lunes, 10 de octubre de 2011

El secuestro de al-Qaeda

Tras nueve meses de penurias e incertidumbres han sido liberados los dos hombres que tenía al-Qaeda en su poder. Previamente habían liberado a una mujer integrante del grupo pero no fue un atisbo de liberación de los otros del cooperantes. Afortunadamente están bien y con vida, aunque quizás tengan algunas secuelas psicológicas que espero que el tiempo vaya borrando. Era un grupo de voluntarios catalanes que estaban en África para entregar alimentos y ayuda a los más necesitados, olvidados por los respectivos gobiernos. Algunos comentan que esto de voluntariado es más una fachada de bondad, que hacen poco con la entrega de alimentos y útiles y es más un resarcimiento moral que un verdadero intento de ayuda. La verdad es que por poco que hagan hacen más que sus gobiernos o los organismos internacionales que deberían estar al pie del cañón. Es de principal importancia la ayuda inmediata, por ínfima que sea. Pero claro, después tiene que venir el trabajo de verdad, dar conocimientos y tácticas a los integrantes de la zona para que ellos poco a poco vayan cobrando independencia y empiecen a labrarse su propio destino. No ha de confundirse entonces la ayuda inmediata con el trabajo de consolidación posterior. No son aspectos incompatibles pero no deben fusionarse en un afán paternalista o en una idea idílica de que los occidentales somos los únicos que podemos hacer las cosas y que los africanos sólo están para que los ayudemos. Con un espaldarazo y dándoles conocimientos y herramientas pueden empezar a progresar por sí mismos. Los humanos lo han hecho a lo largo de su historia, por lo que lo de padres protectores llega a carecer de sentido a partir de un punto.

Así que las ayudas iniciales y los primeros pasos de independencia han de tener tiempo y paciencia de todas las partes. Sin embargo, algunos no lo ven así, ven a gente blanca con banderitas de la Unión Europea o la ONU y lo traducen por dinero fácil. Así que en vez de poner el hombro para avanzar junto a sus compatriotas quedan fanatizados por las enseñanzas de locos y manipuladores que los hacen querer dominar a sus congéneres y aplicar el miedo a todo el mundo. En esto se ha consolidado la facción de al-Qaeda para el Magreb Islámico, una célula terrorista que planea arrasar con todo e imponer su retrógrada versión de las enseñanzas del Profeta, tratando de herejías las versiones más aperturistas. Además, el odio al occidental es de obligado cumplimiento, tanto por ser cristiano, como por ser ateo o predicar el capitalismo. Sólo se necesita un enemigo lejano para hacer olvidar el pueblo las faltas de sus propios dirigentes. África debe luchar en contra de esta nueva ola de terrorismo que planea sumirla en una segunda colonización.

Pero lo realmente patético del tema es la actitud del Gobierno de España. Como pasó en situaciones similares como los barcos Playa de Bakio y Alakrana han pagado religiosamente un rescate y confiando en la buena voluntad de piratas y terroristas se espera una liberación inminente. Hay que tener en cuenta que negociar con terroristas es un arma de doble filo, algo muy peligroso. Acceder a sus exigencias hace que vean que sus mecanismos son apropiados y se decidan a repetirlos para pedir cada vez más y más. Con el primer barco secuestrado de pagaron 700000 €, con el Alakrana (tras sus patéticas reivindicaciones de independencia vasca en aguas internacionales o invadiendo las aguas de la convulsa Somalia) esperaron que el Reino depositase en cuentas de los piratas 2 millones de euros. Ahora se habla de una cantidad de alrededor de 8 millones de euros por los cooperantes españoles (que cuentan que al ser recibidos en Cataluña ondearon senyeras y banderas de la ONU, pero no del país que les pagó el rescate con los impuestos de murcianos y canarios). Lo peor de todo es el mutismo del Gobierno y su Presidente. No dicen cómo los liberaron realmente (¿pagaron o no pagaron? ¿Hubo intermediarios? ¿Actuaron los GEO o los GAR por parte de un buen espionaje del CNI? ¿Liberaron a compinches de los secuestradores?). Parece que callando los procesos o la rendición que hemos hecho la gente se va a sentir mejor. Está bien que los españoles rescatados salgan con vida y que sus familias recuperen a sus seres queridos, pero siendo fríos y estrictos el proceso democrático y la victoria sobre el terrorismo están por encima de las vidas individuales. Claudicar la democracia ante cualquier acción delictiva es ningunear el Estado de Derecho que nos ha costado tanto construir (y más con las políticas antiterroristas de prohibirse negociar, tal y como pasó con el pobre Blanco Garrido, un mártir de la democracia y la paz). El Gobierno no debe negociar así, porque no podemos perder crédito con esa gente, ya que si ganan volverán a hacerlo y cada vez peor y con más peticiones. No debe tampoco olvidar a sus ciudadanos, debe ofrecer protección a los voluntarios para no caer en ciertas trampas y si es irremediable el secuestro barajar algún rescate por parte de nuestras Fuerzas de Seguridad, o incluso del Ejército, que no están tan mal preparados como dicen los medios de comunicación. Pueden negociar y hacerles ver que retener a personas inocentes no les llevará a nada bueno. Algo, pero pagar como idiotas no va a funcionar para disuadirlos, eso los alentará. Y con una vergüenza o estupidez inhumanas no puedes callarte en declaraciones oficiales sobre cómo has conseguido liberarlos. Si te has rendido o si has intentado algo heroico debe ser anunciado a los compatriotas. Negar lo evidente es un indicio de necesitar severo tratamiento psicológico... y más tratándose de un país.

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Publicado originalmente el  14-09-2010

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