miércoles, 29 de mayo de 2013

Alfonso XII y las Cortes de 1879

En primer lugar Alfonso XII hace mención a la renovación de las cámaras en estas elecciones indicando que el pueblo ha juzgado lo pasado y ha querido expresar su deseo de futuro, todo consolidándose en el nuevo reparto. Seguidamente comenta con pena cómo Dios le ha puesto una dura prueba llevándose a la Reina en muy poco tiempo, pero manifiesta el Rey gratitud por la cantidad de cariño y adhesión que ha recibido por parte del pueblo para mitigar su dolor.

Con esta breve introducción el monarca empieza a analizar cómo se ha desarrollado el año legislativo. El primer punto es sobre el debate sobre la expresión libre y popular del voto, hecho patriótico y que concierne su legislación a todos los partidos y al fortalecimiento de la dignidad, seguridad y confianza del ciudadano, que repercute en los poderes políticos, así como en la honra de España. Reitera Alfonso XII la inviolabilidad del voto y la nueva configuración de Congreso y Senado, puesto que las elecciones han sido una expresión de la opinión sobre la política que se llevó a cabo hasta el momento y que la historia sabrá valorar este proceso electoral. En este año se espera que, una vez resueltas las metas políticas, es tiempo de dedicarse a conseguir metas administrativas.

Las instituciones y las fuerzas sociales imperan en la metrópolis y si aún queda resquicio bélico es necesario que sea eliminado, puesto que la concordia es el motor de la riqueza y bienestar, ya que trae laboriosidad y honradez. Como Nación católica se ve con agrado las buenas relaciones con la Santa Sede, así como el resto de potencias del momento. Tema de dicha es el inicio de relaciones diplomáticas con el Imperio Chino.

Relata el Rey sus vivencias en Extremadura y el estrechamiento de relaciones con el Reino de Portugal, congratulándose de que impera en la Península Ibérica el modelo constitucional de monarquía y que el Gobierno, aun dedicado casi en exclusiva a la reorganización interior, no olvida conservar la honra en el ámbito internacional y se espera que los legisladores tengan a bien colaborar a ello. El Gobierno, por otro lado, tiene que enfocarse en la Justicia con una reforma del código penal y la ley de enjuiciamiento civil, con agilización en el tema de tribunales.

Homenajea Alfonso XII a los ejércitos de tierra y mar por la paz lograda y los ensalza al decir que la patria les agradece y los tiene en estima. Por tanto, son necesarias ciertas reformas en las academias y proyectos para organizar mejor al cuerpo militar. Recuerda el Rey que las medidas económicas llevadas a cabo han sido fructíferas y el saneamiento de la Hacienda ha servido para que todas las clases sociales se involucren en ella, consiguiendo eliminar así los descubiertos del Tesoro y limitando la deuda a parámetros controlables. Esto conllevará a la llegada de dinero a los sectores agrícola, industrial y comercial. El Gobierno tiene que mejorar los catastros (amillaramientos) y ordenar cuentas para frenar la oleada de crisis económica que está atravesando el mundo en ese año y no destruir la progresión de crecimiento. Es por ello necesario presentar inmediatamente los presupuestos sin incluir nada más.

También es imperante hacer proyectos para velar por los preceptos constitucionales que no fueron realizados el año anterior, así como regular la beneficencia, el personal administrativo provincial y la Hacienda en todos sus niveles. Así se retomará la proclamada base de instrucción pública, donde Fomento propondrá leyes para desarrollarla. Otro tema de interés es la conexión de todas las provincias por líneas de ferrocarril, tarea a realizarse tomando en cuenta la holgura del Tesoro y las zonas de mayor desigualdad. Esto no puede ir desparejo al fomento de la agricultura, el manejo del agua y las obras públicas.

Pasa de inmediato a las colonias, puesto que ve claro Alfonso XII que los efectos de diez años de guerra no se borran rápidamente. Es importante crear más unión mediante afecto e intereses comunes para que impere la concordia. Evitando la opción de independencia, han de eliminarse en lo posible las desigualdades y por ello felicita a los parlamentarios representantes de las Antillas. Es necesario abordar la cuestión social cubana, eliminando la esclavitud y reformando aranceles y presupuestos. Esto ayudará en gran medida el ingreso en los Tesoros de Cuba y Puerto Rico. En cuanto a las Islas Filipinas es de resaltar su progreso social y económico, siendo potenciado por una mayor rapidez y frecuencia de contacto con la metrópolis: el espacio se elimina con telégrafo y esfuerzo humano. Con ello se despide el Rey asegurando que el buen hacer de los parlamentarios dará a España el esplendor que tuvo en el pasado, contando también con la protección de la Divina Providencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...