Sorpresa para todos. Y de las gordas. Al final, el tan cacareado 'sorpasso' lo dio el PP, aumentando más si cabe su mayoría absoluta en el Senado y ganando un vital puñado de diputados en el Congreso. Tanto PSOE, C's y UP bajan bastante, casi en un rotundo fracaso. Si la anterior y reciente legislatura fue la de la incertidumbre, ahora parece que se reeditarán cuatro años más de gobierno de derechas.
Y sin embargo, hay llorones de muy mal perder (parecen kirchneristas, oye) que en vez de entonar el mea culpa, pronto le achacan la derrota de su amado partido a un pucherazo. Ya algunos vieron venir estas pataletas. Cogen el escrutinio provisional (sin los CERA) y entonan matemáticas infantiles para descubrir una conspiración en la que incluso los illuminati podrían estar en el ajo. Reír por no llorar. Sí, las encuestas a veces fallan sobrestimando o subestimando, pero la gente a veces declara cosas que no son ciertas, quizás por vergüenza de que se sepa a qué color vota o por moda, ya que hoy unas opciones están mejor vistas que otras. Pero bueno, es lo genial que tiene el proceso electoral secreto y mediante boletas de papel. Y a quien no le guste (ningún partido ha tenido la intención de suicidarse haciéndolo) que denuncie y reclame todas las actas, actas que seguramente fueron creadas tras el recuento varias veces de los votos ante la atenta mirada de interventores de diferentes partidos políticos.
No es que esté al 100% la reelección de Rajoy, ni mucho menos. Su grupo parlamentario no suma 176 diputados (lo mínimo para alcanzar la mayoría absoluta). En principio es bueno porque va a tener que pactar con otros partidos y será obligado a hacer una política más aperturista. Buscará apoyos, pero la izquierda, aunque lo tiene inconcebiblemente más complicado que la última vez, también puede hacer lo suyo y dar la campanada. No sé, pero intuyo que será necesario una segunda votación para ver si por mayoría simple se termina eligiendo Presidente. ¿Sánchez aun quemado podría abanderar esta opción? Algunas voces incluso apuestan por Errejón, incluso.
Se habla poco, pero la coalición entre Podemos y Unidad Popular, liderada por Garzón, no gustó a muchos de tradición comunista. El partido de Pablo Iglesias fue lo que IU no pudo ser pero al combinarse, no solo sumaron votos, sino que los perdieron. Pero sorprendentemente fue IU la que terminó ganando, puesto que han conseguido más diputados que antes y han colado la deuda de la antigua formación en la espalda de Unidos Podemos. Y es que a Izquierda Unida siempre le ha ido bien fagocitar movimientos interesantes. Y parece que desde dentro también pudo.
Ya se ve que al votante promedio no le importa la corrupción y la chulería. El voto con miedo sigue siendo un instrumento muy utilizado y los populares han hecho gala de él. Tampoco voy a usar ese tufillo poco democrático de que la culpa es de los ancianos (¿no es legítimo que apuesten por sus intereses? ¿Los jóvenes entonces no pueden tampoco apostar por los suyos? Aparte, ambos no son bloques monolíticos, cosa que tendemos a olvidar cada poco). Los cuatro grandes partidos no escucharon al electorado que pedía diálogo y ahora han apostado a lo que suponen el mal menor. Yo no creo que esto sea el mal menor, sino que el un desastre; pero bueno, volveré a hablar en las urnas (voto rogado mediante) cuando toque. Porque sí, esta es la única vía, aunque necesite muchos remiendos y mejoras la actual democracia del Reino.
Algo de enfado sí tengo hacia Podemos. Hicieron una apuesta, nuevas elecciones, y les salió el tiro por la culata. Con prepotencia retorcieron su peso e incluso ofrecieron (en vez de serle ofrecida) ser vicepresidentes y ministros de las carteras más importantes. La tan aclamada humildad solo fue de boquilla. Quizás las propuestas de Gobierno de PSOE y Ciudadanos no les convencían, pero pudieron abstenerse para echar a Rajoy de la Moncloa de una vez por todas (que para mí era el objetivo principal a cumplir). Hecho esto, y con un Parlamento tan dividido, podrían haber hecho una buena oposición y haber condicionado las políticas del Gobierno socialista, pues eso es lo que querían. Ante la dificultad que había para conseguir mayorías en la cámara baja creo que como parlamentarios hubieran podido hacer más y mejor palanca que ostentando carteras ministeriales, presionar por medidas más sociales y matizar las liberales. Pero no, no quisieron, pues eso en el fondo no vende mediáticamente tanto.
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