viernes, 24 de septiembre de 2021

Diario de Viaje: Lanzahíta (Agosto de 2020)

 Había que aprovechar la cercanía de la provincia de Ávila para hacer una última visita. Fue por eso que decidimos acercarnos hasta Lanzahíta, un pequeño municipio muy cercano a la sierra de San Vicente. Quisimos llegar a este porque tenía una inmensa cantidad de pinares y decidimos recorrer un camino forestal.

Subimos y subimos hasta que encontramos un sendero que cortaba la carretera y decidimos seguirlo. Más a la sombra, con algunos grados menos y un olor resinoso típico de los pinares. Un ascenso bastante bueno. El tema es que empezamos a ver grandes piedras y un lugar donde habían talado y los troncos estaban todos atravesados en el lugar. Muy difícil se nos hizo el avance y empezamos a dudar sobre cómo seguir. Pero nada complicado, empezamos a descender y llegamos hasta un murete de esos que te hace pensar si sales de un terreno privado o entras a uno. Había como una casona abandonada y nos sirvió como referencia para encontrar otro camino hasta la presa de Lanzahíta. Era pequeña, pero con el paisaje de elevaciones verdes y todo tranquilo hicieron un buen lugar para descansar.

Volvimos por otro camino, donde aparecían ya algunas casas de campo y nos acercamos hasta el cámping de Eliza y de ahí recorrimos un trecho corto hasta llegar al puente románico del lugar, donde atestigua que gente afamada tuvo que atravesarlo en su viaje hacia o desde Madrid (justo no recuerdo los nombres que aparecen, pero son conocidos). Queda al lado de la extraña ermita de la Virgen del Prado y de un parquecito cerca de la carretera principal. Merece la pena detenerse y cruzarlo a pie.

El callejeo nos llevó a una mezcla entre casas de piedra y otras con fachada blanca y balcones grandes de madera junto a la parroquia de San Juan Bautista. Curiosa plaza de España circular, quizás usada como lugar de toreo en el pasado (o puede que incluso ahora). También pasamos por un pequeño barrio con gente mayor que tenía infinidad de macetas y estaba en sus patios delanteros hablando entre ellos y viendo la vida pasar. Un lugar tranquilo, agradable y atractivo.

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