Se iniciaron las vacaciones navideñas volviendo al pueblo para pasar Nochebuena con mis padres y amigos y tras unos días pasamos un día en Sevilla, donde pude visitar el monumento a Blas Infante en el lugar en el que fue vilmente asesinado. Mi intención era seguidamente ir a ver a mis tíos en Huelva pero los hados del destino me depararon el fallecimiento de mi tío esa misma noche. Muy duro, pues hacía algunos años que no los veía y ellos me demostraron alegría por el reencuentro. Fue un momento de pesar y de acompañar a mis primos y tía en este momento.
Después, reconvenido varias veces por mi tía para que no nos quedásemos al funeral partimos hacia la cercana Cartaya, donde paramos en un centro comercial a las afueras para comprar algo para almorzar y compensar el cambio de hora al pasar a Portugal.
Ay, tito Pepe, qué buenos momentos (de los pocos que hubo) guardo de ti y de tus reflexiones y vivencias.
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