miércoles, 8 de abril de 2015

Batacazo andaluz

A día de hoy aún corren ríos de tinta sobre lo acontecido en las recientes elecciones autonómicas andaluzas. Y no es para menos. Curioso, puesto que aún queda la votación de confianza y la asunción. ¿Por qué el título de esta entrada? Pues porque de los más conocidos, quizás uno o dos, el resto han sufrido varapalos inconmensurables. Algunos, de manera relativa, otros, sin paliativos.

Hay que tener en cuenta que décadas de PSOE en Andalucía han permitido crear un entramado tan fino y robusto que a día de hoy parece imposible que alguien le quite alguna vez el liderazgo ejecutivo. Eso, y el tener a día de hoy alimentado el cuento (hechos terribles que fueron reales en el pasado pero a día de hoy no sé yo) del señorito versus el jornalero. Muchos ya sabían que hay coacciones para votar de un color y no de otro y la maquinaria para vivir sin dar golpe le aseguran al PSOE tiempos felices durante más décadas. La autonomía con más población en España también tiene algo terrorífico. No le gusta la corrupción (ERE, Gürtel), pero sigue votando al bipartidismo que la ampara. Entonces, el problema no es la corrupción, sino la laxitud del votante ante la corrupción. Esto ha hecho que el PSOE haya perdido una importantísima cantidad de votos, pero el método d'Hont le ha permitido conservar escaños. Susana Díaz, si quisiera, podría saltar sin miedo a la política nacional.

La otra comparsa del bipartidismo, el PP, ha sido justamente castigado. Quizás más por la política nacional que la regional, aunque la segunda también se las traía. Los cambalaches de Aguirre, su petulancia ante las cajas B y Suiza y la defensa a ultranza que hace Rajoy de la inacción, han hecho que se sume el descontento con unas políticas erráticas andaluzas y un candidato sin carisma y que estuvo ahí por mentir y por los dedos de los jerarcas de los populares. El PP andaluz solo quiere ver cómo falla el PSOE para que ellos queden como primeros y así no ilusiona a nadie. Caras viejas y actitudes chulescas no juegan bien para este partido, que pide a gritos una renovación urgente. Una catastrófica pérdida de votos y escaños han encendido por fin las alarmas, pero creo que tardarán años en implementar las soluciones. Sin embargo, y aunque parecía imposible, Andalucía mantiene el bipartidismo sin apenas muchos daños. Los que ya proclamaban el fin de este tienen que sentarse a reflexionar si fue un impulso efímero o es una tendencia inexorable.

Y esto lleva a Podemos, la formación estrella del momento. Han conseguido un gran éxito sin dudas, no todo partido reciente se lleva tal cantidad de votos y escaños en su primera comparecencia autonómica. Y esto es bueno para asustar a los políticos con políticas de viejo cuño. Pero creo que ha sido un fracaso relativo, ya que suponían que serían la primera (o segunda, siendo más cautos) fuerza en votos. El voto nuevo, el voto indignado, no ha ido a parar en exclusiva para ellos y esto puede que les haya hecho reflexionar, puesto que su actividad en las redes sociales casi se extinguió. Quizás el cambio de banderas que tenían como principales a posturas más moderadas (muchos dicen que se asemeja a la versión 1982 del PSOE) ha desconcertado a los más radicales y la huida de casi todos los europarlamentarios para presentarse a otros cargos cuando aún ni ha pasado un año quizás ha alarmado a los más cautos. Sin desmerecer nada a este partido he de mencionar que los globos que se habían inflado han estallado y confirmaron que las encuestas no iban ta desencaminadas.

¿Qué decir de IU? La nefasta sombra de Valderas ha hecho esta vez un gran daño y han quedado como una fuerza pequeña, casi irreconocible de su pasado más inmediato. No hacer lo prometido en tu programa electoral anterior les ha acarreado más de un varapalo. Y lo más gracioso es que se quejan del reparto tan pobre de escaños cuando no han perdido tantos votos. Hijos, si lo habíais llevado en el programa electoral de 2012 y por tal de conseguir consejerías cerrasteis la boca, ¿ahora por qué esos golpes de pecho? Ser el partido palmero del PSOE ha irritado a muchos y si no se fueron a otros partidos más a la izquierda habrán apostado por el aire fresco de Podemos, quizás como castigo, quizás como nueva opción.

Quien ganó fue Ciudadanos. Un partido con nuevas caras, aunque con un discurso ya escuchado, ha reconducido la bronca de los que no querían coquetear con posturas más radicales. Si bien sus posturas denigrantes a los andaluces y un candidato casi desconocido podían haberles parado los pies, el apoyo mediático les ha granjeado muchísimas simpatías. Además, ahora puede actuar como el caladero de votos de gente con posiciones liberales que no aguantan las políticas del PP. Es más, casi todos sus votantes vienen de ahí, con intención C's de aprovecharlos y asentarse en el centro-derecha. El carisma de Rivera y sus posiciones constitucionalistas en Cataluña han hecho que muchos se piensen en serio votarlos fielmente. Veremos su desempeño en un ambiente menos árido, quizás puedan desarrollarse o quizás pierdan el motor que los mantenía en forma.

Ay, UPyD. La formación magenta se ganó el título al fracaso más estrepitoso. De la Herrán continuó a la cabeza, aunque se había demostrado que su carisma era nulo. Una campaña electoral esperpéntica no ayudó a consolidar su voto socialdemócrata y el centro-izquierda va a quedar vacío para que alguno de los partidos de mayor calado se lo lleve. Sus peleas con C's y Podemos, lejos de ser razonadas, no han terminado de gustar al electorado. Su prepotencia en hablar que su votante es listo y estudioso no ha gustado a los que no se veían encajados en ese grupo y en vez de que le comiesen la oreja para su proyecto lo han tratado de inepto. Vale que sus principios y acciones sean sólidas y probadas en otros parlamentos, que se dediquen a joder a los corruptos mediante juicios. Vale que hayan influido en la política a nivel nacional y vale que no tengan corruptos, pero UPyD, tras las europeas, demostró que la gente lo considera como un partido netamente nacional y que a nivel autonómico y municipal carece de sentido e ideas. El poco apoyo mediático (y el que tuvo lo rechazaron) ayudó a diluir esta opción, que ahora está en una grave crisis nacional. La coordinación territorial fue un auténtico desastre y el lavarse las manos generalizado no ayudan en nada. El partido necesita nuevas caras, más flexibilidad sin caer en otras órbitas y una nueva y diametralmente opuesta manera de dar a conocer su programa y su actividad. Y esto no habla nada de minar su manifiesto fundacional.

Para finalizar, hablo del derrape eterno que es VOX. Su creación tuvo mucho eco y apoyo mediático. Se pensaba que sería la contra al PP, que no estaría contentado a su electorado democristiano. Sin embargo, esto no se dio y poco a poco quedan más destrozados por sus combates intestinos. Y bueno, el Partido Andalucista tras sus últimos vaivenes donde sus votantes (pocos ya desde fines del siglo XX) quedaron desconcertados sigue su travesía por el desierto.

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