Uff, entrada en la nueva década. Pesa cambiar de dígito más significativo, pero siempre es una alegría seguir cumpliendo años, señal de que uno sigue vivo y con proyectos. Hoy, en este mundo, hacer proyectos a futuro es un tanto complicado, pero aun sin saber qué me depararán los próximos años, confío en que con la buena compañía que tengo y mi afán por seguir progresando todo se puede lograr.
Excelente barbacoa y buena compañía de personas de varias nacionalidades, pero no hablemos más de mí, puesto que ya recibí agasajos. Como viene siendo habitual desde la creación del blog, comentaré sobre situaciones mundiales. Y este año ha empujado fuerte Corea del Norte para que se convierta en la protagonista. Es cierto que la prensa de Occidente magnifica mucho a su antojo, pero por lo que se escucha, la realidad no puede diferir mucho.
Bajo el régimen comunista durante varias décadas, siempre ha mantenido tensas relaciones con su vecina Corea del Sur. Es más, en teoría sigue la guerra y líos en la frontera siempre hay, pero se mantiene una tregua que ya empieza a olvidarse que existe. Se llamará república, pero ha tenido una sucesión dinástica en la misma familia, incluso opinando muchos que el alma del fallecido se instala en su descendiente (que ya estaba vivo) y lo guía con la misma rectitud que tuvo.
Este Kim Jong-un no parece ser santo de devoción de muchos altos cargos, luego no tuvo mejor idea este presidente (aunque no de cargo, puesto que ese título lo ostenta eternamente su abuelo Kim Il-sun) que movilizar a su impresionante ejército y decir que invadiría el sur de la península, cosa que, por supuesto, no ocurrió. Y es que China, quizás su único apoyo sólido, ve mejor comerciar con Occidente y no enemistarse con Estados Unidos. Por mucho que repitiesen que iba en serio quedó como humo desvaneciéndose, por lo que cada vez que quiere saltar a la palestra juguetea en las proximidades de Japón o dice probar misiles intercontinentales que podrían, dicen, alcanzar Los Ángeles. Supongo que quiere parecerse el hijo al aguerrido y carismático Kim Jong-il, pero parece que su juventud y su tendencia a pasarlo bien no terminan de convencer a los miembros de las altas esferas militares y del partido.
De puertas adentro, poco se sabe, casi siempre se hablan de represión a familiares de desertores, ejecuciones a la luz del día y miseria continuada todo en un ambiente castrense dictatorial y con temor a toda influencia que venga de fronteras afuera, aunque siempre se ha intentado distribuir la educación a todos los rincones del país y tener una sanidad muy sólida.
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