El Héroe del Tiempo

Aun cuando siempre le den un toque infantil en ciertos aspectos, The Legend of Zelda siempre tiene algo tenebroso o tétrico. Tal y como le sucede al Link que protagoniza Ocarina of Time y Majora's Mask. Para empezar, este Link es la tercera reencarnación del Link original, sometido a una maldición que le obligará a reencarnarse cada vez que se cierna la amenaza de su némesis. No es moco de pavo estar sometido hasta la eternidad a una misión que por muy bien que cumplas no podrás detener. Ganas, sí, pero a los cientos de años tendrás que volver a intentar salvar a Hyrule.

Este Link ya tiene un trasfondo poco halagüeño. Nace durante la Guerra Civil de Hyrule, donde su madre, herida de muerte, huye hasta la presencia del Gran Árbol Deku y le pide que lo adopte como un Kokiri más. El espíritu guardián del bosque siente que el niño jugará un papel fundamental en el futuro y decide acogerlo tras la muerte de su madre. Algunas teorías dicen que su gran parecido a Zelda y la ausencia de la Reina de Hyrule, además de las reminiscencias de A Link to the Past, lo hacen el hermano perdido de Zelda. Pero no lo transforma en Kokiri, en un espíritu menor del bosque, sino que lo mantiene como Hylian y evita darle la inmortalidad, además de negarle la compañía de un hada. Esto hace que no termine de encajar en el Bosque Kokiri, aunque crezca rodeado de grandes aliados, tales como el Gran Árbol Deku o Saria.

Este niño siempre será mirado con desconfianza por el líder Kokiri, Mido y crecer con este estigma de que eres diferente no creo que ayude mucho. Sin embargo, su afán de aventuras y su imaginación (llega a tallar en su casa a él junto con un hada luchando contra un monstruo enorme), además de la amistad de Saria harán que llegue a los 10 años, momento en que notará la entrada del mal que desencadenarán sueños premonitorios. En su despertar forzado se encuentra con Navi, un hada guardián provisional, que le indica que algo en Hyrule no va bien y que debe presentarse ante el Gran Árbol Deku, puesto que al recibir la maldición quiere usar la carta del niño Hylian. Incluso puede ser que manipulase a Link para que siempre albergara ideas de conocer el mundo y meterse de lleno en aventuras. Desgraciadamente para la deidad Kokiri, sus intentos no llegan a tiempo y muere. Aun con el consentimiento del niño, lleva a su interior a una criatura de 10 años para que se enfrente con peligros desconocidos, habiendo recibido un leve entrenamiento en el Bosque Kokiri y haber pedido ayuda para resolver sus dudas a los Hermanos Sabelotodo.

Finalmente se ve envuelto en la consecución de la Espada Maestra, donde logra conseguir fuertes aliados y eliminar amenazas al resto de razas de Hyrule. Pero Zelda falló en sus planes y consiguió que Ganondorf accediera al Reino Sagrado y tocase la Trifuerza, desencadenando la caída de la Familia Real y el sometimiento de todas las razas. Link pasa 7 años sumido en un profundo sueño en la Cámara de los Sabios, el último reducto de la resistencia. Menudo impacto psicológico contarle a un niño de 10 años todo lo que ha sucedido y que todo lo que ha hecho desencadenó penurias. Y que su cuerpo ya no lo es, está crecido. Un golpe mental enorme. A cambio, unos pocos han intentado crear una leyenda sobre un Héroe que los salvará, protector de la Trifuerza y con la habilidad de jugar con el tiempo, algo que le servirá para creer en él (mientras guarda sin saber la Trifuerza del Valor). Poco a poco tiene que encontrar aliados y recuperar amigos perdidos hasta lograr despertar a todos los Sabios, descubriendo los remordimientos de Mido sobre sus actitudes prepotentes hacia él y viendo que tiene una legión de seguidoras. Descubre que Sheik le ha engañado siempre, puesto que es en realidad la princesa Zelda bajo un disfraz y en el momento que parece que todo empieza a solucionarse, Ganondorf la captura, teniendo que ir a rescatarla y luchar contra su encarnación malvada: Ganon. Tras mucho sufrimiento, todo termina con la victoria del bien (aunque cae derrotado en una línea temporal alternativa y le deja la oportunidad de redimirse a otra encarnación suya, que tampoco termina nada bien) y una gran fiesta en Hyrule, creando una línea temporal donde en el futuro esperarán la llegada del Héroe, de manera infructuosa.

Link viaja a su época original y da testimonios de las premoniciones de Zelda, permitiendo el infructuoso ajusticiamiento de Ganondorf y su encarcelamiento en el Reino del Crepúsculo. Navi se ha marchado y parece que nunca se encontrarán, cosa que a Link no termina de gustarle y pasado un tiempo (quizás uno o dos años) y leves reconocimientos (la amistad de Zelda y la forja de un escudo adaptado a sus necesidades) se embarca en los recovecos del Bosque Perdido para intentar encontrar a Navi. Desgraciadamente, es emboscado por dos hadas rebeldes y le roba la ocarina del tiempo un Skullkid que conoció casualmente. Pero este lleva la temible Máscara de Majora, robada al peregrino Vendedor de Máscaras. Intentando recuperar su instrumento y a su joven yegua Epona es transportado a una dimensión paralela y llega a la región de Términa, lugar donde será transformado en un Deku para su espanto y miedo. En un mundo similar pero diferente tendrá que ver cómo en 72 horas la Luna hará impacto en la Tierra, destruyendo todo a su paso, incluso a él mismo, pero con la ayuda del hada Taya logrará recuperar sus objetos y ganarse la alianza de la Diosa del Tiempo, lo que le permitirá revivir estos tres días hasta detener a Majora, detener la Luna y liberar a los Cuatro Gigantes guardianes del mundo. Con gran alivio logra volver a su forma Hylian original, aunque recibe amenazas por no restituir la Máscara de Majora a su dueño.

En su periplo tendrá que asistir a la muerte de Mikau por intentar salvar a sus crías y las penurias de los Goron por la escasez de alimentos, junto a la frustración de Darmani por no poder ayudar a los suyos. Link conseguirá máscaras que le permitirán transformarse en varias razas. Eso sí, la transformación es harto dolorosa y seguro que deja secuelas en un niño pequeño. Calma a heridos y contempla cómo afronta cada persona el final de su vida y se interna en Ikana, un reino donde la guerra continúa más allá de la muerte, donde ya se combate sin saber por qué. Conocerá también a Pamela con su padre a medio convertir en Gibdo. Cuando todos quedan redimidos y cree que Skullkid ya no podrá hacer nada, Majora toma el control de la situación e intenta estrellar la Luna, pese al esfuerzo y lamentos de los recién liberados Cuatro Gigantes. En la Luna y en ocasiones viviendo posibles aventuras oníricas logra enfrentar a la Máscara, a la Encarnación y al Mago de Majora, destruyendo al demonio y arrasando con la Luna. Milagrosamente logra sobrevivir y ver cómo celebran todos el Carnaval del Tiempo y todo vuelve a su cauce, con el Vendedor con la inanimada Máscara de Majora y Skullkid y su hadas arrepentidos. Link vuelve a su universo no sin antes cumplir todas sus promesas (tocar como Mikau y enseñar al Mayordomo los restos de su hijo).

En el Bosque Perdido talla en un tronco su nueva amistad con Skullkid y se interna más en el frondoso bosque para seguir a la búsqueda de Navi. Pero parece ser que nunca la encontró. Se habla incluso de que llegó a perderse en el Bosque y que se transformó en Stalfos, aunque portar la Trifuerza del Valor le permitió conservar la cordura durante mucho tiempo. Otras teorías descartan eso, puesto que el Vendedor de Máscaras nunca tiene efectos de transformación (aunque quizás él sepa una ruta y el vagar de Link se puede entender como que se perdió y que Fado le insinúa en el futuro que si él se pierde se convertirá). Otras teorías apuntan a que volvió decepcionado a Hyrule y que se casó con Malon y dedicó parte de su vida a la ganadería. Pero ya entrado en la madurez, tuvo que volver a empuñar escudo y espada. No se sabe bien por qué, pero parece ser que en algún momento pierde un ojo en una batalla y quizás muere en un lugar apartado donde su armadura se oxida y el liquen cubre su cuerpo muerto.

Pero no termina la cosa ahí. Link, en esta línea temporal, nunca es reconocido como el Héroe del Tiempo y tras el episodio de Termina nunca disfrutó del homenaje y ensalzamiento que esperó y no pudo nunca reencontrarse con su aliada Navi. Quizás no era humilde, o un niño que ha pasado por tanto espera tener rentas tras tanto sufrimiento. Y cuando tuvo que volver a luchar, no pudo enseñarle a nadie sus técnicas y consejos. Murió sin poder transmitir su sabiduría, frustrándolo eternamente. Fue así como adquirió apariencia espectral cuando un descendiente suyo apareció para retener al rey usurpador Zant y a un Ganondorf regresado de su encierro. Link tomó la identidad de la Sombra del Héroe y contactó con este nuevo héroe y entre consejos y luchas pudo enseñarle todo lo que sabía a este joven. Y así pudo descansar al final.