jueves, 15 de noviembre de 2012

Un 15 de noviembre más


Ya van veintinueve revoluciones alrededor del sol. El abismo de la treintena cada vez está más cerca. Más maduro, más envejecido, pero con ganas de seguir cumpliendo. Me pilla esta vez retomando tareas antiguas a medio hacer y con trascendentales proyectos que afrontar. Pero esa es la vida, una aventura continua.

Este año toca hablar, por ejemplo, de Arabia Saudita. Un país de Oriente Medio con excelentes relaciones con las potencias de Occidente (incuila España por las buenas relaciones entre sus respectivas familias reales) y con unos parámetros democráticos que dejan muchísimo que desear. Pero claro, como es uno de los mayores productores de petróleo del mundo, llevarse mal es pecado mortal. Cierto que podría hablar de muchos países que están en el ajo, pero como mi intención es comentar en cada cumpleaños asuntos así, siempre puede postergar para otro momento (si Blogspot.es no cae definitivamente, casi imposible abrir sesión de una vez y mandar en un intento la redacción).

Estado fundado en 1932 tras la unificación de varios países descolonizados de Reino Unido. La casa Saud se convierte en la dinastía reinante hasta la fecha de una monarquía completamente absolutista, donde la separación de poderes no existe ni tiene intención de aparentarlo. Es más, todo el Gobierno y puestos de interés administrativo e institucional están copados por miembros de la realeza saudí. Además, fundamentan el Estado una fuerte concepción teocrática (sí, esa que tiene el Vaticano), donde las leyes civiles se supeditan a las religiosas y el Corán queda considerado como constitución.

La facción religiosa detenta un enorme poder en este Estado feudal con fuertes connotaciones centralistas. Además, el wahabismo (corriente del islamismo) es el credo que tiene más fuerza en el país y se fundamenta en el rigorismo y tintes de fanatismo. Con todo esto no es extraño que muchas penas se castiguen con daño corporal (incluso hasta miles de latigazos, repartidos en el tiempo) y la mutilación de miembros. La homosexualidad está fuertemente perseguida y se pena incluso con la muerte. Escuchar música puede ser motivo de reprensión, no hay cines y no se toleran actos religiosos de otras confesiones: si hay sospechas que dentro de una propiedad privada rezan personas de otro credo es lícito allanar la morada. Hay segregación por sexo, donde la mujer debe cumplir un estricto protocolo de vestimenta y de paseo por lugares públicos (no ha de ir sola o hablar con hombres desconocidos). Incluso hubo polémica por las acciones aperturistas sobre la capacidad de conducir vehículos por parte de las mujeres solas.

La conocidísima primavera árabe también salpicó este país, pero la represión fue brutal. Aunque se reclamaba un paulatino aperturismo y la entrada de la democracia, las autoridades lo vieron como un ataque al Rey y a la tradición religiosa, exterminando todo atisbo de protesta. Pero sigue siendo el bastión de Estados Unidos en la zona, además de una fuente de combustible, por lo que este status durará mucho tiempo y nadie se quejará por las duras condiciones en las que viven los (y especialmente las) árabes. Porque muchas veces siempre queda bien con mencionar a los países más conocidos para una crítica. No olvidemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...