Esperando la disolución de ETA

ETA fue creada por amantes de la cultura y tradición vascas que eran cruelmente reprimidas por el franquismo. Sus postulados iniciales eran más de exaltación a lo típicamente vasco y a recuperar lengua y tradición, pero con el tiempo y por influencias reiteradas terminaron imponiéndose las tesis belicistas y de lucha armada, abrazando postulados del marxismo-leninismo. La Iglesia había amparado estos primeros pasos de la organización y también cuando decidieron dejar paso a la violencia. La historia de ETA ha contado con numerosas escisiones, donde algunos apoyaban la entrada en política y otros el uso de la violencia. Incluso llegaron a enfrentarse ramas entre sí. Tras la muerte de Franco y los inicios del proceso democrático el apoyo o simpatía que tenía por ser una organización que luchaba por la libertad y contra la dictadura fueron desapareciendo, tanto de Europa en general como de España en particular. El uso de la violencia y la censura a los que querían una reconversión en partido político terminó por hacerlos asentarse como una organización independentista que usa el terror como medio para conseguir la independencia de Euskal Herria, tanto de sus zonas en territorio español como en el francés y contando con la inestimable ayuda del IRA irlandés, los terroristas Libios y la connivencia de gobiernos como los de Cuba o Venezuela.

La lucha con ETA siempre ha sido encarnizada y de parte de las fuerzas estatales ha habido casos de torturas y tratos inhumanos. Incluso la aparición de los GAL, con la violencia desmedida en cierta medida apoyada (y apoyada y sufragada) por las instituciones gubernamentales (Ministerio del Interior, Vera y Barrionuevo, la identidad del Señor X que incluso se barajaron nombres como el Presidente de esa época o incluso el del Monarca), han hecho que la violencia sea un motor para continuar. Pero eso no quitó nunca que de vez en cuando aparecieran partidos políticos como ramas para ocupar alcaldías y parlamentos para ampararlos y poder encontrar medios de subvención y extorsión mediante el abominable impuesto revolucionario. Este amparo gubernamental y ciertas épocas donde el Gobierno francés hacía poco o nada por la lucha antiterrorista le dio fuerzas a ETA para continuar hasta nuestros días. Pero en los últimos años Francia ha puesto toda la carne en el asador en la lucha y tras la primera víctima francesa en suelo francés (algo nunca hecho puesto que consideraban la zona como lugar de retiro y de ocultación) han presionado de gran manera. Los timoratos intentos españoles terminaron endureciéndose y más tras la muerte de Miguel Ángel Blanco. Doctrinas carcelarias, sobre todo la Parot, donde se intenta alejar a los terroristas de sus localidades y frenando la posibilidad de permisos y reducciones de condena han servido para presionar a la banda. Intentos de diálogo entre Gobierno y ETA ha habido siempre e incluso uno auspiciado, supuestamente, por Juan Carlos I. Pero estos diálogos nunca han terminado en nada bueno. Y el encuentro más deleznable fue cuando políticos catalanes consiguieron que ETA anulase a Cataluña como lugar de atentados, dejando al resto de España olvidada y a su suerte.

Con las leyes que cierran la llegada de sus ramas políticas se les cortó mucho oxígeno e históricamente se unieron a las disensiones, treguas y abandono temporal de armas. En 2011 parece que fue la definitiva, aunque no podemos olvidar que una vez anterior ya pasó lo mismo pero al tiempo volvieron a las armas. Me ilusioné en 2006 con la tregua y mi tío me comentó que no había que fiarse. Y fue cierto, volvieron a atentar, como siempre. Tregua para reclutar, rearmarse y financiarse. ¿Esta vez volverá a ser lo mismo? Espero que no, pero las llamadas reiteradas a que si no se sigue una ruta volverán o las defensas a los etarras detenidos o muertos hacen que uno dude.

De verdad que me sentí bien y feliz el día del alto el fuego permanente, pero en vez de hacer una fiesta hay que seguir preocupados y alerta. No se han disuelto y parece que las prebendas del Partido Popular con propuestas de algunos permisos, acercamiento de presos y revisión de condenas van a tardar mucho en disolverse. Y la disolución ha de ir acompañada de petición de perdón obligatoria (PP ni lo contempla), entrega de todas las armas y recaudaciones, localización de zulos y pisos francos y la entrada voluntaria en la cárcel. Una vez que cumplan condena pueden redimirse y si quieren imitar los pasos de Mandela, pero no pueden hacerse pasar por él sin haber pagado un solo crimen y sin pensar en reconciliación siquiera. La independencia puede después debatirse en una mesa con gente que haya cumplido la pena y consultando al pueblo vasco (y también al resto de España, pues sería una decisión que afecta a todo) o una entrada final en el pleno constitucionalismo. Eso queda en el futuro.

Sortu (que puede traducirse por crear) es un partido político que actualmente está ilegalizado por sus vínculos con la banda armada. El Tribunal Supremo así lo sentenció. Parecía claro tras las biografías de algunos relacionados, sus discursos confusos y su negativa a mencionar o reconocer a las víctimas de ETA a pesar de su rechazo a la violencia, independientemente de cuál sea su fuente. El recurso fue desestimado y hoy en día el caso pasó al Tribunal Constitucional. Tras esto se creó Bildu (reunirse en euskera) una coalición de partidos que recoge los postulados de izquierda abertzale. Se pensó que lo de Sortu fue para complacer a algunos y que inmediatamente se sacó fuera de toda duda a Bildu, engañando a los que creían que la Justicia (aunque bastante maltrecha por su politización y la búsqueda de intereses para sus patronos) le había declarado una férrea guerra a las ramas políticas de los terroristas. La entrada de Bildu al Congreso de los Diputados ha dado miedo a algunos, puesto que parece una legitimación del terrorismo. Las pruebas indican que no tienen relación con ETA, pero las declaraciones de algunos de los diputados da mucho que pensar y sospechar. Quizás sea la idea de alguien en particular, quizás sean los verdaderos postulados de la formación. Un paso definitivo sería que condenaran sin tapujos a ETA (y no con el velo de ambas violencias, lo que haga ilegal el Estado ya será juzgado con dureza si no ha sido ya hecho), dejen de promocionar homenajes a etarras y se separen de la larga sombra de Otegi, que junto con Brian Currin, un abogado trepa sudafricano, están opacando las actuaciones de ETA y están dando un discurso de opresión por querer dialogar pacíficamente por la independencia vasca. Bildu, interviniendo activamente por la disolución de la banda y la petición de entrada en la cárcel haría que las dudas desaparecieran de una vez por todas

Que cada uno tenga sus posturas ideológicas es maravilloso, no tanto que con armas intenten imponerlas a los que no opinan igual. La democracia, y el sentido común, han de triunfar.