domingo, 25 de noviembre de 2018

Quien la hace, la paga

Estamos acostumbrados a que el poderoso siempre se sale con la suya y que pase lo que pase saldrán de rositas. Incluso nos enojamos cuando se comparan penas entre alguien que roba millones y alguien que roba dos barras de pan. Sí, el mundo es injusto y desigual. Pero hay veces que las cosas nos sorprenden. No sé si es para tapar a gente más poderosa o porque los jueces se cansan de ser manipulados por los poderosos. O quizás porque el clamor popular es tan fuerte que, si fallasen de otra manera, el andamiaje institucional se derrumbaría ipso facto.

Aun algo tarde, es momento que combine viajes con reflexiones. Y quiero hablar esta vez del antiguo vicepresidente de Argentina, Amado Boudou. El caso Ciccone ha sido un fuerte detonante y por muchos aspavientos y apoyos en el seno del kirchnerismo, poco a poco se vio solo y apartado, con apoyos menguantes cuando las pruebas eran muy evidentes.

Vandenbroele, gran amigo de Boudou, había actuado como testaferro en la compra de la empresa encargada de imprimir los pesos argentinos. Esto, unido a que ejercía funciones públicas, era ya demasiado. Pero las declaraciones de Amado y esa autoconfianza en los políticos que atufa a kilómetros, poco le iba a durar. Creía que Cristina Fernández iba a poner todos los cortafuegos posibles para protegerlo. Pero no se dio cuenta que era todo tan flagrante que fue ella quien ha intentado protegerse mediante cortafuegos. Solo los fanáticos lo apoyaban mientras el votante medio quedaba expectante a ver cómo se resolvían los hechos.

Poco ayudaba ya que Vandenbroele dijera que no lo conocía de nada, cuando vivía prácticamente al lado, las pruebas de que pagaba las expensas eran innegables. Boudou fue finalmente acusado de cohecho. En agosto de este año 2018 fue condenado de una manera ejemplar: casi 6 años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer función pública. Incluso creo que tiene que pagar cierta cantidad de multa. Ha sido, a mi juicio, un castigo ejemplar. Una advertencia a los políticos que ya no va a pasar nadie la mano por encima.

La oposición ha babeado con esto y su detención preventiva. Pensaba que ya tenía el camino listo. Se olvidan de que la advertencia va también para ellos. El presidente Macri no tiene las manos limpias y ha de saber que si una vez fueron por el vicepresidente e incluso a la propia CFK, también pueden ir a por él tarde o temprano.

Cada día se notan más las falencias de esta imperfecta democracia, pero estos casos de políticos entrando en la cárcel nos hacen recordar que no todo está perdido, que aún hay gente íntegra que desea que imperen la libertad y la democracia

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