lunes, 10 de octubre de 2011

Ay, Israel

Un problema con tintes históricos y religiosos, que seguramente no veré que se termine satisfactoriamente. Si llevan ya tres mil años de conflicto no creo que esto se resuelva de un día para otro. Además, la actitud de Israel para con el problema se está tornando autoritaria y con eso no se puede llegar a ningún punto bueno. No digo que se deje hacer y que bailen con el país como quieran, pero si no pones de tu parte no esperes que los otros no hagan lo mismo. El conflicto, como es evidente, viene de lejos. Ya en el Antiguo Testamento hablan de que Dios proclama la lucha y la aniquilación de los que vivían en la tierra prometida a los judíos. Si estos habitantes eran los precursores de los nómadas de Arabia ahí tuvo que ser uno de los gérmenes de la diatriba infinita. Parece ser que con el tiempo no expulsaron a más habitantes originarios y los sometieron a pagar tributos, lo que sorprendentemente enfadó a Dios, sí, ese mismo que mil años después se haría un lavado de cara y proclamaría una relación de amor y entregaría a su Hijo. Tras escapar de Egipto tuvieron que salir de sus tierras un par de veces en la época de los Jueces, y durante mucho más tiempo por la conquista de Babilonia y la muy posterior Diáspora que retuvo a los judíos fuera de las tierras que habían conquistado. Por sus capacidades intelectuales y su habilidad para ahorrar siempre se han ganado los recelos y las iras de los cristianos y musulmanes. Hubo épocas más tolerantes y otras menos pero finalmente el Imperio Británico ocupa la zona de Palestina y administra el territorio que por esa época era de mayoría musulmana, los palestinos. Tras el cruel y horrendo proceso del Holocausto, con seis millones de judíos ninguneados, torturados y calcinados, la Comunidad Internacional, llena de vergüenza por haber tenido la mano laxa y mirar hasta otro lado hasta que fue demasiado tarde, decide fundar el Estado de Israel al retirarse los británicos de esa zona. Como era evidente, los palestinos vieron que los estaban retirando de un territorio del que habían disfrutado al menos durante mil quinientos años. Con ánimo de reconciliación, Estados Unidos les surtió de armas y los propios israelíes con el Holocausto tan reciente y el miedo de que vuelvan a ser expulsados hacen que se entrenen y vean un espectro militarista de las relaciones internacionales. Las guerras de los 60 y 70 con la República Árabe Unida (la fusión de Siria y Egipto) confirman sus temores. Por lo que hasta día de hoy existen varias tiranteces.

No digo que lo que haga Palestina está bien o mal, lo mismo para Israel. Normalmente, si uno tiene ciertas ideas políticas, alaba a uno y critica al otro. Cierto es que siempre las respuestas de Israel son desmedidas (piedras contra misiles) y que tienen una política opresiva que recuerda a los años más negros del Tercer Imperio Alemán. Cierto es que usar hombres-bomba cotidianamente y atosigar a los que quieren la paz desconcentra a cualquiera. Lo malo es que si criticas con fundamento a Israel empiezan a aplicar la falacia ad hominem, tachándote de antisemita y pro-nazi, cuando todo el mundo sabe que no es así, pero que se siguen escudando en algo que han de superar poco a poco (que no olvidar). Si criticas a Palestina vuelven a aplicarle la falacia ad hominem tachándote de fascista y amigo del capitalismo. Por lo que hoy existe demasiado prejuicio para tratar a los dos bandos en su justa medida y que éstos acepten las críticas e intenten mejorar. Israel abarca la Franja de Gaza y Palestina pero no aplica su jurisdicción, de ahí que la Autoridad Nacional Palestina lleve las riendas. También hay grupos terroristas jugando a la política que en su mente sólo quieren erradicar a su diabólico enemigo. Usa las frustraciones de los habitantes y las enfoca sobre gente que no ha hecho nada, sólo nacer en Israel e ir a comprar el pan todas las mañanas. Pero los terroristas sólo tienen esas perversas ideas en la mente, quieren usar un enemigo para que nadie vea que sus palabras y sus actos están construídos de humo. Al otro lado, políticos de ultra derecha con muchos lazos del judaísmo más radical siguen excusándose en libros antiguos y alegóricos, tomándolos como una publicación actual y verídica. Si en la Biblia dice que esto es nuestro y hay que erradicar a los idiotas de fuera se hace. ¿Democracia? ¿Eso qué es? Por su afán religioso y su amor por el militarismo perpetúan conflictos hasta más allá del recuerdo, sólo por el mero hecho de combatir y predicar, nunca dialogar y ver que no hay tantas diferencias.

Puede que la solución sea ignorar a los dogmáticos de ambos bandos e incluir en un mismo país a ambos bandos. Si esto no es posible queda automáticamente descartado volver a expulsar a los judíos en favor de los musulmanes y lo contrario, retirar a los musulmanes para que los judíos vivan en un país puro. La cuarta vía es la que lleva décadas gestándose, la creación de dos estados que cooperen. Si hay gente que apueste por esto espero que no sean asesinadas como ya pasó antes y que el resto de países de religión islámica no echen la culpa de todos los males a Israel, que comercien con él y se traten con cortesía. Basta ya el caso de Irán por ejemplo, negando el Holocausto y poniéndolos como conspiradores para controlar el orden mundial y oprimir al Islam. Basta ya de las ideas purificadoras israelíes que llegan hasta la paranoia extrema de que todo el mundo quiere quitarlos del mapa. Si tienes una nación amiga de ámbito musulmán, raro en los días que transcurren, no ataques usando fuerza bruta a un barco de su pabellón que tiene productos y voluntarios para las zonas probres y oprimidas. No hablo de otra cosa que el incidente con Turquía. Que con palos y humo los soldados fueron obligados a usar fuego real no me convence. Si transportaban armas reténlos en el puerto y registra a fondo, pero no insultes a un aliado abordando el barco en aguas internacionales como si de viles piratas fuese. A cambio, los turcos ya no venden productos primarios a Israel y sus bases de entrenamiento han cerrado sus puertas a los israelíes. Quizás digan que lo querían hacer porque los odiaban irracionalmente y han esperado una oportunidad. No hay peor ciego que el que no quiere ver. La ONU se queja pero no usa de su poder para una condena enérgica que emplea contra países más pobres, menos militarizados y de otra religión. ¿Quizás tienen miedo de que los judíos los tachen de antisemitas? Ya va siendo hora que ese juego de insultos se acabe y sean responsables de sus actos, que la buena voluntad no puede durar eternamente. Y el conflicto con el Líbano es otro punto caliente. Tras la guerra con facciones libanesas terroristas la ONU controla la frontera pero Israel desatiende los consejos de acercarse y desde su suelo cuelgan a uno para que atraviese la frontera y pode los árboles del Líbano. ¿A cuento de qué viene esto? Para mí es una insultante provocación. O pides a los libaneses que hagan la poda o que la ONU se ponga a ello, pero invadir así a un país es muy rastrero. Los medios cuentan, cercanos o lejanos a lo que pasó, que los libaneses dispararon al aire y los israelíes, quizás deseosos de hacer daño, dispararon a los soldados. El altercado duró horas. ¿Resultado? Vuelven a tensarse las relaciones y a avivar la llama de respuestas de incultos y sanguinarios terroristas que atacarán a inocentes al otro lado de la frontera. Continuando un círculo vicioso del que Moisés seguramente se disgustaría por tanto que tuvo que pasar para liberar a su pueblo y prometerles un futuro mejor.

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Publicado originalmente el  18-08-2010

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