Es un buen momento como otro para discutir un tema que surgió en 2007. Recordemos, estaba en migraciones haciendo miles de papeleos para conseguir los papeles de permanencia y como es normal llegaban personas de distintos puntos del globo. Entró una señora ya mayor de procedencia china acompañada por un agente de policía. Como la buena mujer no sabía hablar español el policía se ocupaba de anotar y dar fe a los empleados de migraciones. No recuerdo por qué pero el agente reparó en que era español, por lo que empezó a imitar el acento castizo y a hacer unas chanzas. Como es lo típico de Argentina no le di más vuelta de hoja, ni con los chistes referentes a gallegos (que en España serían chistes de leperos, pero resulta que hubo una época migratoria que los que procedían de la península eran de Galicia y de pocas entendederas). Finalmente, empezó a hablar sobre el expolio que hizo España en tierras argentinas durante siglos y la opresión recibida. Evidentemente, salté y le hice ver que aunque era cierto yo no podía ser culpable de las cosas que se hicieron hace siglos y menos cuando mi buen amigo policía tenía un apellido de procedencia hispana.
Pero a lo que viene la noticia es que tras varios minutos de papeleo y de aguas vueltas a su cauce me dio por seguir discutiendo el tema con el agente, ya que me había interesado su opinión sobre los temas y como buen observador quería ver qué opinión se forjaban los habitantes argentinos sobre los españoles. Así que seguimos dialogando y gracias a ello me enteré que había sido un combatiente de la Guerra de las Malvinas, acaecida en 1982. Incluso me recomendó que viera Iluminados por el Fuego, una película que según él reflejaba bastante bien lo vivido por los soldados. He de decir que es una película que merece ser vista, aunque peque de cierta lentitud. Lo que más me sorprendió es que me echó en cara el por qué España no había prestado su ayuda a Argentina para intentar que Reino Unido se fuese de las Islas Malvinas. Me contuve en responder porque hubiese sido ya algo más profundo y quizás no del gusto de mi interlocutor. Pero ya que estoy, voy a responder con tres puntos la imposibilidad de España en la entrada al conflicto.
El primer punto es que haber apoyado a Argentina hubiese representado apoyar a la dictadura existente. El régimen presidido por aquel entonces por Galtieri había propuesto la recuperación de las Malvinas como una cortina de humo para erradicar el descontento del pueblo y unirlos así en un fervor patriota, olvidando que estaban siendo reprimidos y desaparecidos cientos de sus compatriotas. También parece ser que el plan de invasión había sido gestado en una reunión informal, donde quizás las opiniones intransigentes del grupo aderezadas por la pasión por el alcohol del Presidente habían desencadenado el ataque a Malvinas como algo que podía hacerse sin que nadie se quejase, ni siquiera Reino Unido. Tras la guerra desastrosa la junta militar quedó tan debilitada y desacreditada que el proceso democratizador cayó sobre su propio peso. ¿Qué hubiese pasado si apoyando a Argentina ésta hubiese ganado la guerra? ¿Seguirían los dictadores? Espero que no.
El segundo punto, la soberanía de las Islas Malvinas (Falkland en inglés) siempre ha sido un asunto muy discutido. Inicialmente habían sido de España, pero tras la independencia del Virreinato del Río de la Plata pasó a manos argentinas, aunque su colonización fuese más tardía. Hay que tener en cuenta que España no protestó por la presencia argentina en las islas, lo que da a entender que las había dado por perdidas. Pero en 1833 Reino Unido las conquistó, ya sea por la fuerza o influyendo con sus asentamientos a la exigua población isleña. Esto hace que, éticamente o no, las islas en 1982 fuesen británicas y reclamadas con razón por Argentina. Pero lo que se hace claro es que en vez de usar diálogos y presiones internacionales intentaron reconquistar lo suyo por la fuerza, violando la actual soberanía británica, por lo que los españoles hubiesen ayudado a la potencia invasora. No creo que España declare la guerra a Reino Unido por Gibraltar y Marruecos se la haga a España por Ceuta y Melilla, sino que harán juegos más o menos limpios y buscarán una opinión internacional favorable, acompañada por la buena disposición de los habitantes de la zona en discusión.
Tercer punto favorable a la no intervención. España había atravesado una terrible dictadura y el proceso democrático había estado a punto de caer por el golpe de Estado de 1981. El régimen de Franco declinaba por la Transición política iniciada en 1977 que conllevaría la consolidación de la Monarquía Parlamentaria actual. Si España hubiese apoyado a Argentina los militares hubiesen resultado muy potenciados, contrariando la tendencia que se estaba llevando. Además, el Gobierno presidido por Calvo Sotelo estaba en las últimas y el PSOE se configuraba como la alternativa para consolidar la democracia a partir de la Constitución de 1978 y finiquitar la Transición. La entrada en la OTAN debido a los planes de UCD y el posible ingreso en la UE eran de suma importancia en la época, por lo que la actitud de congraciarse con las potencias europeas democráticas era vital, así como granjearse la amistad de otras potencias no europeas (léase EEUU). Así que la actitud de buenismo evitaba apoyar a una dictadura existente que podía dar malos entendidos con los países a los que España se estaba acercando.
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Publicado originalmente el 31-08-2010
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