países en vías de desarrollo que sus habitantes alcancen los estándares de los de países desarrollados. Las energías renovables consiguen cubrir de sobra la demanda de energía, pero hay que hacerlo de manera sostenible, hay que usar los combustibles fósiles si no queda otra alternativa y hay que consumir recursos de tal manera que no compliquemos el acceso a ellos de las siguientes generaciones. Quizás la solución esté en la educación temprana, en tomar consciencia y en hacer más caso a los hallazgos científicos. El paradigma de la sociedad ha de cambiar y hemos de generar, a mi humilde juicio, una civilización más paciente.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Conflictos internos

Volver a un lugar que ya no existe. Sí, de esas cosas que hablaba al principio del blog. Pero experimentándolas de nuevo, desde una perspectiva diferente. Ya no me toca el rol de un visitante navideño sino de un conciudadano más. Y el país al que retornas ha evolucionado sin tenerte en cuenta y tú has evolucionado sin tener al país en cuenta.

Ay, España. ¡Cuántas fallas te quedan por resolver si quisieras resolverlas! Lo más destacable es su lenta burocracia, llena de lagunas informativas para que tengas que pedir cita previa una vez más (hasta para informarse hace falta una bendita cita previa). Diferentes administraciones (estatal, autonómica, local) que poco hacen por coordinarse y armonizarse y unas plataformas de Internet poco intuitivas y que no agilizan ningún proceso cuando en principio esa era su misión. Ay, toca esperar entonces.

El conformismo también me está repateando. Siempre lo hubo, quizás yo también lo fui, pero con el neoliberalismo ya empapando cada fibra de la sociedad es imposible desembarazarse de él. Precarización, loas a los excelentes indicadores macroeconómicos a la vez que se potencia el trabajo esclavo, salarios míseros, falacias empresariales para que te sientas bien cuando te tratan a patadas, etc. Contratos irrisorios y que duran menos que un suspiro, enriquecimiento de los empresarios a costa de los trabajadores. En resumen, un asco. Pero mucha gente (en general la que es fanática del PP, corrupto partido al cual no le tiemblan las manos a la hora de proteger la implantación del neoliberalismo) se encoge de hombros y te dice que eso es lo que hay, que la vida es así y que solo queda resignarse. Entiendo la gente que tiene que agachar la cabeza y tomar un trabajo precario porque no tiene otra alternativa pero no entiendo a la gente que dice que hay que sonreír al que te explota.

También hay mucha gente, familiar en concreto, que siguen teniendo la versión de ti de cuando saliste por primera vez hace más de diez años. Vuelves a la casa y vuelven a tratarte como antes, no tomando en cuenta de si has madurado o de si tus gustos han cambiado o no. Los mismos patrones, la condescendencia con el que supuestamente no sabe nada, las instrucciones innecesarias sobre cómo y qué cocinar para alimentarse. ¡Joder, si no supiera cocinar ya estaría muerto! Y los mismos epítetos, el sambenito de estudiante nunca se te quitará hagas lo que hagas. Claro, para esa gente tu profesión sigue siendo estudiante, aunque hayas hecho cosas muy diferentes, visitado los lugares más variopintos y ganado dinero por tu cuenta.

Ay, también me cuesta mantener y reforzar los vínculos de amistad de antaño. El día a día, al ser cortado, resiente la amistad pero se puede mantener mediante una correcta y afortunada modificación. Sí, volver una vez al año y verlos en una o dos ocasiones hace que el reencuentro sea buena cosa y se rememoran buenos episodios. Pero si permaneces más tiempo ya no eres y no son excepcionalidades en tu agenda y las remembranzas pronto se acaban. Hay que seguir construyendo la amistad. Y cuesta, puesto que hay muchos vivencias que en cada uno no han sido vividas. Hay un agujero y a veces se hace difícil sortearlo para seguir reforzando los lazos.

La vida es complicada, mi periplo vital entró en una era de cambios y temo desconocer cómo va a ser mi futuro. No sé y la pinta de la situación española no es muy sugerente. No queda otra, la verdad. Habrá que dejarse llevar y poner negro sobre blanco mis pensamientos para hacer catarsis.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Diario de Viaje: Estepa (Enero de 2008)

Otra localidad sevillana, famosa por sus productos navideños. La verdad es que cerca de finales de año si pasas por las fábricas el olor a mantecado es muy evidente. Curiosa localidad, la cual se asienta a los pies del cerro de San Cristóbal, que puede ser considerado como una de las primeras estribaciones de la Cordillera Subbética.

Aparte de la estructura típica de pueblo andaluz posee barrios de nueva edificación con un excelente paseo turístico. El lugar, a pesar del tamaño del pueblo, se ve siempre concurrido. Un par de veces habré estado allí para almorzar junto con los amigos o para visitar algún pub para romper con la monotonía del pueblo.

Posee ruinas arqueológicas bien conservadas y desde la propia Estepa se pueden recorrer enormes olivares.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Diario de Viaje: Lucena (Febrero de 2008)

Localidad famosa, rival de Puente Genil. Cercana, con buenos cines y con un núcleo industrial bastante interesante. La verdad que es una pena que solo haya pasado por allí dos o tres veces. Sin embargo, tiene más movimiento y mucha más oferta variada y no tan enfocada en tradiciones añejas mananteras. Bueno, aunque me dicen que también adolece de mucha casta afín a la caspa. Pero bueno, ¿qué le vamos a hacer al solar patrio?

Aparte de una silla enorme que tiene a las afueras y que existe aún la torre donde tuvieron encerrado a Boabdil fue la ciudad donde estuvo desterrado el gran filósofo Averroes y antaño fue un importante núcleo de población judía. Lástima que fui de noche y poco pude ver, quizás la parroquia de Santiago y poco callejeo (en otra ocasión solo pasé rápidamente por la gran estación de autobuses para hacer conexión). He de repetir esta visita para empaparme mejor y con mejor conocimiento de las cosas (¡vivan los mapas de Internet!).

Lo que sí es que había un bar alternativo, con cierta inspiración gótica, rockera y metalera. Buen lugar para escuchar música y beber unos cuantos cubatas.

Lo dicho, prometo volver al lugar y expandir algo más esta entrada.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Diario de Viaje: Aguadulce (Mayo de 1996)

Diminuto pueblo en la provincia sevillana. Tiene una bella plaza central, aunque si tengo que tirar de recuerdos, se me hace más difícil dar descripciones certeras.

Como mucho llego a recordar una avenida larga con casas de uno o dos pisos a las afueras del pueblo. Allí, un restaurante donde pudimos hartarnos de comer en la celebración de la Primera Comunión de un amigo de mi hermano. La cosa llegó a desvariar entre los vecinos invitados al evento. Mucho alcohol vedado a un menor de edad, que era yo en esas épocas.

Poco más que añadir, al menos queda dato para indicar que lo visité al menos una vez en la vida.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Estabilidad regia ante la tormenta política

Si hay una característica principal que destaque a las monarquías, aparte del derecho hereditario conocido por todos, es la de neutralidad. Pero esta va unida a la de visión a largo plazo, pues al ser depositaria de una larga tradición histórica y las ganas de perpetuarse en un mundo que no le ve utilidad, planifica más allá del tumulto puntual, mide sus tiempos en eras mayores a legislaturas de cuatro años. Si se mira por el país, ha de hacerse en intervalos de tiempo algo mayores. Planes a futuro.

Puede pensarse que ya uno nace por derecho de sangre con todo dado, con todo seguro. Pero el mundo nunca ha sido algo seguro ni inmutable. En contra de este argumento de todo decidido (saco este argumento de los muchos que se les puede sacar en su contra) está la realidad de que ha de ganarse el puesto día a día, el titular y la familia han de revalidarse cada poco y la opinión pública se determina con mayor periodicidad y se toma más en serio que las idas y venidas de, por ejemplo, un partido político en concreto (estos siempre pueden rencauzar su estrategia cada pocos años para que la siguiente elección le sea más favorable).

La institución de la Corona llegaba a una puntuación de 3,7 justo durante la abdicación de Juan Carlos I. Felipe VI pudo remontarla hasta un 4,3 y ascenderla a principios de año hasta un 6,4.

El actual Rey, a inicios de este año que ya decae, obtenía una puntuación de 7,3 y lo ha mantenido hasta alcanzar hace poco un 7,2. Su aparición ante el desafío soberanista y la defensa de la unidad de España le ha granjeado muchas simpatías, más a él que a la monarquía en sí. Es garante de la unidad y eso es lo que defendió. No es como indicaron algunos que como representante debía aceptar todas las ideas, que fuese un monarca de todos, y que por tanto debía mantenerse al margen en todo este conflicto secesionista. Más bien su actuación fue motivada por las políticas contrarias a toda ley que se estuvieron llevando a cabo. No criticó la idea, sino la forma de implementarla. No sé por qué tanto lío armado. Las puntuaciones favorables al Rey vienen por las mujeres (7,6) y los ancianos (9,3) aunque también su valoración crece entre los jóvenes (6,5). Es sorprendente que el votante de Podemos, que a principios de año le daba un 1 de media, ahora, tras el discurso, le dé un 4 de media. Ante tantos movimientos sorprendentes, ante unos políticos que apenas llegan al 5 y que poseen miradas a corto plazo, la idea de solidez y estabilidad es una apuesta segura. Ante la tormenta la gente se pone a buscar una referencia, algo estable.

Por otro lado, la reina Letizia obtuvo a principios de año una puntuación de 6,3, algo mayor que la de su suegro Juan Carlos (6,1) y donde siempre gana la admirada Sofía (7,5). En cuanto a las hermanas de Felipe VI, doña Elena solo llega al 4,5 (y es que ya apenas posee apariciones públicas como representante de su hermano) y doña Cristina se hunde hasta un 2,0, ya que a pesar de haber sido condenada solo a una multa, evadiendo la cárcel, la gente no ha quedado convencida de sus argumentos de amor ciego hacia su marido. No ha podido seguir una actuación seria y digna de su cargo.

Reiterando lo del inicio, si bien en principio parece que la Corona tiene resueltas muchas cosas, en el fondo, es una de las instituciones más delicadas y por ello sondea la opinión de manera diaria. Cualquier paso en falso puede ser fatal.

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...