Deshaciendo el camino para salir de la zona montañosa y dirigirnos hacia otro punto resaltado como las Raíces de Castilla. Se nota que elegimos una carretera no muy concurrida y llegamos a un lugar con bastante sitio para aparcar. Y menos mal, porque era cerca de la hora de comer y había gente por todos lados.
Nos quedamos un rato viendo el paisaje desde la casa del parque y después empezamos a caminar tranquilamente por el parque con zonas de estanques. Había como una casa de piedra o cueva convertida en habitáculo. No sé, pero aprovechamos por ahí para ver varios senderos aunque apenas recorrimos algo entre la gran vegetación para volver al pueblo y encontrar algún sitio para comer. Infructuoso, todo a rebosar y tuvimos que comprar algo en la gasolinera.
La plaza con el monasterio de San Salvador y la iglesia aledaña estaban bastante bien, con muchas evocaciones medievales. Las fachadas eran dignas de admirar al lado de la escalinata. Un lugar hermoso. Al lado estaba la plaza del ayuntamiento rebosante de gente. Algo callejeamos para ver las zonas más turísticas con casas de vigas de madera típicas de esta zona. Una caminata hasta un parque que salvaba un desnivel entre el pueblo y la carretera para ver si convenía comer ahí pero al final cruzamos el río Oca y en el parque de la ribera nos pusimos las botas para recuperar toda la batería posible.
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