jueves, 22 de septiembre de 2016

Al final, harán bueno al bipartidismo

Pues vista la cosa, parece que sí. Desde diciembre de 2015 en el que el Reino no tiene Ejecutivo trabajando a pleno rendimiento. Y para empeorar la cosa, hay ahora un Gobierno en funciones que apenas hace nada y que se niega a tener control parlamentario. Sí, ahora cuando dicho control sería más importante dicen que pasan del tema. Pero el Legislativo otro tanto, aunque tienen potestad de crear leyes, no han hecho (o al menos, esa es la información que me llega hasta el día de hoy). Crear se puede crear, un Gobierno en funciones sería el que no pudiese (¿verdaderamente?) implementarlas.

El 20-D el ciudadano español fue muy claro: dialoguen, las mayorías provocan comportamientos despóticos; luego consensúen, pacten, cedan en algo para fortalecer lo común. Pues no, cada uno de los cuatro partidos mayoritarios se enrocó y poco más. Quizás Ciudadanos se acercó al PSOE para ver si podían crear una política de centro que convenciese, pero ni por esas. El PP enfarragado en que solo ellos pueden gobernar al ser la lista más votada y con más diputados, Podemos criticando que todo es un sucedáneo excepto ellos mismos. Es más, que Rajoy declinase puso en jaque a todas las instituciones. Así que, ¿visión de Estado? Eso hoy en día brilla por su ausencia.

Algunos, Rivera incluido, fantaseó con que la Corona empezase a proponer candidatos a lo loco, independientes incluso. Si bien la Constitución no descarta este escenario, parece una aventura de muy mal sabor de boca: dar potestad al Rey cuando ha de tener únicamente autoridad. Si acierta, bien; si se equivoca, queda muy mal su estandarte de neutralidad. En el caso de querer negociar in situ, que sea ante el Presidente del Congreso, que es el que da el refrendo a la propuesta de la Corona y, por ende, responsable de lo que acontezca. A Zarzuela se tiene que ir ya con una propuesta y visión seria y pensada.

Con los nuevos comicios y un reparto no muy diferente pensé que la señal era clara a los políticos. El bipartidismo ya no vale. Conmigo o contra mí ya no se estila, hay muchas idiosincrasias y que todo quede en un blanco y negro es cosa pasada. La transversalidad, el diálogo es lo que debe primar. Pero tampoco, por lo que llevamos, esta vez dan el enterado los cabezas de partido. C's, de nuevo, intentó desmovilizar la situación y esta vez Rajoy bajó la cabeza y puso, cuando era necesario, el llamado 'reloj de la democracia' (el inicio de los dos meses para buscar propuestas alternativas y si no a disolver las Cortes Generales). De nuevo el PP con su idea de formación más votada, ignorando (ojalá no sea conscientemente) de qué va un régimen parlamentario como el español. Eso incluso se podría alegar de que están haciendo trampas. Y de manera descarada.

Es sorprendente que incluso a día de hoy, y con quienes incluso se dicen interesados y estudiosos de la política patria, que se desconozca cómo funciona el régimen parlamentario. O muchos silencios de las autoridades para explicarlo o mucha desidia. Algunos defienden que el parlamentarismo solo tiene razón de ser y una capacidad de funcionar solo en su lugar de creación: Reino Unido. Sin embargo, las tesis presidencialistas también adolecen de lo mismo, a saber, que solo tiene razón de ser y una capacidad de funcionar solo en su lugar de creación: Estados Unidos. No sé si un punto intermedio (el semipresidencialismo francés) podría funcionar aquí, o quizás explicando (y obligando a no mentir en este punto a nuestros representantes) a la sociedad lo que es el parlamentarismo este podría arraigarse y funcionar.

A la vista de lo que hay parece que no gusta dialogar a los políticos, luego quieren que todo lo decida el pueblo votando. Después, los rifirrafes entre Ejecutivo y Legislativo se resolverían con presiones (¿y, en serio, diálogo si ahora ya es inviable?). Hay aún una puerta a la esperanza al diálogo parlamentario: el PP quiere que se sumen sin mucho debate a su coalición C's y PSOE, mientras que Podemos quiere que se sumen sin mucho debate a su coalición PSOE y nacionalistas. Quizás alguno en el PSOE esté a favor de que se le sumen tanto C's como Podemos, pero los tres escenarios aún están muy lejos de consolidarse.

En el peor escenario habría en Navidades que volver a votar, remontando varios escaños al PP. Algunos que se dicen de la oposición parece que ven con buenos ojos que los de Moncloa no se muevan cuatro años más...

En los tiempos del bipartidismo no había tanto conflicto, todo estaba más polarizado y quizás con algún partido bisagra (léase IU o CiU) se decidían mayorías. Hoy, cuando el pueblo no desea tanta polarización y clama consenso, como en la Transición, los políticos parecen que rezan para que vuelva la polarización. Ojalá se aclaren ellos para que nos aclaren a nosotros el panorama, leñe.

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