Han pasado cuatro años tras los
incidentes de la vía y se está acercando a España un fuerte temporal de lluvia y agua. Tania y Jesús
han roto debido a tantas penurias que han pasado uno junto al otro. Jorge se ha
encerrado en su casa analizando uno por uno los asesinatos y Anselmo toma
medicación para superar sus traumas. En las calles han aparecido unas pintadas
indicando que el discípulo del héroe va a volver. Tadeo, Sancho y Joaquín
tienen la intención de evitar a toda costa que Ricardo llegue al pueblo, pues
recibió la condicional por buena conducta.
En el momento que Ricardo llega
es recibido por estos tres que le propinan una paliza y le advierten que debe
abandonar el pueblo. Les hace caso omiso y se dirige a su casa a vivir en paz.
En esa misma noche, mientras Sancho se dirigía a su casa alguien empezó a
seguirle. Aceleró, pero no lo suficiente como para perder de vista a la extraña
persona que le lanzó un cuchillo mortal en la espalda.
Al día siguiente la noticia
recorrió el pueblo y Tadeo y Joaquín mandaron reunir a Jesús, Tania, Claudia, Emilia,
Diego y Anselmo. Juntos idearon un plan para acabar con Ricardo. De esta manera
Tania llama a Ricardo y se citan en un bar. Tania no cree que él sea el asesino
pero no quiere tener riesgos, así que cuando se encuentran el equipo lo
secuestra y lo llevan a un almacén. Allí lo interrogan y descubren que no
esconde nada, pero antes de soltarlo deciden reunirse para discutirlo, pues
pueden ser denunciados.
Claudia y Joaquín son los
encargados de vigilarlo. Cuando vuelven a la habitación ven que Claudia ha sido
asesinada y Ricardo ha escapado. De esta manera buscan por todo el almacén. Diego
y Emilia descubren a Ricardo escabulléndose de Joaquín. Dan la voz de alarma,
así que todos llegan a al lugar y observan a Ricardo. Tadeo lleno de ira mata a
Ricardo.
Jorge lleva días seguidos sin
salir de su habitación analizando las grabaciones y los recortes de prensa de
los asesinatos. Tras mucho investigar se percata que todos tienen un personaje
en común que siempre aparece en segundo plano. No era conocido por nadie,
excepto por… Así busca una relación entre todo y la personalidad de este tipo.
Cuando tiene la revelación llama a Anselmo para decírselo, pero éste sólo le da
una dirección y cuelga. Jorge sale corriendo de su casa hacia el almacén bajo
una lluvia torrencial.
Mientras todos parecen
satisfechos de haber detenido al enemigo, pero Anselmo recibe una llamada y
queda extrañado. Ante esta preocupación Tadeo pide calma y los tranquiliza que
el espíritu de Luis ha sido purificado, ya que todos los asesinos mataron por
otras causas ajenas al juego de rol primario; el objetivo era matar a los
cuatro dioses. De esta manera Tadeo y Joaquín sacan sus machetes y empiezan a
perseguir a Jesús y Tania. Cuando Tadeo alcanza a Tania e intenta matarla Jesús
derriba a su perseguidor y se abalanza sobre Tadeo. Durante la pelea el dios de
la Maldad pierde su vida ante la mirada de todos. Anselmo ataca a Joaquín y
ésta cae por una ventana al vacío. Tadeo se desembaraza del cuerpo de Jesús y
apuñala a Tania. Tras esto huye, pero es atrapado por Jorge y empiezan a pelear,
con la consecuencia de que Jorge es apuñalado. Instantes después llega la policía
y apunta a los dos, Jorge cae al suelo casi inconsciente y los agentes
acribillan a Tadeo.
Los médicos logran reanimar a Tania
y todos van al centro de salud para apoyar a Tania, pues ha perdido mucha
sangre. Jorge comenta a Anselmo que en todos los lugares de los crímenes
aparecía un chaval con desordenes mentales al que llamaban Joaquín. Parece ser
que Tadeo cuidó de este chaval, pero le inculcó la pureza de Luis (Tadeo era el
profesor al que Rodrigo escuchó las bondades de los asesinatos).
En urgencias todos se retiran
menos Jorge y Diego. Saludan a un médico que entra en la sala donde reposa Tania.
Inmediatamente, se dan cuenta de que no era un médico sino el chico retrasado,
ambos corren y ven cómo Joaquín vuelve a apuñalar a Tania. Éste los empuja y
sale corriendo. Diego le sigue de cerca mientras sube de piso. En el último
escalón se da la vuelta, lo apuñala y lo empuja al hueco de la escalera. Diego
cae, pero se agarra de la escalerilla e intenta volver a subir, a pesar del
inmenso dolor. Jorge alcanza ahora a Joaquín y entran en una sala de consulta. Jorge
recibe numerosos cortes mientras forcejean. Al tener tantas heridas cae al
suelo y Joaquín se abalanza sobre él. Antes de caer Jorge llega a coger una
bombona de oxígeno y la interpone entre el asesino y él. Joaquín, por inercia,
se clava en el estómago la válvula de la bombona. Ante sus ojos llenos de rabia
Diego levanta a Jorge y abre la válvula, los dos se tiran al suelo y el aire
que entra en el cuerpo del loco revienta sus órganos.
Tras un mes los supervivientes
acuden al entierro de las cuatro últimas víctimas inocentes. Tania deja flores
en la tumba de Jesús mientras Jorge comenta que al morir todos los dioses
(porque ella resucitó, es decir, la reanimaron desde una parada
cardiorrespiratoria) ya todo habría pasado para siempre. Los dos se abrazan
mientras Tania dice que aunque la paz haya llegado ya no serían las mismas
personas y la confianza sería una cualidad perdida para siempre.
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