domingo, 21 de julio de 2013

La herencia del Duque: rol en vivo de 2006

A finales de 1895, en los parajes fríos y sombríos de Reino Unido se reúnen un grupo de hombres de orígenes dispares. Han atendido a un anuncio del misterioso y rico duque Xavier. Parece ser que tiene pensado pasar un largo tiempo en América vigilando sus plantaciones de tabaco, por lo que quiere seleccionar a alguien que administre su poderosa fortuna durante dos o tres años hasta su regreso. Mucha gente pidió ser la elegida, pero una dura selección determinó a siete candidatos.

Todos se reúnen en la entrada de la mansión, donde son recibidos por el fiel criado del Duque, Melchior. Mientras deja los carruajes bien aparcados y los caballos en las cuadras bien alimentados canturrea canciones de sus antepasados africanos. Comenta al grupo que la niebla, que ahora está bajando por los boscosos montes cercanos, se hará bastante impenetrable por la noche. Antes de escoltar a los candidatos cierra a conciencia la verja de entrada ante las sospechas de Andrew y Eidur. Duranta la corta caminata pueden ver un frondoso jardín y fuentes mohosas de ángeles y doncellas. Por el camino cada uno se presenta y cuenta lo que cree conveniente. John se descubre como sacerdote y habla de la buena misión del dinero que podría tener la Iglesia, a lo que Joseph y Manuel se burlan al respecto. Anthony y Frank no hablan mucho y esperan llegar a la gran sala donde el Duque los espera y agasaja. Tras las presentaciones les plantea un enigma común al grupo versado en el reparto de camellos entre una tribu árabe: "Muhammad tenía tres hijos varones y diecisiete camellos. Deseaba entregar la mitad para el hijo mayor, un tercio para su segundo hijo y un noveno para el hijo menor. Las primeras alegrías se trocaron en pesadumbre, pues no daban las cuentas y tenían que matar a un camello, algo muy mal visto. Sin embargo, un santón llegó hasta donde ellos discutían, montado en un enorme camello. Interesado por la disputa dijo que no había que matar ningún animal, ¿qué les propuso a los hijos?"

Anthony, pionero en la ciencia forense, le pide visitar la extensa y completa biblioteca que posee el Duque, ero este se niega al hecho hasta que no resuelvan el enigma. Mientras se va a sus aposentos el criado les indica dónde está dispuesta la comida y que tienen aposentos acondicionados para pasar la noche. Eidur, detective, cree que el dinero acumulado por el Duque no es legal y que puede estar subvencionando a grupos anarquistas para que atenten contra la reina Victoria. Por eso investiga la sala y descubre láminas rosacruces, por lo que se lo comunica al grupo y empiezan a sospechar que la oferta encierra algo tenebroso. Andrew pronto queda encandilado por la palabra del padre John, que le llega a confesar de que odia el anglicanismo y quiere dar un golpe de efecto para implantar el catolicismo en Inglaterra, por eso desea el dinero. Frank empieza a notar el frío de la noche y lo aqueja a un reuma eterno, intenta resolver el enigma para causar las simpatías del Duque y ganar la herencia, por lo que junto a la influencia de su padre podría llegar muy arriba en el Ejército y poder tener control sobre grandes áreas. Manuel pregunta sin cesar a todos, se le nota que quiere vengarse de alguien, pero exactamente no se sabe quién. Se rasca su cicatriz de bala, sufrida durante la destrucción de su negocio y familia por bandas rivales.

El Duque vuelve al tiempo, tras haber cenado, y pregunta por la solución del enigma. Parece sencillo, puesto que aunque la división no fuese exacta la suma temporal del camello del santón hacía cuadrar las cuentas, siéndole devuelto después al santón su animal tras el reparto. Como la resolución fue en equipo les plantea otro enigma, pero antes es acosado a preguntas sobre los símbolos rosacruces. Confiesa que es un enamorado de las ciencias ocultas y que siente atracción por esa secta, pero no tienen nada que temer. Antes de volver a marcharse les plantea el nuevo enigma: "Tienes escudo, pero no te sirve. Tienes riquezas pero no te sirve. Tienes médicos pero no te sirven. Es tu enemigo implacable".

Joseph se siente atraído por la personalidad de Anthony, por lo que es convencido de que le acompañe por los corredores hasta la biblioteca. Joseph plantea una alianza de la venta de algunos libros extraños, conseguiría así el dinero suficiente para borrar sus antecedentes penales por el asesinato de su padre maltratador y poder así montar un negocio estable de prostitución en Londres. Anthony no le hace mucho caso y le advierte de sus conexiones con la policía. Cuando llega a la biblioteca encuentran algunos libros abiertos sobre los Illuminati y escuchan los pasos de alguien al fondo. Descubren que es alguien encapuchado con un espejo como rostro, por lo que huyen despavoridos del lugar, aunque Anthony toma el libro de esta secta para leerlo en el salón al abrigo del fuego de la chimenea. Andrew, mientras tanto, confiesa que quiere ser contrabandista y bajo las órdenes de John intenta captar fieles a la causa del sacerdote. Este, mientras, sufre alucinaciones donde escucha las voces de su compañero de órdenes, que fue asesinado con sus manos. El grupo de la biblioteca llega y comenta lo que han visto, cosa que alarma a Eidur y Frank comienza a interrogar a todos los invitados, sospechando del sacerdote y sus plegarias. Manuel, por su parte, intenta aliarse con Eidur para esclarecer si su vida pasada tiene relación con estos invitados, sospecha que el final puede estar muy cerca. Anthony convence al grupo de que hay que salir pronto del lugar, pero el Duque llega en esos momentos. Rápidamente les indican al noble que la respuesta es la muerte y felicitándoles les indica que el grupo es muy inteligente, pero que tendrá que preparar un nuevo enigma. Dicho esto, sale por la puerta hasta sus aposentos.

Mientras logran abrir la puerta Anthony les indica la historia de los Illuminati, pero entre sus hojas descubre un escrito sobre una fórmula. Está inacabada, pero pueden lograr determinar que es una sucesión de instrucciones para lograr la inmortalidad. El grupo entonces decide esperar y ver si hay laboratorios en el lugar. John, para conciliar las rencillas, indica que preparará un refrigerio antes de salir a la búsqueda de tales ingredientes. Pero convence a Andrew para que envenene el té. El grupo se reúne en la mesa y algunos toman pastas y otros declinan la oferta. John, irritado, propone un brindis informal con el té, pero pocos terminan bebiendo, casi todos después lo escupen subrepticiamente. Solo Manuel lo ingiere y comienza a sentirse mal. Las curas del médico Anthony no son muy efectivas y empeora la salud de Manuel. Eidur se queda cuidando de él, mientras John, Frank y Anthony salen de la mansión. Buscan entre la impenetrable niebla y logran llegar al jardín, donde escuchan algunos ruido. Ven que el buen criado Melchior está cavando algo, parecen seis tumbas. El afrodescendiente intenta sin éxito calmarlos diciendo que son otra cosa, pero esto alarma al grupo. Ante las preguntas sobre el Duque les indica que entró a trabajar para él hace muchos años, cuando era un joven. Esto extraña, ya que el Duque parece casi un adolescente. Frank decide que es por el elixir de la inmortalidad y sigue internándose en los jardines hasta encontrar como un vivero. Entra con Anthony y encuentran que es un laboratorio. Frank recoge varios ingredientes mientras Anthony descubre una sala forense. Interesado por el tema se interna solo, momento en que se cierra la puerta y Frank empieza a escuchar lamentos y ruidos, como si Anthony estuviese sufriendo. Cuando intenta internarse en la sala el Duque aparece misteriosamente y le da el alto. Le dice que ha de culpar a la curiosidad desmedida. Frank se sincera y le dice al Duque que quiere preparar el elixir de la inmortalidad y ser su aliado eterno. Como falta un ingrediente le pregunta sobre él. El Duque le dice que no se preocupe, faltan extractos de menta, pero es solo para dar buen sabor, puesto que la mezcla es de sabor horrendo. Más tranquilo, Frank sale del lugar a buscar las rosas.

Andrew y Jospeh se reúnen con John cerca de la puerta de la mansión. Han estado desvalijando parte de la casa y tienen perlas y enseres de metales preciosos para vender. Es más, Andrew ha logrado buscar en las pertenencias de Eidur y robarle un revólver. John entonces les dice que es hora de mover ficha y eliminar la competencia. Ven entre jirones de niebla a Frank buscando entre los rosales y poniendo pétalos en un frasco. John, creyendo que tiene ya el elixir convence a Andrew para que dispare a Frank. Lo hace, pero justo después de que Frank tomase un único trago. Cae fulminado y se derrama la poción. Joseph busca para ver si la tiene, pero desisten al rato. Mágicamente, la herida de Frank sana y se levanta del suelo como si nada. Andrew se vuelve loco y tira el arma mientras se dirige corriendo y aullando hacia la verja de salida. Frank se hace con el arma y dispara al loco, destrozándole los gemelos de una pierna. Pero el loco parece no haber sentido nada y sigue arrastrándose hacia la salida.

John lamenta la acción de su compañero y le dice a Frank que en realidad Andrew era un enfermo y un pecador y que lamenta todo lo sucedido. Pide el arma para evitar más tragedias. Frank, algo confuso, le da el arma y se adelanta hacia la mansión, momento que aprovecha John para dispararle en la nuca y reventarle la cabeza. A los segundos ve cómo el encéfalo y tejidos de Frank se regenera y el sacerdote se derrumba y empieza a gimotear. Joseph, asustado, lo arrastra hacia la mansión. Allí, descubren que Eidur no ha podido hacer mucho y Manuel ha muerto en sus brazos. Ante tanto desconcierto, el Duque aparece de nuevo más complacido, puesto que ya no quedan tantos candidatos. Frank se derrumba agarrándose con fuerza la cabeza, le duele de una manera insoportable y le pregunta al Duque por qué. Este se ríe por la inocencia del militar. Nunca hubiese hablado de algo accesorio, la menta era un ingrediente verdadero, pero no por el sabor, sino para contrarrestar un principio que creaba jaqueca crónica. Ahora deberá estar toda la eternidad sufriendo dicho dolor de cabeza. Eidur pregunta por todos y Joseph le da el paradero de los que sabe, pero no sabe nada de su amado Anthony. El Duque entonces les dice que se convirtió en cena de alguna criatura que guardaba en el vivero. Joseph, colérico, consigue el arma que poseía John e intenta disparar al Duque. No lo consigue, puesto que saca del bolsillo de su bata un espejo donde se refleja el odio de Joseph y lo contrarresta, por lo que el candidato a proxeneta se horroriza y se vuelve a un rincón todo asustado por haber visto una parte oscura de su alma.

El Duque recoge los despojos gimoteantes de John y acuerda llamar a los masones para que practiquen con él la novedosa técnica de la lobotomía. Eidur entonces, es el único que queda con vida y con suficiente cordura como para acompañar al Duque a una habitación secreta. Será su albacea, pero antes lo introducirá en los saberes del colectivo de los Rosacruces.

(Agradezco la colaboración intensa de Melchor M. en la creación de la trama y la elaboración de las historias entrecruzadas de los personajes jugadores).

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