domingo, 9 de marzo de 2014

Un respeto para la I+D+i

Muchas veces, cuando hay algo nuevo, surge miedo y se intenta taponar la consolidación de esa novedad. El ser humano es curioso por naturaleza, pero también por naturaleza la especie quiere un terreno que conozca y pueda desenvolverse sin problemas y peligros. El cerebro ha de bascular siempre entre un extremo y otro.

Aunque sea un eslogan muy bonito y que te inserta en los preceptos progresistas, pocos saben realmente lo que es la investigación. Es denostada por parte de los políticos por no darle réditos a corto plazo. Es denostada por el común de la gente por no considerarlo un auténtico trabajo. Seguir estudiando, le llaman. Como si fuese un dispendio de dinero que se le da alguien por sentarse y leerse algún libro y soltar cada ciertos años una idea descabellada. Idea que cualquiera puede desmentir al leer la cabecera de un diario generalista cuando habla sobre ciencia. Patético.

¿Qué es entonces trabajar? ¿Doblar la raspa cargando sacos o vareando olivos? Pues no hay mucha gente que lo haga, así que pocos son los trabajadores que existen. O que no cuentan que atender en una vitrina o un trabajo especializado son trabajos que requieren más complejidad y que uno que se dedica a algo complejo puede hacer tareas rutinarias y desgastantes (a un alto precio, claro) tras una breve adaptación. Pero el recíproco no es cierto. Y si se quejan del dolor muscular tras unas horas de trabajo les invito a ver si les gusta el dolor de cabeza y cansancio generalizado tras una jornada de investigación exhaustiva. Seguro que eso de estudiar para aplicar e innovar, descartar modelos e ingeniárselas para desarrollar nuevas soluciones no es algo que se consigue en un día. Pero el problema es que cuando algo no se entiende, se tiende a denigrar, a rebajar hasta un nivel que conoces. No es que desprecie lo demás, una sociedad ha de tener de todo y bien interconectado, pero hay ciertas cosas que requieren otra fuerza de voluntad o complejidad.

El generar conocimiento es un trabajo. Y bastante serio. Quizás mucho no tiene aplicación inmediata, pero puede abrir muchas puertas o ser trabajado en profundidad para abrir un nuevo campo de aplicación. Las teorías de Einstein no tendrían aplicación inmediata, pero nuestra tecnología actual se basa en sus conceptos. Repito, ni quiero tecnocracia ni persecución a deportistas y folklóricos, sino que la gente intente tener la mente abierta para discernir que los medios de trabajar son muy amplios y que no por ello son peores o mejores (o ni siquiera trabajos), sino que algunos son de una complejidad diferente a la otra (limpiar pasillos requiere una complejidad diferente a realizar trasplantes).

Que no, que no me pongo exquisito. Si bien siempre me gustó eso de conocer los motivos de los fenómenos que observaba os confieso que de pequeño quería desempeñar una profesión para mi edad adulta. Pero nada de medicina, ni fútbol, ni explorador, sino que siempre quise ser basurero. Curioso, ¿no?

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