domingo, 19 de febrero de 2023

Diario de Viaje: Valencia/València (Diciembre de 2021)

 Aprovechando el puente de la Constitución llegó el momento de visitar a unos queridos amigos de nuestra aventura ecuatoriana. Y más que hacía muchos años que le tenía ganas a Valencia. Y no me decepcionó.

Lo primero de todo es que se hizo complicado enfilar para allí, tuvimos que hacer un buen rodeo por la cantidad de tráfico y atasco que había saliendo de Madrid. Pero bueno, es lo que tiene un lugar con tanta densidad poblacional. Tras orientarnos bien para entrar en la ciudad y con un poco de suerte pudimos aparcar cerca de nuestros amigos y poder almorzar tranquilamente en la terraza. Un lugar espectacular y bastante tranquilo tienen. Evidentemente, tras reposar algo la comida tocó a dar un buen paseo por la Ciudad de las Artes y las Ciencias, viendo la majestuosidad de los edificios que siempre se ven en la tele con aire futurista a pesar de los líos turbios de Calatrava. Cuando paseas entre ellos o escuchas cómo hay lugares donde cualquier suspiro reverbera te impresiona. Y el cielo se veía más inmenso, más majestuoso a la tarde. En cierto sentido, y salvando muchas diferencias, me hizo recordar mucho a Rosario.

Paseando por el larguísimo parque de lo que fue en su día el cauce del Turia recorrimos un poco la parte que atrae más movimiento, la que está de moda, el barrio de Ruzafa. Allí tomamos algunas tapas y paseamos viendo vetustos edificios que reforzaban las similitudes con Rosario.

A la mañana siguiente, e intentando esquivar la maratón empezamos a recorrer la parte más antigua, llegando a las impresionantes de Serranos y de ahí paseando hasta llegar a la catedral, donde la tradición indica que está el auténtico Santo Grial. Y un buen paseo hasta llegar a la Lonja. Y es que en directo impresiona bastante su factura gótica, es un lugar que transmite mucha historia junto al enorme Mercado Central, como muchos rincones de la ciudad. Me impactó la antigüedad y vigencia del Tribunal de las Aguas y la existencia de una placita redonda con un encanto increíble. De ahí nos movimos hacia las Torres de Quart con una impresión de cómo tuvo que ser la época de asedios y batallas medievales.

Terminamos en la zona del ayuntamiento para reponer fuerzas y ver qué pedir típico del lugar para almorzar. Sí, ya que por fin vuelvo al levante español (cosa que por desgracia hago poco) había que aprovechar. Al día siguiente una visita al paseo marítimo en la playa de la Malvarrosa, larga y llana hasta casi el horizonte y un barrio pesquero muy pintoresco. Y todo con un clima excepcionalmente bueno. ¡Mereció mucho la pena!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...