Viaje de fin de semana hacia el sur para la despedida de soltero de mi hermano. Sabía que tenía que parar en el trayecto pero no tenía claro donde y decidí desviarme un poco para llegar a Orgaz porque cuando visitamos la aldea de Arisgotas pasamos y me quedé con las ganas.
Pues dejé el coche bastante a las afueras y me dí un largo paseo hasta el castillo, bastante imponente aunque me pareció de planta pequeña. Pero como lo tienes al mismo nivel, sin terraplén ni foso, parece más cercano y grande. Al lado está la estatua de doña Jimena y esto te retrotrae a los pasajes históricos que nos enseñaron de pequeños.
Caminando un poco, tras haber comprado dentífrico y un par de cosillas, fue la iglesia de Santo Tomás Apóstol, frente a una fachada de la Plaza Mayor porticada que recuerda a la Castilla histórica. La iglesia es imponente, es gigante y denota la relevancia que tuvo el municipio en años antiguos. Callejeé un poco más y no pasé por los arcos, fallo mío. Pero vi la arquitectura del lugar y me gustó.
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