El calor del verano se mitiga con agua. Y mejor si es agua de río. Mira que muy pocas veces lo hice, sobre todo en Andalucía con ríos de bajo caudal y bien turbios. Lo bueno de esta zona es que el río Alberche, con sus idas y venidas, logra generar lugares espectaculares de aguas cristalinas y muy frescas. Eso sí, hay que estar atento a los avisos porque a veces baja con una población bacterial que puede traer problemas.
Evidentemente, del pueblo en sí, no puedo hablar mucho, ya que lo recorrimos en coche. Una plaza, la consabida y gigante bandera española y casitas bajas. Pronto llegamos a un largo camino de tierra que termina en bajada, dejándote con la opción de hacer un poco de senderismo o de acercarte al río. Si bien había gente no está tan saturado como en las inmediaciones de Escalona.
Agua fresca, con árboles y vegetación partiendo el río en varios brazos que pueden ser recorridos sin problema y con la posibilidad de llevar a tu mascota. Mira que Midna no es de agua pero como fuimos con dos conocidos con perros al final se lanzaba y nadaba, aunque con bastante estrés y terminaba corriendo de aquí para allá y cavando todo lo que se encontraba. La comida enlatada y una buena charla entre chapuzón y chapuzón. Unos buenos momentos.
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