Nacionalismo Andaluz

Es un nacionalismo que reconoce a Andalucía como una nación y abarca integrantes con multitud de opiniones políticas, llegando a todos los puntos del abanico: desde los que reclaman una España federal o confederal hasta la independencia, pasando por una mayor autonomía para el territorio andaluz. Gente de izquierda, centro y derecha abrazan estas opiniones, aunque en realidad es un movimiento muy minoritario entre la población. Históricamente siempre ha estado vinculado a la izquierda, ya que los movimientos burgueses andaluces durante el siglo XIX no fueron muy fuertes para implantar el nacionalismo. Aparte, el movimiento anarquista siempre estuvo muy arraigado por estas tierras, por lo que se hace más lógica su evolución a partir de éste.

De todas maneras, el nacionalismo andaluz tiene sus orígenes durante las primeras décadas del siglo XX, como un paso siguiente a la difusión y protección del folklore andaluz que llevaban a cabo organizaciones sevillanas. Los estudios e investigaciones posteriores hacen que se hable del descubrimiento de la identidad cultural andaluza.

En 1912, el diario sevillano El Liberal habla de la posibilidad de que Andalucía consiga ser una unidad político-regional, proclamando la creación de una Asamblea y dando lugar a Juegos Florales con mensajes regionalistas. De una reunión económica surge la figura de Blas Infante, que funda en 1915 El Ideal Andaluz. En la Asamblea de Córdoba de 1919 se empieza a defender las posturas andalucistas al realizar las definiciones de realidad nacional y patria para Andalucía, para acabar así con el régimen centralista y el surgimiento de un Estado federal. Infante será el promotor de estas ideas y creará los gérmenes para la elaboración de una propuesta para Estatuto autonómico, que es truncado por el inicio de la guerra civil. Blas Infante es ejecutado en 1936 por sus ideas.

Tras la muerte de Franco se constata un nuevo resurgimiento del andalucismo, debido a la situación socio-económica de la región y a las reclamaciones de autonomía de diversas partes de España. Los inmigrantes andaluces de la década de 1960 atestiguan que la potencialidad del territorio, de la demografía y la agricultura andaluzas, que perfectamente pueden sobreponerse a la imponente pobreza y subdesarrollo. Los inmigrantes fortifican su pertenencia andaluza en los lugares donde se encuentran, reuniéndose y compartiendo vivencias sin importar de la provincia de donde procedían. Sin embargo, la posibilidad de convertirse en Comunidad Autónoma no era la única meta, sino el reconocimiento de nacionalidad al más puro estilo de Cataluña, País Vasco y Galicia. Por ello, los parlamentarios andaluces en 1977 iniciaron un proyecto de autonomía secundado por una multitud de manifestaciones para ser considerada en igualdad de condiciones. El referendum de 1980 provoca la declaración de autonomía por la vía rápida y en 1981 un segundo referendum refrenda el Estatuto. Se dio que existieron también manifestaciones en favor de la creación de una autonomía de Andalucía Oriental, fundamentada por la posible supremacía de Sevilla sobre Granada.

En 2007 se lleva a cabo la reforma del Estatuto, dando prioridad fluvial de la cuenca del Guadalquivir y consolidando ciertas competencias, junto a la declaración de nacionalidad histórica. Según muchas encuestas la población andaluza considera su comunidad como realidad nacional, pero no que lleve el término de nación. Existieron y existen movimientos, como el del Campo de Gibraltar, que pide la creación de una nueva provincia. En Málaga también se habla de ser una nueva autonomía y existe una plataforma que pide la autonomía de Granada, Jaén y Almería.

La señal más identificativa del nacionalismo andaluz es la bandera de Andalucía, denominada arbonaida. Si la actual es de tres franjas horizontales de igual anchura (verde, blanca, verde) con el escudo, la nacionalista coloca en vez del escudo una estrella roja de cinco puntas. Fue dada a conocer por 1990, existiendo otra anteriormente, que además de las franjas horizontales se le añade un triángulo rojo en el asta que contiene una estrella blanca de cinco puntas. En los últimos años se ha propuesto una modificación de la estrella, usando una tartéssica de ocho puntas para usar únicamente elementos autóctonos (y además, fue un elemento muy utilizado en la época de al-Andalus). El escudo también tiene modificaciones, ya que los nacionalistas cambian la palabra España por Los Pueblos. Los movimientos que pidieron en 1976 la creación de una autonomía oriental portaban una bandera de cinco franjas (verde, blanca, verde, blanca, verde), con un triángulo rojo al asta y un sol amarillo en éste. La plataforma actual proclama una bandera morada, roja y verde con líneas separadoras blancas.

Minoritariamente, existen movimientos políticos, sindicales, juveniles y deportivas que promueven el nacionalismo andaluz. Incluso existieron los Grupos Armados del 28 de Febrero (GAVF), que durante 1980 llevaron a cabo una lucha armada.

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Publicado originalmente el 11-01-2011