sábado, 12 de agosto de 2017

El legado de Castillo Anzur

Siempre que se habla de Puente Genil y su historia, se habla con reverencia del Pontón de don Gonzalo, incluso más que Miragenil. Bien es cierto que fueron sus núcleos fundadores y que el pueblo en sí no tiene larga historia, sino más bien estos municipios previos, donde hay que echarse atrás hacia la Reconquista (a finales del siglo XIII) para dar un inicio y una tendencia al alza a partir de finales del siglo XV y mitad del siglo XVI.

Supongo que pasa lo de siempre, unas ganas de ensalzar la historia cristiana y otra de minimizar la historia musulmana. Ahí las ciudades de Córdoba y Granada, por ejemplo, discrepan mucho. O también que las fuentes musulmanas son escasas y a veces vagas. Pero en el término municipal del pueblo actual se asentó Castillo Anzur, de fundación árabe y con bastante relevancia en su época. Incluso el escudo del pueblo resalta la fortaleza, pero después de su relevancia militar y estratégica fue vaciándose de contenido.

Atendiendo a los textos de Francisco Esojo Aguilar, el asentamiento de Castillo Anzur se fundó probablemente allá por el año 910. Se situaba en la frontera de la cora de Rayya (aunque administrativamente dependía de Bulay -actual Aguilar de la Frontera-, perteneciente a la cora de Qabra -actual Cabra-) y obedecía al nombre de al-Ranisul. Se le suponía zona de vigilancia del valle del Genil y no es hasta el siglo XII cuando se menciona al lugar como fortaleza en el marco de las campañas bélicas del monarca aragónes Alfonso I por Jaén, Córdoba y Granada (1126).

La transformación de asentamiento a fortificación parece que fue gradual, con avances en las épocas almorávides y almohades, además de en época cristiana, debido a la cercanía de la frontera del Reino nazarí de Granada. Su localización en las estribaciones de la Cordillera Subbética le hace partícipe de una gran zona de control y supervisión, aunque con el progresivo retroceso de la frontera su relevancia fue decayendo. Si bien hubo pactos de pleitesía donde los antiguos habitantes musulmanes podían mantener sus costumbres y tradiciones, la administración de Castillo Anzur fue cambiando de manos cristianas con mucha asiduidad.

La conquista cristiana hace que la fortaleza pase a nombre del Concejo de Córdoba y poco después Alfonso X dicta que las tierras cercanas a Castillo Anzur pasen a manos de la Casa de Aguilar, en la persona de Gonzalo Yáñez Dovinhal, aunque en 1258 dona el territorio a la Iglesia de Córdoba, más específicamente al obispo Fernando de Mesa. La jurisdicción eclesiástica solo duró hasta 1264, volviendo al señorío original.

El tema del territorio que ocupaba Castillo Anzur tampoco estuvo exento de polémica y tuvo que remitirse a un comité de ancianos musulmanes para que restableciesen las fronteras de antiguo. Los lindes quedaron haciendo frontera con Aguilar, Lucena, Benamejí y Estepa, justo los límites actuales de Puente Genil. Es más, en estos pleitos (1273 y 1307) ya empieza a referirse al Pontón de don Gonzalo como un asentamiento de Castillo Anzur dedicado a gestionar el paso por el río.

En 1333, Castillo Anzur, dependiente del Señorío de Aguilar, toma parte de la nobleza ante la guerra contra Fernando IV, recibiendo ayuda incluso de los granadinos. No fue hasta 1352 en que Pedro I sitia Aguilar y consigue su rendición. En 1356, este monarca castellano entrega Castillo Anzur a Vasco Alfonso de Sousa por una aceña en Écija pero en 1372, Gonzalo Fernández de Córdoba consigue recuperar la fortaleza para la Casa de Aguilar.

En la etapa de Alonso Fernández de Córdoba (1455-1501) es cuando entra en total declive Castillo Anzur y se comenzó a favorecer al Pontón de don Gonzalo, reconstruyéndolo y fomentando su repoblación, ya que los avatares de la Reconquista habían hecho que se abandonase hacía ya tiempo. Con Granada ya muy lejos no era esencial una defensa permanente y convenía más los réditos económicos de portazgo al atravesar el río. En 1494 incluso la Casa de Aguilar destruyó en Lucena el pontón del Maestre para monopolizar en el Pontón de don Gonzalo todo el tránsito. Tuvo que ser en esta época que se despobló completamente Castillo Anzur, quizás pasando todos sus habitantes a la nueva y cercana localidad (que contaba al principio del siglo XVI con 404 habitantes). En 1501, con el nuevo Señor de Aguilar, Pedro Fernández de Córdoba, se citan a las autoridades del Pontón y no de Castillo Anzur para que lo reconozcan como señor. Es más, se indica claramente que del Pontón el reconocimiento lo hacen los oficiales, no alcaldes ni alcaides, puesto que el asentamiento depende directamente de Aguilar, no de la antigua localidad de Castillo Anzur.

La Casa de Aguilar transmutó en el Marquesado de Priego y en 1519, con Catalina Fernández de Córdoba, se reafirma la existencia del Pontón y la completa omisión de Castillo Anzur. Los pleitos de 1538 y 1540 refuerzan el papel del Pontón en favor de los intereses del marquesado en contra de Estepa. La importancia se revela en que en 1534 se alcanzan los 900 habitantes. En 1554, el Pontón ya goza de alcalde mayor y comienza a ocupar zonas estepeñas al poblar la dehesa de las Quebradas, movimiento que terminará generando la aldea de Sotogordo. Quizás estos movimientos y pleitos y las ganas de crear una compotencia, son los que terminan originando la creación de Miragenil en la orilla opuesta. El resto, también es historia, pero no de Castillo Anzur.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...