domingo, 29 de septiembre de 2019

Diario de Viaje: Gijón/Xixón (Septiembre de 2018)

Segunda visita a mi gran amigo Kike en Asturias, un poco accidentada la verdad. Pero bueno, la salud es lo que tiene, que no atiende a agendas ni vacaciones. Además, se hacía casi obligatorio ir para allí porque nos guardaba unas cosas que necesitábamos para la mudanza al nuevo país.

Para amenizar el viaje nos llevó en primer lugar a Gijón, ciudad populosa y costera. Los paseos por la plaza de San Lorenzo no se hicieron esperar y pudimos caminar por la arena y ver el ligero oleaje que había, nada fuerte pero tampoco daban ganas de meterte, aunque estuviese lleno de bañistas. No sé, serían del lugar. Los paseos también nos llevaron a las ruinas romanas de unas termas, mostrando alguna que otra escultura, así como la bonita parroquia de San Pedro Apóstol.

De ahí era evidente que íbamos a ir hacia el Cerro de Santa Catalina, lugar que guarda unas antiguas baterías bélicas. El paseo ajardinado contrastaba de manera curiosa con partes de edificios, centros de skate y muros de batería que guardarían bastantes historias dentro. Hubo que sentarse cerca del Elogio del Horizonte y ver el Cantábrico antes de una reparadora siesta en el césped. También es buena noticia que haya zona con perros y los dejen en paz, siempre y cuando estén controlados por sus respectivos dueños, por supuesto. Encerrarlos en un parque diminuto no hace bien a nadie.

El barrio es bastante pintoresco, con algunas calles estrechas y casas pintadas de multitud de colores, típica arquitectura de barriada de pescadores. Había algunos rincones bastante curiosos, con bares que clamaban por movida juvenil. El museo Jovellanos no está nada lejos y la Plaza Mayor, donde está el ayuntamiento, albergaba algo similar a un stand sobre algunas marcas de coche.

Comimos al lado del palacio de Revillagigedo, bajo la imponente mirada de don Pelayo, símbolo de la ciudad. El Árbol de la Sidra estaba justo al lado y nos permitió asomarnos y avistar el puerto deportivo y zonas nuevas de la ciudad.

Varias idas y vueltas por el paseo marítimo hasta que se hizo de noche y quedar encantados con esta ciudad.

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...