domingo, 23 de octubre de 2011

24 Día 3: Sevilla

[Creado en 2009-2010]

Los hechos de la partida de rol tienen lugar en Sevilla, el 12 de octubre de 2009, a las 0:00. El misil nuclear de 2006 no llegó a su destino e impactó en el mar, evitando la aniquilación de Europa. Sin embargo, el grupo tuvo que dejar el puesto que tenían debido a las presiones del nuevo líder de los GEO, que quería juzgarlos por torturas. Todos los terroristas fueron detenidos y ETA prácticamente desarticulada. Pero no todo empezó a ir bien, puesto que la crisis financiera azotó a España con gran virulencia, tanto que muchas empresas rusas quieren comprar industria española para enriquecerse. Es lo que no quiere el Presidente, por lo que reúne en la capital andaluza a muchos empresarios para convencerlos de que no vendan. Además, el país está lleno de manifestaciones republicanas, debido a la ascención de un nuevo Rey, ya que el anterior fue muerto en extrañas circunstancias.

El grupo se dirige en avión a Sevilla para proteger la reunión. Pero no lo consiguen, ya que alguien lanza un misil al avión y lo derriba, teniendo que aterrizar sobre el Guadalquivir. Allí se encuentran con Sebastián Pineda, el guardaespaldas del Presidente, que les da armas y les indica que el misil salió de una plaza cercana. En el lugar indicado descubren que el lanzamisiles es ruso y que alguien se ha llevado una segunda carga. Tras una persecución descubren que es José Heredia, miembro de un clan gitano liderado por Ricardo Cortés. Cortés descubrió que se había producido un lanzamiento y que podía conseguir material para venderlo en en mercado negro, por lo que envió a su lacayo, que asustó al lanzador y se dio a la fuga. Cortés, a cambio de quedarse con el misil (desarmado por Maylo), les entrega una fotografía donde aparecen tres personas, dos hombres y una mujer. No sabe si tienen que ver con el misil pero han aparecido en los bajos fondos sevillanos en pocas semanas y se traen algo raro. Pineda los llama para reunirse con el Presidente para descubrir a los sospechosos, quedando claramente identificado Ángel Madrid, un traficante muy conocido. Para localizarlo han de llamar a Trashorras a la cárcel y extorsionarlo. Confiesa que para llegar hasta él tendrán que eliminar a su rival Javier Jaumandreu. Una vez hecho pueden encontrarse con Madrid, que admite que es él quien aparece en la foto. Está junto a los hermanos Laguna: José y María, hijos del malvado guardia civil. Les da la dirección de José, por lo que van al lugar y lo obligan a hablar. Él usó el lanzamisiles contra ellos, pero no era ese el plan, ya que primero tenía que pasar algo y después derribar los aviones. Alguien mata a José Laguna y se quedan sin más información. Juan Camps, Vincent y Maylo persiguen al tirador, que entra en una iglesia abandonada y hace explotar el altar, aunque una búsqueda minuciosa determina dónde se esconde. El tirador, Tomás García, para salvar su vida, indica dónde está María Laguna. Esta está en un edificio con sus esbirros, por lo que tras varias emboscadas y tiroteos llegan a donde está, aunque escapa, pero no muy lejos. Llegan a un edificio que tiene un detector que según dice la terrorista aniquila los inhibidores de frecuencias. Camps lo destroza, pero en realidad es el propio inhibidor, explotando una bomba de un edificio cercano. María es abatida por Vincent.

La explosión ha acabado con la vida del Presidente. El lugar estaba siendo vigilado por un hombre de Laguna, que es localizado e interrogado. Descubre que la fuente interna es el propio Sebastián Pineda, por lo que se ve acorralado por el grupo. Pineda indica que todo ha sido orquestado por un magnate ruso que quiere controlar energéticamente España y que las órdenes las está dando Vittorio Novara, un terrorista italiano. Para llegar a este hay que localizar a su informático Mustafá Mohand. Tras el magnicidio queda a cargo de la presidencia De la Vega, que promete plena colaboración, aunque el líder GEO Velázquez intentará dificultar la operación. Haciéndose pasar por colaboradores de Novara consiguen información de Mohand y llegan a un lugar donde se esconde y tras un tiroteo descubren que huyó en helicóptero. La vicepresidenta Valeria Kohagen inicia investigaciones sobre qué magnate ruso puede estar detrás de todo esto. El grupo rastrea el edificio y encuentran documentos sobre los planes del italiano: los conocidos más un intento de desmoralizar a la ciudadanía mediante el uso de ántrax en un colegio. Esta arma biológica actuará ante una multitud en el acto del izado de la bandera. Parece que hay cinco viales. En una de las incursiones se encuentran con Tania González, infiltrada de los GEO que colabora con ellos tras algunas desconfianzas. Les dice que en realidad Novara no controla el grupo terrorista, sino su compañero sentimental Yevgeni Lazarev, que tiene graves problemas mentales. Tras desactivar los cinco viales persiguen a unos terroristas que se dieron a la fuga. Tras matarlos se hacen pasar por ellos y se reúnen en un piso franco con más terroristas que acuden a un centro de reunión. Allí Tania los convence para que abandonen la ciudad, cosa que acceden y tras recoger información localizan un codificador de llamadas, obteniendo el paradero de Novara, una fábrica en un complejo industrial. Logran entrar en él y conseguir tras una trifulca la llave hasta la sala del italiano, que ha descubierto todo e intenta estrellar un vial de ántrax que tiene reservado. No lo consigue. En ese momento llama Lazarev, que al enterarse de todo dirá que lo tenía planeado.

Los GEO detienen a los terroristas y son informados sobre que el presidente ruso Medvédev está colaborando activamente con España. Lazarev llama al grupo y les dice que el número de viales era ínfimo pero consiguió distraer a todo el mundo para robar residuos nucleares de El Cabril para fabricar bombas sucias. Van al cuartel GEO a interrogar a Novara, pero son retenidos por Velázque y liberados finalmente por Tania. Tras varias interrupciones consiguen descifrar códigos de su antiguo enemigo Stallman para identificar que el material nuclear llegará a Sevilla por el oeste en tres furgones. Una llamada a De la Vega logra entorpecer y dejar a Velázquez en un puesto de poco poder. Desafortunadamente, no encuentran residuos nucleares en ninguno de los furgones, excepto secuencias de un código donde Lazarev les dice que todo entró por el río y que la separación del material se está dando en un laboratorio de dirección conocida. Amanece en la ciudad. Está en un edificio con civiles, por lo que activan la alarma de incendios para acudir sin problemas al sótano, descubriendo que hay material nuclear pero falta una cantidad original para hacer cuatro o cinco bombas, montadas en otro laboratorio desconocido. Pero lo que sí averiguan gracias al juego de Lazarev es que la primera explotará en la estación AVE. No está allí sino en uno de los trenes. La idea era detonarla a la llegada a Córdoba, pero logran reducir al terrorista Mijail Borodin. El maquinista, Miguel Pérez, se niega a parar y a punto están de estrellarse con otro tren, pero Camps lo obliga a frenar y dar marcha atrás, reduciendo los daños. Pérez no quiso frenar porque unos terroristas tienen en su poder a su esposa, Teres Ginés. El grupo va a rescatarla y el maquinista casi lo impide por miedo y nerviosismo. Esta, tras agradecerles su liberación, les indica que los terroristas hablaron de una localización. El grupo logra entrar en este lugar e impedir que los terroristas avancen (colocan una bomba en la puerta de la sala donde están). En otra sala encuentran a Lazarev, que se escuda tras un vidrio especial. Les confiesa que era parte del plan encontrar con vida a Teresa Ginés y que la próxima bomba estallará en el Parlamento andaluz. Tienen que secuestrar al presidente Zarrías para que sus fanáticos seguidores no detonen la bomba por fallar en su objetivo. El grupo entra en mitad de un pleno y se llevan al Presidente que es convencido que es por una buena causa pero los GEO rodean el Parlamento y deciden abatirlos. No lo consiguen, puesto que Tania lanza un camión contra la pared y pueden escapar por las calles de Sevilla y entran en un túnel del metro. En ese lugar Cotino se pone en contacto con ellos para decir que Tania trabaja para él. También tienen una conversación con el Rey para que quede garantizada la amnistía.

El grupo se despide de Tania, que tiene que guardar su coartada y se van con Ahmed Saib, otro contratado por Cotino. Este les dice que tienen que entrar en un hotel donde paran multitud de rusos para ver si hay alguien con historial relacionado con Lazarev. Entran como dos grupos por la puerta y la azotea pero rápidamente son descubiertos y la policía intentará detenerlos, pero con la identificación salen indemnes. Del cotejo de los documentos robados localizan a Sergey Suslov. Lo siguen de cerca para ver dónde tiene la bomba, ya que Saib no se atreve a capturarlo por desconocer el tipo de entrenamiento que tiene. El ruso va en un coche con una mochila extraña y tras varias vueltas llega a un supermercado. Parece que allí va a detonar la bomba, pero no puede hacerlo y en la huida mata a Vincent. El ruso ha desaparecido, pero Cotino consigue información del CNI y de Velázquez para poder seguir al ruso con satélites. En el camino son asaltados por dos furgones enviados por alguien que quiere ayudar a Lazarev sin que lo sepa. Confiesan que son una célula republicana que quiere dinero para lograr sus objetivos. El grupo, una vez a salvo, sigue a Suslov hasta un edificio muy custodiado pero tras muchas pruebas no lo encuentran y Saib les dispara dardos con veneno y los encierran en una habitación. La voz de Cotino aparece y clama venganza por haber sido siempre minusvalorado. Están al borde de la muerte con el eco de la traición de Cotino, pero este llama de un lugar oculto e indica a Maylo dónde están los medicamentos para salvarlos. Tuvo que hacerlo para que Lazarev creyese que abraza su causa. Pide perdón por los juegos de las últimas horas. Saib los saca del lugar y localizan a Valeri Mostovoi, miembro del servicio secreto ruso infiltrado en la banda, que se une a ellos. Previamente borran todo material de que hayan estado allí y se dirigen hacia un centro comercial, que es donde atacará Suslov. La noticia de que el magnate ruso Alekperov está detrás de todo lo acaecido inunda la televisión y la radio. Logran detener a Suslov y desactivar el explosivo, pero el material nuclear, a riesgo de su vida, lo puso en el sistema de ventilación. Logran disminuir la alerta y no se afectan a muchas personas. Consiguen también saber dónde está Lazarev, en un teatro abandonado. Llegan a él y tras varios tiroteos ven que un helicóptero va a despegar. Mostovoi lo destruye, pero esto fue una cortina de humo de un enfadadísimo Lazarev para escapar.

Según las órdenes de la Presidenta el Ejército está entrando en Sevilla para controlar la situación. Fuera del teatro hay una brecha del cordón policial por la que huyó Lazarev. Cotino conoce los lugares donde irán las otras dos bombas por lo que avisó al ejército. Les conmina a ir al segundo laboratorio para verificar que solo hay cuatro bombas. Tras una rápida incursión descubren que solo se montaron cuatro pero estaban reuniendo material para una quinta, por lo que detienen el avance. Una refriega compromete el aislamiento y se cierra todo para que no escape la radiación al exterior. Velázquez se comunica y espera bombardear el lugar. Además, se une un saboteador, por lo que el grupo tiene que sellar todo y descubrir quién compromete la seguridad del lugar. Logran salir y hablar con la policía de lo que ocurrió en el interior pero llegan unos coches y empiezan a disparar. Tras salir con vida por los pelos logran descubrir a un superviviente. Es de Reino Unido y contrató a los republicanos. Tiene la orden de que fracase el grupo. Cotino quiere información pero es sorprendido por alguien que abre fuego sobre él. No se sabe qué pasó con él. Tania entonces guía al grupo a un complejo de depuración de aguas, perseguidos por más británicos. El grupo entonces tiene que anular cinco bombas que estaban en otros tantos lugares de tuberías que llevan el agua a la ciudad. Finalmente, y tras abatir a más enemigos a las órdenes del espía británico Martin Hughes, logran dar caza a Olga Bondarenko, que detona la bomba y revienta una gran piscina, inundando toda la zona. Tania guía hacia la estación de autobuses al grupo para detener a Svetlana Márkov. La estación está fuertemente rodeada de militares y parece que es imposible. Saib se reencuentra con Tania allí y se presentan ante Eugenio Ríos, el mayor alto mando en Sevilla. Una revisión no encontrará nada, aunque saltan las alarmas. Hay una chica detenida que confiesa que esa bomba no era suya. Fue llevada a la estación por un taxista muy parecido a Lazarev. La bomba ha desaparecido, llevada por una militar que nadie sabe identificar. Dan con ella pero mata a Saib. Svetlana se rinde y el grupo impide a Tania que la mate en venganza de la muerte de su novio. La terrorista quiere colaborar y da una dirección. El lugar es una trampa, puesto que estalla una bomba. El grupo además descubre que Lazarev atacó el furgón que transportaba a la terrorista y tiene de vuelta la bomba sucia.

El clima sevillano está desmejorando por minutos. El grupo contacta con Eugenio Ríos para que con los satélites logren identificar dónde han huido los terroristas. Logran su posición y se incia una persecución en la que Maylo esquiva un coche que explotó por una granada, tras esto logran ver cómo Márkov entra a un cine y Lazarev a un aparcamiento cercano. No la encuentran en las salas, por lo que sospechan que está en el cuarto de reproducción, abatiéndola antes de que armase la bomba. Otro grupo sube por la pared del aparcamiento para llegar hasta Lazarev y cuando este sospecha que algo no está bien intenta huir pero el grupo le corta toda escapatoria por lo que se dirige hacia la pared y cae al vacío, muriendo en el choque. La muerte pronto se confirma y Ríos advierte que antes de morir hizo una llamada a alguien en un parque. Hablaron sobre el plan Revelación. Tania recibe una llamada de Valencia que advierte que Cotino está fuera de peligro. Lazarev envió a alguien para ejecutarlo por su doble traición. El grupo llega al parque y descubre un anciano sospechoso al que logran sacarle información. Es el nexo con el plan paralelo de Lazarev, que destruiría toda España. La base está cercana y descubren informáticos enviando virus a servidores y prestando información a diversos lugares de Sevilla. Logran frenar el borrado de discos y sacar pruebas pero un grupo británico intenta acabar con ellos. No lo logran y conocen finalmente la localización de Hughes. El militar Alonso se les une en su ayuda. Hughes está en un rico restaurante y los deja entrar sin armas, comentándoles que quiere que Lazarev consiga sus objetivos para que Reino Unido dé armas y logística al país, beneficiándse de ello. El virus informático se revela en la emisión de televisión: sale una antigua imagen de Lazarev advirtiendo que está ya muerto pero quiere que el mundo sepa que su objetivo era utilizar NOVICHOK-7, el mayor arma química de la historia. Se ve cómo la emplea en el Congreso, matando a multitud de diputados. Hughes aún no sabe por qué esta nueva amenaza, pero se congratula de matar al grupo y prestar ayuda a la nueva presidenta Kohagen. Además, tiene datos que no todo el dinero que recibía Lazarev venía de Rusia, sino de alguien más en Libia. El grupo logra escapar con vida gracias a improvisación y un tiroteo en la parte superior organizado por Alonso. Cotino logra recuperarse e idea un plan para entrar en el consulado británico para atrapar a Hughes. Este, derrotado, les da un CD cifrado con la pista del dinero y dice que el encargado de filtrarlo era Takeshi Kaneda. En ese momento sale en alocución Valeria Kohagen, que acudió a Sevilla para animar a la población pero el grupo descubre que en realidad es Julia López.

El grupo tiene que huir del consulado y convencer después al Estado Mayor la cesión de códigos para descifrar el CD. Parece que Julia vivió en Libia y contactó con Takeshi para fichar a Lazarev a su causa, poniendo como cortina de humo a los magnates rusos. Llegan a la casa del japonés, pero solo está el mayordomo que tras varios percances les dice que allí vive Hiroshi Kaneda, el hermano menor. Le siguen la pista hasta un club de stiptease, le convencen de que su hermano está en peligro y los guía hasta donde se encuentra. Takeshi desconfía pero el grupo amenaza la vida de su hermano, por lo que colabora dando datos y prometiendo delatar al lugarteniente de quien lo tenía contratado. Anochece en Sevilla. Cotino habla con el grupo para decirles que va a llevar a Sevilla a Joaquín Sánchez, el antiguo marido de Julia López. Está loco pero cree que pueden sacarle algo de información. Tras una pequeña persecución de japoneses reciben la llamada de Andrés Rodoreda, el lugarteniente de Julia, que les sugiere que abandonen esa línea de investigación. No le hacen caso y acuden a donde está Sánchez. Tania se hace pasar por Julia y tienen la dirección de un centro de operaciones. Se pone en contacto Alfonso Santamaría, reemplazante de Velázquez y que les dice que la Presidenta los quiere en el cuartel pero sospecha que no es para una buena intención. Los militares, con órdenes de arriba, los detienen. Alonso pide que los lleven a la presencia de Ríos y en el traslado logran escapar junto a Kaneda, pero son interceptados por un grupo de Rodoreda y matan al japonés. Ríos también se contacta con el grupo y promete entorpecer la acción de detenerlos. Huyen de los militares y acuden a la dirección que dio Sánchez, que no es otra cosa que un banco. Tras varios intentos acceden a una caja fuerte y apuntan la dirección. Para salir inician un tiroteo contra la policía. En mitad del camino descubren que alguien los sigue. Tras atraparlo confiesa que está contratado con un grupo interesado en lo que pasará dentro de pocas horas aunque no sabe quiénes son. Les da datos a cambio de la libertad. Cotino aconseja desenmascarar a Julia y dejar para después lo del nuevo grupo. Cuando llegan al lugar no hay nada y son apresados por Andrés Rodoreda.

Fueron rastreados por el móvil y los tortura para conocer los datos que han recopilado. Todos hablan en pocos minutos. Cuando todo parece perdido entran los GEO a las órdenes de Alfonso porque Cotino lo llamó preocupado porque no se movían las señales de sus móviles. En el tiroteo Andrés logra escapar por las alcantarillas. Con esa pista perdida vuelven a los datos del perseguidor, datos que los llevan a una sede de seguimiento vinculada al Partido Carlista, que tiene la intención de que el pretendiente Carlos VIII ocupe el trono tras los desbarajustes que va a sufrir el país ese día. Con estos datos llegan a la sede central del partido y logran encontrar una declaración en la que quiere imponer el socialismo en el país, creando confederaciones de terratenientes y aliándose con la extrema izquierda mundial. Además, encuentran en la declaración que hombres suyos se introdujeron en la Zarzuela y envenenaron al anterior Rey. Son descubiertos por Ignacio Zubizarreta, líder del partido en Sevilla. Antes de que dé la alarma es reducido y obligado a colaborar. Mientras se inicia una fuerte tormenta en el exterior logran que colabore Zubizarreta y activa una comunicación vía satélite con un enfermo Carlos VIII que cree que hará bien a España y que Julia es su instrumento. El plan era hacer muchos atentados para que todo el ejército fuese a Sevilla y en ese momento liberar el arma química para dejar al país indefenso. Durante la charla se escuchan tiroteos: son los esbirros de Julia que vienen a erradicar pruebas y quiere eliminar al grupo carlista. El grupo confunde a ambos bandos y logra salir con vida, localizano a Andrés Rodoreda y persiguiéndolo hasta dale alcance. Confiesa que Julia se dejó seducir por los carlistas pero era para que el país encontrase un culpable del lanzamiento de armas químicas. Ella sería Presidenta vitalicia al proclamar el Estado de Sitio e impedir constitucionalmente el cambio de Gobierno mientras este durara, ya que el Congreso, tan mermado, no podría negarse ni reaccionar en contra. Matan a Andrés y deciden llamar a Cotino que les dice que Kohagen está en el cuartel GEO y que la única manera de entrar es Alfonso Santamaría, actualmente detenido. En mitad del camino los rodean los militares. Entran en un edificio y logran escapar distrayendo a los perseguidores del verdadero punto de escape. Roban un tanque y escapan, aunque un avión los persigue y derriba. Tras huir por las alcantarillas logran llegar donde está detenido Alfonso. No pueden liberarlo pero tras largas reflexiones se ponen de acuerdo en que es necesario completar la misión. Los GEO tienen un escáner ocular por lo que el grupo se ve obligado a arrancarle un ojo a Alfonso. Con violencia llegan al cuartel y se incia tiroteos y explosiones para poder subir por el ascensor. Llegan a la planta última y persiguen por la azotea a Julia, que no logra salirse con la suya. Antes de ser ejecutada sugiere al grupo que es mejor salvar Sevilla, ya que faltan pocos minutos para que avionetas liberen el arma química. Resignado, el grupo decide salvar Sevilla y aborta la operación, aunque el arma ya ha sido liberada en numerosos barrios sevillanos. Desconocen si Julia murió desangrada o le afectó su propia arma química.

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