Había un curso sobre unas técnicas que tenía que aprender en el trabajo y era en una localidad muy cercana a Granada, por lo que no me podía negar y tenía doble motivación para bajar a Andalucía. Lo hice por la A4 y después desviándome por la carretera que atraviesa la provincia de Jaén. El paijase montañoso es impresionante y los gigantescos olivares crean una atmósfera especial. Vueltas y revueltas hasta llegar a Granada, se nota la saturación de tráfico y al punto llegar al hotel.
Lo bueno que muy cerca estaba una parada del tranvía y se podía ir a la capital en un periquete. Armilla se nota que ha crecido a la sombra de la capital, como buena ciudad dormitorio. Un enorme centro comercial y mirando al sur Sierra Nevada le dejan un hermoso paraje. Recorrí alguna gran avenida y callejée brevemente para llegar al centro donde se impartía el curso, con muy buena gente y con ganas de aprender al máximo.
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