viernes, 5 de abril de 2024

Diario de Viaje: Toro (Enero de 2023)

 Tras nuestra aventura portuguesa entramos por primera vez en el año a España. Como salimos muy al norte convenía hacer una parada para recorrer la zona y Zamora ya estaba recorrida hace unos años, antes de la pandemia. La siguiente candidata, por supuesto, era Toro.

Como esta ciudad tuvo mucha relevancia histórica sentía interés en recorrerla y me la imaginaba más grande, la verdad. Pero eso no quiere decir que fuese fea, todo lo contrario. Empezamos nuestro paseo por la Puerta Corredera, que da entrada a una calle con algunas casas con las típicas vigas de madera. Es una calle muy transitada y hay que tener cuidado con el tráfico. Al poco llegas a la plaza de Santa Marina, coronada por la Torre del Reloj que tiene una entrada en su parte baja al casco histórico. Es muy pintoresca la torre y te deja en una calle estrecha, por lo que se hace más imponente. Recorres el lugar con varias tiendas hasta llegar a la Plaza Mayor con el ayuntamiento y numerosos edificios porticado y con vigas. El entorno te remonta a épocas medievales.

Caminando un poco más llegas la colegiata de Santa María la Mayor, que impone mucho porque la ves compacta y elevada, con su pequeño rosetón. Algo de lluvia nos impidió observarla con todo detalle pero es algo digno de visitar junto a las vistas panorámicas de la verde vega surcada por el Duero. El alcázar no está muy lejos y parece soso desde fuera pero eso quiere decir que estaba bien fortificado.

Callejeamos algo más y vimos el peor aparcamiento de la historia: iba marcha atrás y a todas luces se iba a comer al coche de al lado, cosa que efectivamente hizo. Lo dejó bastante desarmado. Caminamos algo más hasta llegar al Palacio de las Leyes y ver edificios emblemáticos con las típicas puertas redondeadas. De ahí hasta una estación de servicio cercana, que es donde habíamos aparcado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...