lunes, 10 de octubre de 2011

De nuevo 15 de noviembre

Otra vez el calendario y la rotación de la Tierra alrededor del Sol hacen una conjunción que da caracter oficial a mi crecimiento. De nuevo 15 de noviembre. Como viene siendo habitual y en favor de la tradición hablaré de temas internacionales. En la primera ocasión hice referencia a la crisis y al conflicto del Sáhara Occidental (que se repite cada año, como en el caso de Aminatu Haidar o en el más reciente ataque marroquí a un campamento y la expulsión de periodistas). Hace un año esbocé algo sobre Guinea Ecuatorial.

Tranquilos, esta vez no hablaré de Cuba a pesar de sus tropelías con las Damas de Blanco y a los que opinan diferente (incluso los que quieren reformar las estructuras desde dentro), sino de Bielorrusia, el único país europeo que aún tiene una dictadura. No todos lo consideran como tal, pero desde su independencia en 1991 su Presidente ha ido acumulando más y más poder, junto con la posibilidad de perpetuarse en el cargo. Muy amigo de Rusia y con negocios algo sospechosos dirige con mano de hierro en un anhelo de revivir los peores años del régimen de la URSS. No por ser comunista voy a criticarlo. Que cada uno implemente su política si el pueblo desea que se dirija por tal o cual derrotero. Otra cosa es que esa política sea aplicable al marco internacional actual o no, pero ésa es otra discusión.

Un amigo de mi padre comenta que no son ideas políticas ni nada que huela a juego democrático. Forma parte de una asociación que trae chicos bielorrusos los veranos para que estén con una familia y puedan disfrutar de un mejor nivel de vida y de las bondades de nuestro clima. Hasta ahí todo encomiable. Lo malo es que las políticas aislacionistas de los últimos años han llegado a una paranoia enfermiza. El Ministerio prohíbe que los niños salgan más de tres veranos para que quizás no vayan cogiendo cariño a los padres de acogida estivales. Y la repanocha es que más allá de 15 años se les prohíbe tajantemente disfrutar de los viajes, puesto que supondrán que a esa edad uno se da cuenta de que en ciertos lugares se vive mejor que en otros y puede empezar a aprender qué es democracia.

Año a año haciendo una pequeña referencia sobre lagunas oscuras del planeta. Intento así no entrar en la corriente principal de olvido y connivencia y doy al mundo la oportunidad de que se informe, tanto para confirmar lo que digo como para desmentir lo que escribo. Todo sea por eso llamado materialismo dialéctico. Saludos, amigos e improbables seguidores.

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Publicado originalmente el  25-11-2010

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