De camino desde Puerto Baquerizo Moreno hasta la playa de Puerto Chino pasamos por una pequeña y humilde población llamada El Progreso. Su mayor atracción turística es un gigantesco árbol que puedes subir hasta una pequeña casita entre sus enormes ramas. Era solo para visitar pero daba ganas de pasar un fin de semana a estas alturas. Incluso podías descender por debajo del nivel del suelo y entrar en una habitación justo debajo de sus raíces. Otras distracciones, como un columpio o una barra al estilo bombero te entretenían. Todo construido con basura reciclada.
Lo que más impactó fue que el guía-taxista nos contó la historia de la isla, donde a principios del siglo XX gobernaba un déspota llamado Manuel J. Cobos, conocido por las torturas a los empleados del ingenio azucarero (creo que era de este tipo) de la isla. Las condiciones eran esclavistas y sus erráticos caprichos que pronto soliviantaba cualquiera eran castigados de la manera más cruel posible: violaciones, destierros a islas desiertas, niños colgados en los árboles y un terrible etcétera. Finalmente, una profunda revuelta destruyó gran parte de las instalaciones (aún se pueden vislumbrar los derruidos edificios) y terminó con la vida del enfermo déspota. Incluso entre la naturaleza más hermosa se puede esconder el terror humano más profundo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)
Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...
-
Pasar de un año a otro siempre es buena excusa para irse a descubrir lugares. Y ya era hora de visitar la vecina Colombia. Bueno, ya habíamo...
-
Día excepcional sin mucho sol y mucho caminar. Ideal para estas fechas ir a la provincia de Segovia e investigar todos sus recodos. Aparcam...
-
Muchas ganas de recorrer esta ciudad, tanto que ideamos pasar más días aquí para poder disfrutar. Y pudimos hacerlo a pesar de que casi al ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario