Gusta siempre viajar a esta ciudad, enclavada entre el mar Mediterráneo y la cordillera Penibética. Ha reverdecido desde un tiempo a esta parte y merece la pena pasear por su paseo marítimo. Las playas, a pesar de estar llenar de arena volcánica y guijarros, permiten bañarse, si estás en una buena época y el agua algo fría no es un reparo.
Hay varias alamedas y la parte nueva del puerto quedó espectacular. Callejear por el centro se hace casi obligatorio, así como pasar por enfrente de la inacabada catedral, así como la populosa calle Larios y la plaza de la Constitución. Sin embargo, lo que más impresiona es el teatro romano a los pies de la hermosa alcazaba. Los recodos que tiene y su vegetación hacen que te atrape. Las salas y salones están bastante bien y hay algunas ventanas y patios que merecen la pena de sentarse y recrearse con ellos.
Ascendiendo algo más está el castillo de Gibralfaro, por el que se asciende bajo una muralla que conecta a este lugar con la Alcazaba. No tiene mucho en su interior, pero hacer la ronda merece la pena en gran manera. Lo mejor son sus vistas, al azul mar y a las montañas allá en la lejanía si te das media vuelta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)
Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...
-
Pasar de un año a otro siempre es buena excusa para irse a descubrir lugares. Y ya era hora de visitar la vecina Colombia. Bueno, ya habíamo...
-
Día excepcional sin mucho sol y mucho caminar. Ideal para estas fechas ir a la provincia de Segovia e investigar todos sus recodos. Aparcam...
-
Muchas ganas de recorrer esta ciudad, tanto que ideamos pasar más días aquí para poder disfrutar. Y pudimos hacerlo a pesar de que casi al ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario