jueves, 8 de septiembre de 2022

Diario de Viaje: Rascafría (Agosto de 2021)

 Con las temperaturas de agosto tocaba visitar este lugar madrileño al que todo el mundo le ha dado bastante bombo. La verdad es que sí, cumple las expectativas. El punto malo es que es tan famoso que siempre está a rebosar de gente.

Para ir quisimos hacer una ruta alternativa, yendo por el puerto de Navacerrada, que siempre está saturado en época invernal. Llegar a los aparcamientos y girar para dirigirse hacia Rascafría te mete en una zona boscosa de suma belleza. Es impresionante el frescor y el color verde intenso.

Llegando al pueblo aparcamos en la zona de párking público, teniendo que pagar algo de dinero. Inmediatamente empezamos a caminar junto al río Lozoya y acercarnos por senderos arbolados hacia el bosque finlandés, dando un rodeo por el lago para evitar una pareja que se estaba haciendo las fotos de boda. El lugar es relajante y bastante lleno de vegetación.

De ahí enfilamos hacia las presillas, donde ya había gente que estaba entrando para pasar un día en un lugar con agua, aunque creo que vi zonas donde no aparecía nada de agua, no sé si por mantenimiento (había bastantes piedras redondeadas mal colocadas) o producto de alguna sequía.

Empezamos a caminar algo más hacia los pinares y bosquecillos para evitar la muchedumbre e ir cada vez más ascendiendo por algunos senderos hasta encontrar un senderito que llevaba hasta las cascadas del Purgatorio. El lugar, granítico, es un sitio espectacular y de aguas cristalinas. Eso sí, bastante gente también. Un sitio enclavado en la roca y con un ruido de agua caer muy relajente.

Tras un tiempo disfrutando el momento empezamos a volver por otro sendero, lleno de vacas a las cuales tuvimos que esquivar en más de una ocasión. Ya al final del camino había lugares con menos sombra y pegaba más el sol. Momento de comer algo y ganar energías.

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