lunes, 11 de marzo de 2013

Nueve años recordando


Noveno aniversario de la matanza del 11M. Día triste y donde rebalsan sentimientos. Más cuando hace no mucho nos enteramos que habían guardado los restos de un tren todos estos años y se había quedado olvidado. Raro que cuando dan la noticia den la alarma de que a las horas alguien intentó internarse en el lugar. ¿Conspiración? ¿Alguien que se queda sin ideas y mueve una piedra pesada para relacionarla con un seísmo que desea? Quién sabe, lo que sí es cierto es que siempre hubo muchas chapuzas.

La furgoneta Kangoo nunca fue denunciada como robada, ni tampoco forzada y hay declaraciones que dicen que la manejaron ciudadanos europeos del este (aunque sin acento). Más raro es que en las primeras inspecciones no se descubriera nada, ni los perros detectasen explosivos. Tras un lapso de hora y media en comisaría sí aparecen las pruebas conocidas, incluidos componentes del explosivo militar Semtex. ¿Y cómo es que el testigo de comparación que da la policía tenía la misma composición que la encontrada y no sea una muestra patrón de Goma2?

O si no la tan mencionada mochila de Vallecas, con la metralla que no se encontró en ningún cuerpo, sin rastros biológicos o sin cables que eran necesarios para la detonación. Esta pesadísima mochila brotó de la nada, no aparece en los inventarios de lo que se encontró en los trenes y que hubo peleas por ver quién podía y quién no fotografiarla. Y sí, es una comisaría donde ha habido unas cuantas infracciones a la ley.

Otros datos interesantes pueden ser, por ejemplo, los vinculados al Skoda Fabia, que aparece a los tres meses muy cerca de la furgoneta Kangoo. Y es que todos los terroristas no cabían en una sola furgoneta. Robado hace tiempo e involucrado en más delitos, su matrícula no levantó sospechas. Quizás fuese porque en las reiteradas inspecciones nunca se anotó dicha matrícula al no estar presente. Lo loco fue que aunque se descartó como prueba no se hizo lo mismo con el contenido que tenía en su interior.

Otro clásico es el piso de Leganés. Raro que hubiese disparos y ningún casquillo, o que fue la primera acción de los GEO no grabada. Además, el cadáver del pobre Torronteras fue profanado poco después de su entierro, desmembrado y quemado, y nunca fue investigado el profanamiento del cuerpo del héroe. Y es que entraron con material y carretillas, aprovechando lo extraño de que lo enterraron no cumpliéndose las 24 horas legales ni siendo analizado mediante autopsia. A los terroristas tampoco se les realizó autopsia, ni siquiera el que estaba suturado con grapas. O encontrar dos meses después un trozo de oreja que dio la pista del último terrorista.

En el piso de al lado de donde moraban los terroristas vivía un policía nacional experto en escuchas y seguimientos. O que un terrorista logró escapar mientras tiraba la basura gracias a órdenes sobre el protocolo de actuación. O que una tarjeta SIM que usaron para despedirse de sus familiares seguía en pleno funcionamiento dos meses después de la detonación.

¿Marruecos? ¿Bulgaria? ¿PSOE? Creo que son excusas para intentar racionalizar algo que no entendemos. Quizás nos gusta darle tintes peliculeros a algo sencillo y por eso no vemos la evidente respuesta. Seguro que encorbatados tuvieron algo que ver, pero ¿quiénes? Ando seguro de que no son una organización, o colectivo o algo con siglas o con nombre de Estado que sea fácil de culpar e identificar. Gente que por las mañanas están en sus gabinetes jugando con la economía nacional o mundial y por la tarde conspiran para ver cómo beneficiarse. Una locura, pero lo mejor que se puede hacer es recordar. Espero que todas estas dudas, si al final se demuestran falaces, hayan servido al menos para reflexionar e indagar por la paz y la justicia.

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