lunes, 28 de marzo de 2022

El conflicto de Europa del este

 A pesar de que creía que Putin lo que deseaba era que le hicieran caso, o sea, ser tenido en cuenta como si fuese Rusia un Estado relevante en el panorama internacional, me equivoqué. Contra mis pronósticos decidió invadir Ucrania trayendo la inestabilidad en Europa. 

Aunque la televisión diga que está loco me atrevo a decir que no. Muchos señalan torticeramente que un magnicidio acabaría con todo esto. Tampoco me parece, no está solo en su megalomanía. Y no solo personalidades fuertes de su país, sino la connivencia de China. Parece un pacto tácito: no hagas nada en la invasión de Ucrania y yo no haré nada cuando invadas Taiwán. No sé, pero huele a que sí.

Evidentemente, estoy en contra de la guerra. Cansa mucho repetirlo una y otra vez, es como que tienes que dejar claro los mínimos para poder continuar. Incluso de gente que ya conoces. Esa justificación previa para hablar es divagar y volver siempre a la casilla de inicio. Pero bueno, por si alguien que no me conoce recae por aquí. Estoy en contra de la guerra, estoy en contra de las acciones violentas de Putin y de su postulado de negar la propia existencia de la nación ucraniana para legitimar una guerra estúpida.

Sí, ya dicho esto puedo decir que esta guerra (ninguna, en verdad) no la pueden pintar de malos muy malos contra buenos muy buenos. Eso sí, que pululen varias organizaciones neonazis por Ucrania con bastante peso no acredita que pueda ser invadido el país. Esto ha de ser perseguido, juzgado y condenado por otros medios. También las represiones a los pro-rusos en Donbass y Lugansk, así como las represalias inhumanas a salteadores o los crímenes de guerra que están cometiendo hoy mismo contra soldados rusos. Esto es deleznable y debe ser castigado pero, de nuevo, esto no hace que sean "invadibles". No justifica nada.

Tampoco me ha gustado mucho el tema de censurar a partidos políticos ucranianos por no llevar una línea muy afín a Zelensky. Sí, es momento de que todos arrimen el hombro pero aún así se pueden tener diferencias de criterio. La discrepancia, incluso en este momento, ha de ser tolerada. De otra manera se está creando un antecedente muy, pero que muy, peligroso.

Por otro lado, a los rusos que conozco lo primero que me han dicho es que están, como cualquier persona de bien, en contra de esta guerra y que Putin debe parar y ser juzgado por estos atroces crímenes. La mayoría que apoya a Putin lo hace por desinformación (algunos habrá fanatizados, claro) y desde fuera la cosa se ve como lo que es, un ataque cruel a un pueblo hermano, pues tanto Rusia, como Ucrania y Bielorrusia comparten en mismo origen. También tengo un conocido ucraniano, que tras el impacto de la noticia fue a la frontera para poder traer a España a parte de su familia. Y es que con la leva obligatoria todo varón puede ser obligado a empuñar un arma. Es una medida desesperada y creo que no sopesa lo que puede pasar tras la guerra, que muchos traficarán con ellas o se pueden convertir en señores de la guerra.

Ya el varapalo de Crimea fue un anuncio muy fuerte. Un anuncio que no quiso ver la Unión Europea, ansiosa de Estados tapón que han de hacer lo que aquí no se quiere hacer. Rusia también consideraba Ucrania como Estado tapón y por eso se consigna ese prontuario de envenenamientos a antiguos presidentes, en promover el independentismo en las regiones más orientales y en quitarle territorio. En los tiempos del Euromaidán pronto Rusia reaccionó para borrar todo impulso pro-europeo. Quiere su patio trasero y va a aplastar a los ucranianos hasta que vuelvan a Ucrania manejable a su antojo.

La última chispa fue que Ucrania quiso entrar en la Otan y que esto fue intolerable a la jerarquía rusa. Es el argumento que esgrimen los que disculpan o condenan a Putin con la boca chica: todo es culpa de la Otan y de Estados Unidos. De lo que sí tienen culpa (y la UE está incluida) de que han embelesado con bellos cantos a los ucranianos y a la hora de la verdad los han ignorado. Mucho edificio de azul y amarillo, muchas bonitas palabras, pero han saltado con miedo dejando a su merced a Rusia. Eso sí, el paso de la invasión está siendo más lento de lo esperado, han fallado en las predicciones y eso ha dado fuerzas a los ucranianos en su resistencia, incluso los Estados occidentales han ganado en valor y han comenzado dando armas y otro tipo de apoyo.

Muchos con aire suspicaz dicen que esto es por presionar a Rusia, por acercarse a su zona de influencia. Estos análisis siempre adolecen de algo, ni se preocupan en saber qué querían los ucranianos. Quizás si querían entrar en la Otan es porque ya se veían amenazados, no solo atraídos por cantos de sirena. Da que pensar que la mayoría de países que estuvieron del lado oriental del Telón de Acero pronto han movido ficha para acercarse a la UE y a la Otan. Ojo, reitero, no me parece que la Otan ni la UE sean los buenitos de la película, han jugado un juego y se han asustado a la hora de la verdad: han dicho a Ucrania que podían confiar en ellos y pronto en los primeros compases han esquivado el bulto.

Sí, las sanciones económicas implican asfixiar a Rusia. Sí, está dando sus frutos pero a costa del ciudadano de a pie. Esperan, no sin falta de razón, que un malestar generalizado vaya conduciendo a conatos revolucionarios y que Putin, para apaciguarlos, tenga de sacar sus tropas de Ucrania. Eso sí, si hay sanciones no vale por otro lado seguir negociando, seguir comprando su gas natural. Países como Alemania y Hungría han tardado mucho en condenar, y quizás Hungría tarde más tiempo en condenar. Poderoso caballero es don dinero, como decía Quevedo. ¿Que tenemos que apretarnos el pantalón? Estoy de acuerdo, aunque me da miedo que ciertos Estados lo usen para mantener sine die esta situación o justificar políticas que vayan contra el derecho de los ciudadanos. Quizás es momento de recapacitar y pensar que la Unión Europea debe tener industria propia, recursos propios y que no vale decir que eres muy verde y ecológico, ya que para serlo haces que otros lugares no lo sean.

También el drama humano, el drama de refugiados que huyen de lo peor de la guerra. Muchos critican que estos refugiados sí importan porque son cercanos y sus fenotipos son considerados como aceptables. Tienen razón los que hacen esta crítica, pero espero que esto cuele en las conciencias, que sea semilla para preocuparnos por los refugiados que vienen a Europa huyendo de otras guerras. Los que saltan las vallas de Ceuta y Melilla no lo hacen por deporte, sino por necesidad. Ya que hemos empezado a empatizar con el pueblo ucraniano, hagamos lo mismo con el sirio, y el etiope.

miércoles, 23 de marzo de 2022

Diario de Viaje: San Pedro de Cayambe (Julio de 2017)

Lo que es la memoria, uno olvida algunos lugares por los que ha pasado y si usa recordatorios, como las fotos, o como estas entradas, se le vienen a la mente multitud de recuerdos. Hace poco, ordenando archivos me encontré con estas fotos de este lugar y me sorprendió que no hubiese hecho la entrada pertinente.

Con los vecinos hicimos el viaje hacia la ciudad, aunque solo estuvimos de paso. La recuerdo abarrotada, paseando por los puestos de mercado. Había mucho bullicio y puestos de comida. Por eso creo que fue en fin de semana, días de frenética actividad.

Lo que hicimos fue contratar a una camioneta que nos llevase hacia el campamento base del nevado Cayambe, un lugar impresionante y de difícil acceso. Me acuerdo de que un coche quedó varado en un empedrado y no se movía ni hacia detrás ni hacia delante. Aceleraba y lanzaba piedras peligrosamente a todos lados.

El lugar no tenía mucha nieve, parece que era época de pocas nevadas. Pero había. Y mucho viento, mucho. Las vistas de algunos valles eran impresionantes ahí a 4900 metros sobre el nivel del mar. Unas cuantas fotos bajo el frío y algo de caminata por la nieve. Pero cuidado, a esa altitud falta el aire en gran medida. Protegidos por el puesto base pudimos recomponernos y volver a la camioneta para el descenso.

viernes, 11 de marzo de 2022

Diario de Viaje: El Boalo (Febrero de 2021)

 Pues si todos los madrileños vienen hacia aquí es que debe ser un lugar hermoso. Y sí que lo es, sinceramente. Eso sí, prepárate a transitar la naturaleza rodeado de una gran multitud de personas.

Llegamos un día nublado y apenas nos cayeron algunas gotitas pero esto te ayudaba a bajar la temperatura del trajín, ya que puedes ir a lugares donde el ascenso es continuado, como el ascenso a La Pedriza. Lo bueno de salir de El Boalo es que sus casas típicas de montaña dejan paso a una pradera con bastante barro y atravesada de jinetes a caballo. De ahí llegas a un pinar donde puedes ya empezar el ascenso. Y ese ascenso es espectacular, con un bosque que merece la pena ser admirado y cada vez más rodeado de riscos. Lo malo es que nos avisaron que ya estaba presente la plaga de la procesionaria y entonces tuvimos que aumentar la atención. Pero eso no quitó que nos sentáramos en un recodo del camino y que admirásemos el bonito paisaje.

La vuelta la hicimos por otro lugar, todo en bajada y algo menos concurrido. Justo a tiempo para llegar a la plaza del pueblo y tomar una buena comida caliente. Perfecta visita y hermoso lugar.

jueves, 10 de marzo de 2022

Visiones blanquiverdes

 Ya me conocéis. Del pie que cojeo ya creo que está claro. Pero también es de sobra conocido cómo voy basculando cada cierto tiempo entre varias de mis opciones preferentes. Como era evidente, ante tanta polarización y descreimiento de la clase política, sin fuertes referentes que merezcan la pena, me volví a inclinar hacia el andalucismo.

Tuve siempre ciertas nociones históricas y folklóricas pero decidí profundizar un poco más. No solo he ido publicando algunos artículos reivindicativos de la cultura andaluza en la revista de feria villarrense. Por fin tuve tiempo y me leí la gran obra de Blas Infante, el Ideal Andaluz. Me quedan otras muchas obras de gran importancia y que desarrollan su pensamiento inicial (o lo transforman completamente) pero primero quiero empaparme de su piedra angular, de la que mayoritariamente bebe la Andalucía actual. También me queda mucho que aprender sobre el andalucismo de segunda ola, el político, que inició a la par que la Transición (o incluso un poco antes) y que termina contra todo pronóstico y toda traba consiguiendo la consideración de nacionalidad histórica con una autonomía de primer nivel. Hay un par de libros sobre el Partido Andalucista y unas memorias (creo que son memorias) de Rafael Escuredo que quiero conseguir.

Y mis aficiones andalucistas, ya esbozadas hace mucho tiempo con las propuestas de Foro Andaluz, el partido liderado por Manuel Pimentel y con la piedra fundacional llevada a cabo en mi pueblo, han visto que desde la crisis económica de 2008 y la decretada disolución del Partido Andalucista puesta en marcha en 2015, ha quedado en paralelo con la novedosa y cultural tercera ola del andalucismo. Un andalucismo que cuaja a veces en formaciones políticas (ahí está Teresa Rodríguez) pero que es más desenfadado, más juvenil, más reivindicativo de sus características para evitar que lo usen como tópico, más vinculado al cante, a la música, a la poesía, al activismo. Es más dinámico y coge muchos hilos para poder tejer un andalucismo menos encorsetado.

Estoy ahora escuchando el programa de radio liderado por Pura Sánchez llamado Andalucía, un pueblo con historia. Ahí se relatan junto al debate de expertos temas interesantes para Andalucía, no solo históricos (4D, Reconquista, América, orígenes, Gibraltar) sino de actualidad y que son los constitutivos de la Andalucía actual (educación, minería, olivar, agua). Es bueno aprender de los expertos.

También ando escuchando en retrospectiva el canal de Youtube llamado Café en Andalú, donde un par de chavales con muchas ganas e ilusión han conseguido consolidar un nuevo espacio de andalucismo, invitando a militantes históricos del andalucismo (Isidoro Moreno, Manuel Delgado, Rojas Marcos...) y a nuevas figuras de este movimiento, tales como a Antonio Manuel, Pilar González, Pastori Filigrana, Pilar Távora, Manuel Ruiz Romero...). Se aprende mucho escuchando a gente comprometida y tratando muchos temas, tales como el feminismo, la ruralidad, la gentrificación, la definición de Andalucía, etc. Lo que no me termina de cuajar es que, si bien hacen un trabajo pedagógico encomiable, apenas abandonan la órbita del marxismo y de posturas muy afines a Podemos (o Adelante Andalucía, tras la crisis Rodríguez-Iglesias). No digo que esté mal esto de por sí, pero se nota que no llevan a invitados con opiniones algo diferentes a lo que debe ser el andalucismo. ¡Incluso se descolocan cuando un invitado propuso un modelo de España confederal para que encaje Andalucía en vez de abogar por las posturas independentistas! Además, el decir que el andalucismo es aglutinador y a paso seguido dar etiquetas de qué es andalucista y qué no es me descoloca mucho, la verdad. O el tejemaneje que hacen para agarrarse de una definición muy arriesgada de colonia para llegar a explicar que Andalucía es una colonia de España, aunque después sea el primer caso donde la metrópoli hace suya la idiosincrasia de la colonia para venderlo como algo típico español (de todo el territorio, se entiende), como Marca España (cosa que también critican por apropiación y anulación cultural, evidentemente).

Hay muchos artículos de opinión que postulan una Andalucía con dos vertientes del andalucismo principales: una socialdemócrata con foco municipalista y sin complejos por la identidad dual Andalucía-España y otra soberanista y más transformadora. Creo que ese es un buen camino donde mucha gente puede sumarse en vez de una única visión del andalucismo muy concreta y con tendencia a excluir posturas dispares.

Como dijeron en uno de los programas, para volver a levantar a Andalucía hace falta ponerse unas gafas blanquiverdes, o sea, arreglar los problemas de los andaluces desde una perspectiva andaluza, con herramientas y soluciones andaluzas. A día de hoy hay tres formaciones con tendencias andalucistas: Adelante Andalucía con Teresa en la cabeza (aunque puede que esté la formación muy coptada por Anticapitalistas), la coalición Andaluces Levantaos (con el andalucismo municipalista de AxSí y el trasfondo de Más País) y Unidas Podemos (con mucho lastre, a mi entender, de lo que se dicte en Madrid). Quizás tanta fragmentación no es buena electoralmente pero se puede hacer la lectura que el andalucismo no murió nunca, sino que se aletargó y resurgió cuando menos se lo esperaban. Incluso la derecha de Moreno Bonilla empieza (no sé si por convencimiento o por electoralismo) a empatizar con las partes más moderadas del andalucismo. Algo se cuece, veamos qué será.


miércoles, 9 de marzo de 2022

Diario de Viaje: Navalcarnero (Febrero de 2021)

 Es un lugar al que hemos ido en numerosas ocasiones pues está muy cerca de casa. La ciudad en sí poco la hemos recorrido, sobre todo la parte norte, más residencial con sus chalés y un bulevar con multitud de restos de arqueología industrial a la intemperie. También paseamos cerca de la ermita de San Juan Bautista, con alegres parques a su alrededor, cosa que siempre hace bien para pasear y relajarse.

Sobre todo hemos recorrido sus alrededores, con forma de dehesa, donde puedes ver algunos bosquecillos y muchas zonas de plantaciones. Los caminos surcan esta zona mientras ves a lo lejos la sierra madrileña. Es curioso que en varias bifurcaciones de caminos se encuentren multitud de cruces, no sé si como señalética antigua para saber que tal cruz dedicada a tal santo lleva a tal o cuál sitio. O como símbolo de protección debido a la cantidad de supersticiones que hay sobre las encrucijadas.

También, si vas al este te encuentras la dehesa de Marimartín, donde todo queda englobado en un inmenso pinar. Es un lugar donde te puedes relajar y pasear en las horas de sol porque hay bastante sombra. Es un lugar algo peculiar porque hay zonas que puedes acceder sin más y otras están protegidas, está vallado el límite y solo hay ciertos puntos de entrada y salida (abiertos, claro). En algunos senderos puedes llegar a zonas de casas de campo, donde se pueden ver ingeniosas banderas o multitud de paneles solares; es bastante curioso.

Ay, me parece un lugar maravilloso y poco abarrotado, lo malo es que si uno piensa en mudarse aquí los atascos de la A5 te los vas a comer día sí y día también,

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...